Documento 48 - 7 de Junio de 2005

LA CAGADA DE FERNANDEZ POLO

Autor: Jesús Gallardo Jiménez.

Antonio Fernández Polo, director de las obras de adecuación de la travesía y autor del proyecto, ha reconocido públicamente que se pudieron cometer irregularidades administrativas en esta obra. Que es práctica habitual no respetar el proyecto visado y realizar obras que no contempla el proyecto. Una vez reconocida esta violación de la Ley, arremete contra la oposición, en concreto contra I.U. y, exige que le pidan disculpas. Parece ser que se siente ofendido.

Resulta increíble que, después de reconocer públicamente que no se ha actuado con la legalidad exigida, que se ha incumplido la Ley, se tenga la poca vergüenza de exigir disculpas a quién ha denunciado estas irregularidades. La cagada no es de mosca, es de vaca.
Quiero recordarle al Sr. Fernández Polo que las obras en las que, según el mismo, se ha violado la legalidad, no son unas obras realizadas en su casa, son unas obras públicas, realizadas con dinero público (de todos) y, cuyo proyecto, debe ser respetado escrupulosamente, porque así lo exige la Ley.
Las modificaciones realizadas en obra sobre el proyecto original, modifican sustancialmente dicho proyecto, a la vez que duplica el gasto de la obra, lo que está prohibido por la Ley.
Este hecho se agrava al ser un Funcionario Público el autor o participante en dichas irregularidades.
Las irregularidades a que se refiere no son unas simples acequias, con las que no se contaban, porque si las hacen de Oro salen más baratas al erario público. Las irregularidades son bastante más graves y cuantiosas:
1).- El proyecto que D. Antonio elaboró y visó no contempla en la carretera de Murcia las 2 vías laterales que se ejecutaron. Sólo contemplaba en esta zona algunas glorietas o rotondas, luego la construcción de estas vías fue no ajustada a Derecho y, modifica sustancialmente el proyecto visado, además de duplicar la cuantía de la obra.
2).- Las obras se iniciaron sin pasar por el preceptivo trámite legal de Información Pública, trámite en el que los afectados o perjudicados pueden realizar alegaciones al proyecto, por lo que se creó una indefensión total y absoluta hacia los afectados o perjudicados por dichas obras.
El Ayuntamiento tiene registrado un escrito de una persona afectada, solicitando que se le comunique el plazo legal para poder formular alegaciones, tal y como le reconoce la Ley. A fecha de hoy no se han dignado a contestar a este escrito (2 años).
3).- Como consecuencia de lo anterior, de que todo fue una chapuza apañada y, de que había mucha prisa, por el asunto de la rotonda del Pelao. El Pelao necesitaba un proyecto de adecuación de accesos definitivamente aprobado y había prisa para abrir el negocio. Con las prisas, no se incoaron los expedientes de expropiación de los terrenos de los particulares, por lo que los vecinos afectados continúan esperando que se les incoen los preceptivos expedientes de expropiación y poder cobrar sus terrenos.
Por si con lo narrado hasta ahora no es bastante, hay otro hecho insólito. Con el dinero de estas obras se asfaltó una calle y, se colocaron unos bordillos, que no venía en ningún proyecto, ni en el original ni el los posteriores modificados. Presunto desvío de dinerillos públicos a intereses que nada tienen que ver con lo proyectado y autorizado.

Estas irregularidades son graves, tanto que pudieran ser más que irregularidades Administrativas y entrar de pleno en los supuestos del Código Penal. A todo esto hay que añadir lo denunciado en la Fiscalía del TSJA por I.U, que no es moco de pavo.

En cuanto al uso y destino del dinero que se gastó en el exceso sobre la obra legalmente autorizada, cómo las cosas se hicieron “De aquella manera”, y no hay presupuestos ni documentos con qué demostrar nada, nos remiten a la “FE”. Debemos creer que el dinero está gastado donde debe estar. Palabrita del niño Jesús que nadie se ha llevado ni un céntimo. Son muy creyentes, en según qué casos. ¡Cuestión de fe!.

Parece ser que nadie se hace responsable de haber ordenado la realización de más obras de las autorizadas. Nadie está dispuesto a asumir personalmente tamaño disparate. Tampoco es tan trascendental, aunque nadie lo asuma es fácil dar con los responsables. El Principal responsable de los desmanes del Ayuntamiento es el primer Munícipe. D. Antonio Martínez, quién tiene la responsabilidad del buen o mal funcionamiento de esta casa. Para eso cobra, no sólo para colgarse las medallas. En 2º lugar la responsabilidad recae sobre el Concejal de Urbanismo, en el momento en que se cometen las anomalías, puesto que las irregularidades, que ahora salen a la luz, se han cometido en su departamento y, le guste o no, es su responsabilidad. El Concejal en cuestión es Pedro Fernández Peñalver. Lo que ocurre es que, parece ser, según los rumores del pueblo, que aspira a ser el próximo Alcalde de Baza y la cosa se le puede complicar bastante. Si a esto añadimos que es licenciado en Derecho, difícil o imposible lo tiene para justificarse. Tras la cagada de Fernández Polo, con unas imprudentes declaraciones, la única salida digna y honrosa que le queda a nuestro Delegado es hacer la maleta en Granada y volverse a su despacho de abogado en Baza. Tras una meteórica carrera política, con tanto futuro por delante y, mira, una simple imprudencia y todo al “carajo”. Tanto hacer méritos en el Área de Servicios y en las obras de la travesía para que ahora tener que dimitir por unas obras que no se ajustaron a Derecho. Claro que algunos no salen del despacho ni con los mansos.

La suerte que tiene Baza, con los Políticos que nos han tocado es que no tiene playa, si la tuviera, lo que ocurre en Marbella podría ser “Pecata minuta”.

¿ Qué opinan sobre este asunto el P.P y el P.A.?, no se les ha oído hasta el momento
¿ Hoy por ti, mañana por mi?.