POR LA ALAMEDA

Una sección de Lola Fernández Burgos
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PASA LA VIDA

Pasa la vida por la Alameda. Mientras paseamos por ella, no somos conscientes de que la sombra que cobija nuestros pasos ya lo hizo con los de nuestros abuelos, o nuestros padres, o los nuestros cuando éramos niños. Cuántos juegos en este parque. Cuántas promesas de amor. Cuántos besos enamorados. Cuántos sueños. Y también cuánto llanto y dolor desparramados entre sus rincones. Tanto sentimiento entre el olor de las rosas y el vaivén de las ramas de los árboles cuando las agita el viento.

Pasa la vida y se entretiene remolona entre las risas de los críos y las crías; besa el agua de las balsas y el cañillo; se acomoda en algún banco a espiar las confidencias adolescentes, las preocupaciones de los adultos, el rezar gruñón de los abuelos. Por la Alameda pasa la vida sin apenas levantar un leve murmullo. Se ensimisma en el canto de los pájaros y en el crujir de la grava cuando pasa algún perrillo. Se está a gusto en ella, leyendo, escuchando música, conversando, a solas con uno mismo, dejando que los minutos se alarguen sin prisa.

Hay muchos lugares entrañables en Baza, pero para mi gusto ninguno como la Alameda. Tiene rincones únicos y es fácil perderse por ella y encontrar aquel en el que nadie te moleste. Aunque también sabe de actos vandálicos, que nos duelen a quienes la amamos, y que hablan de la insensibilidad de quienes los cometen. Árboles tempranos tronchados sin darles una oportunidad de crecer y formar parte de la arboleda. Peces envenenados sin piedad ninguna. Bancos arrancados de cuajo y echados a la balsa grande o a la chica. Pintadas donde más afean. Papeleras destrozadas y por los suelos…

Es penoso que la Alameda se utilice como recinto de botellones. Ella, que ha surgido para la paz y el silencio, para el puro recreo. Así que no queda más remedio que cerrarla por las noches, medida que por otra parte ya es general en las ciudades, ante el creciente destrozo del gamberrismo. Ya va necesitando un arreglo, y seguro que quien lo haga respetará su esencia y la mejorará.

Pasa la vida por la Alameda. Nada de lo que sucede en Baza deja de comentarse en ella, sólo hay que estar oído atento para estar al día. Desde ahora pondré un especial cuidado en conocer lo que por allí se habla y se comenta. Para compartirlo con todos ustedes, si ustedes gustan