Documento 44/12 - 12 de septiembre de 2012

LA LÍNEA DE FERROCARRIL: GUADIX-BAZA-LORCA.
 UNA OPORTUNIDAD PARA SUBIRNOS AL TREN DEL FUTURO

Autor: JUAN ANTONIO DÍAZ SÁNCHEZ (Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino)

 


Aquel soleado día, 16 de diciembre de 1894, fue cuando se inauguró el tramo que conectaba Serón con Baza y con ello la provincia de Granada en general y el Altiplano granadino en particular. Así quedó conectada ferroviariamente Andalucía con el Levante español y con sus puertos, fue un día festivo para todos los ciudadanos de esta tierra.

Debemos de tener en cuenta que en el último cuarto del siglo XIX y principios del siglo XX la industria en el Altiplano fue cuando conoció su época de mayor auge. Nos pueden servir de ejemplo los negocios con el esparto que llevaba la familia Macmurray, concretamente don David Macfarlane y Macmurray,  en Cúllar; todo lo que supusieron las minas de hierro de Serón y las canteras de la cuenca del Almanzora en la provincia de Almería, y por supuesto, el gran desarrollo económico que supuso la fábrica azucarera “Nuestra Señora de las Mercedes” de Caniles, la cual fue impulsada en 1904 por la Sociedad General Azucarera y el alcalde de la villa de Caniles, don José Felip Santaolalla. Como se puede discernir en estos breves apuntes históricos, el ferrocarril fue el avance técnico que posibilitó todo el desarrollo económico del Altiplano granadino a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, lo cual fue una actividad fundamental para ayudar a paliar la crisis agraria finisecular que por aquellos años sufrió de una forma generalizada Andalucía.

Casi un siglo fue el tiempo que el tren estuvo discurriendo entre Andalucía, Murcia y el Levante pasando por la zona norte de la provincia de Granada, atravesando las hoyas de Guadix y Baza, la cuenca del alto Almanzora hasta entroncar con las líneas ferroviarias murcianas en Almendricos (Lorca).

Aquel 31 de diciembre de 1984, sin lugar a dudas, fue un día nefasto para la zona nororiental de Andalucía en general, la línea de tren Guadix-Baza-Lorca fue cerrada aduciendo que era deficitaria, y, dejando a esta tierra inconexa con el resto de España ferroviariamente hablando. Paulatinamente, unos cuantos años antes o unos cuantos años después de esta fecha, la poca industria que existía en las comarcas de Baza y el Almanzora fue desapareciendo; así la fábrica azucarera de Caniles cerró a finales de la década de los 70, las minas de hierro de Serón y las esparterías de Cúllar, seguirían los mismos pasos. Y la privación a estas tierras del ferrocarril, fue el aldabonazo para que, lamentablemente, estas comarcas se sumieran en una pobreza más que palpable y en una depresión económica muy latente en la vida diaria de la que nos costará mucho salir, máxime cuando nos arrebataron un bien tan preciado para cualquier tierra, región, zona..., como es el tren.

La antigua línea de Guadix-Baza-Lorca no aparece en el mapa de correcciones al Corredor Ferroviario Mediterráneo que se está elaborando para que sea aprobado en el Parlamento Europeo.

Por el contrario, vemos que otras ciudades granadinas como Motril sí que aparecen incluidas en ese nuevo y modificado mapa del Corredor Ferroviario Mediterráneo. De esta forma, la costa granadina quedará conectada con Almería y el Levante.

Nos alegra enormemente que la costa de Granada quede incluida en el nuevo mapa ferroviario, pero a la vez, nos entristece que de nuevo el Altiplano de Granada y la Cuenca del Almanzora queden olvidados, desamparados y apartados de tan beneficioso proyecto para el desarrollo económico de esta tierra. Una tierra que ofrece unas múltiples opciones industriales, si estuviera bien comunicada, como lo sería por tren; las comarcas de Baza, Huéscar y el valle del Almanzora podrían ser focos industriales, polos de desarrollo que ayudaran y contribuyeran a crear más trabajo en esta tierra, a que la población se quedara a vivir en las distintas ciudades y localidades que componen la zona más nororiental de Andalucía y no se viera obligada a tener que emigrar a otras zonas de España en busca de trabajo porque aquí no lo hay. La comarca de Baza se convertiría en una encrucijada de caminos, un pasillo que conectaría Andalucía y, Murcia y el Levante, como fue hace más de un siglo. De la misma manera estas comarcas serían receptoras de población inmigrante en busca de trabajo y no sufridoras del éxodo poblacional con la emigración a otras zonas más industrializadas de Andalucía, España y el extranjero. La viabilidad de dicho proyecto queda suficientemente avalada por la historia que precedió a la antigua línea ferroviaria Guadix-Baza-Lorca (1885-1984) y por todos los estudios de rentabilidad actualmente realizados por el lobby empresarial FERRMED. Está más que demostrado, cuando los ingenieros decimonónicos que realizaron el trazado de la línea ferroviaria lo trazaron por esta zona fue, en parte, porque la orografía del terreno así lo permitía. Con ello queremos poner de manifiesto que si hace ciento treinta años la línea fue una sólida realidad ¿por qué ahora no podría volver a serlo? Sin lugar a dudas, la orografía que ya estudió este cuerpo de ingenieros en el siglo XIX, era la más viable de todas y la que menos dificultades presentaba para elaborar a través de la misma el trazado ferroviario que conectara Andalucía con Murcia. De hecho, al igual que fue, sigue siendo el trazado éste, el técnicamente más rentable, y, así lo ha manifestado en diversas ocasiones los estudios realizados por el lobby empresarial FERRMED.

La palabra crisis, desgraciadamente en la actualidad, no nos es desconocida sino que estamos saturados de leerla, escucharla y sufrirla diariamente en nuestra vida cotidiana. Con todos estos argumentos queremos exhortar a los políticos y a las administraciones que sus cargos detentan, a que ni siquiera pongan a debate la reactivación de la línea ferroviaria que discurriese por el oriente de Andalucía. Ésta sería una gran ayuda para que las empresas y los empresarios se fijaran en estas ricas tierras que componen las comarcas del norte de la provincia de Granada como posible foco de explotación, polo industrial y desarrollo, con ello se generarían innumerables beneficios económicos, sociales, de desarrollo que esta tierra tanto anhela y precisa para evitar la despoblación de sus municipios y ciudades, para aumentar la población en los mismos, los servicios, las infraestructuras, los comercios, la sanidad, la educación…

Es por todo lo anteriormente expuesto, por lo que los habitantes del noreste de Andalucía: de la hoya de Baza, del altiplano de Huéscar, de la cuenca del Almanzora, de la zona meridional de Murcia y de la zona suroriental de Albacete queremos que el tren, ese tren que nuestros abuelos y padres, recuerdan con tanta añoranza y nostalgia, vuelva a discurrir por las tierras nororientales de Andalucía, que ésta quede comunicada con Murcia y el Levante como fue exactamente durante casi un siglo (26 de marzo de 1885 - 31 de diciembre de 1984).
Ojalá y dentro de quince años podamos comprar ese billete para el tren, que ese “caballo de hierro” volviera a “cabalgar” y a  “galopar” por su senda de raíles y traviesas, contribuyendo en sí mismo al desarrollo económico, poblacional y social de esta tierra; como lo fue hace ya más de un siglo y de lo que, tristemente, en la actualidad sólo nos quedan los recuerdos y la memoria que componen su propia historia. Con la reactivación de la antigua línea ferroviaria Guadix-Baza-Lorca, aprovechando el trazado del Corredor Ferroviario Mediterráneo, se cometería un acto de auténtica justicia histórica con esta tierra que quiere y pretende despertar a la industrialización para así contribuir, en la medida de sus posibilidades, a combatir y paliar la grave crisis económica que nos azota, pero de la que estamos seguros saldremos adelante.