Documento 4/15 - 20 de enero de 2015

Para aquel amable lector que no conozca esta fiesta, se enraíza en una tradición que todos los años se cumple, cada 20 de enero, a las cinco de la tarde, las campanas de la Iglesia de Santa María y San Pedro, voltean de júbilo y alegría, rompen el silencio de la vetusta villa con su badajo tronando al viento; la plaza abarrotada de gente, todos expectantes a que se abran las puertas del pétreo templo y los “hermanos viejos” saquen la cruz, en la que se representa al santo, ahí, justamente en ese momento, comienza la lucha por ella. Se produce un fuerte forcejeo entre los mozos, y los no tan mozos, del pueblo que quieren hacerse con ella, “robar” San Sebastián, ser los ladrones, y convertirse en los “hermanos nuevos” de ese año. La lucha por el santo terminará cuando alguno logre alzar la cruz y gritar: ¡Viva San Sebastián! Una tradición que enraíza sus orígenes en una leyenda del siglo XVII –puesto que no contamos con documentos escritos al respecto, sino que se ha ido transmitiendo a través de la tradición oral−, basada en los poderes taumatúrgicos que tenía la imagen de San Sebastián contra los estragos que estaba haciendo, diezmando a la población, una fuerte epidemia de peste.

Cuenta dicha leyenda que en la casa donde se encontraba la imagen del santo no se contagiaban de dicha enfermedad o si estaban enfermos sanaban milagrosamente. La noticia se fue difundiendo entre los habitantes de la villa, unos a otros fueron “robando” la imagen del santo para llevarla a sus respectivas casas y que la peste no se cebara con ellos. He ahí el origen del tradicional “robo del santo”.

Pues bien, resulta que han pasado casi dos años desde aquel 14 de febrero de 2013, cuando el pueblo de Caniles, representado en sus ediles, dio Vº Bº por mayoría, para que la Junta de Andalucía concediese la máxima distinción que puede conceder a una fiesta tan antigua y tradicional como es el “Robo del Santo” en Caniles, el Interés Turístico Andaluz.

Por supuesto, no somos ajenos a todos los beneficios socio-económicos que la concesión de dicha declaración podría traer a esta preciosa villa. Pero claro, “Con la «política» hemos topado, amigo Sancho”. Como hemos dicho unas líneas más atrás, ¡han pasado dos años! en los que no ha habido más respuesta, por parte de quien competa darla, que el acuse de recibo de dicha solicitud y de toda la documentación que ésta llevaba aneja. No ha habido más explicaciones del porqué o de las razones que llevan a la Junta de Andalucía a guardar este silencio que nos sume, a los canileros, en un profundo desconcierto.

Conozco varias fiestas de diversa índole, que se celebran en las comarcas de Baza y Huéscar, que a día de hoy, disfrutan de ésta, y otras distinciones mayores, como es el ejemplo de la festividad de “Cascamorras” en Baza y Guadix, que está declarada de Interés Turístico Internacional, lo cual me produce una profunda alegría y satisfacción por mis localidades vecinas. Es por ello, por lo que he podido conocer, en primera persona, la importancia que tiene para una localidad que su fiesta más popular, tradicional y emblemática tenga derecho a un reconocimiento público. Éste se traduce en un conocimiento de la fiesta por parte de toda Andalucía y España.

Por todo lo anteriormente expuesto, espero y deseo, que dentro de muy poco tiempo, pueda compartir con mis amigos granadinos, almerienses, jienenses, murcianos…, la alegría por haber conseguido que la fiesta más importante de mi pueblo: El “Robo” de San Sebastián, disfrute de ese reconocimiento que es la declaración de Interés Turístico Andaluz y… ¿por qué no?