POR LA ALAMEDA

Una sección de Lola Fernández Burgos
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NUESTRA DAMA

En Baza es importante referente cultural nuestra Dama. Una escultura funeraria íbera, o ibérica, que lo mismo da, que apenas vio la luz tras muchos siglos bajo tierra, se nos la llevaron y descansa en Madrid, en su Museo Arqueológico, con una afluencia incuestionable de espectadores y amantes del arte, que por supuesto no dudan en recorrer los kilómetros que hagan falta para verla a ella, o a cualquier otra pieza valiosa.
Dentro del arte íbero, la Dama de Baza es una escultura en piedra policromada que conserva en muy buen estado dicha policromía en azul, rojo, negro y marrón. Data de finales del s. V o principios del  IV a.C., y fue hallada en una tumba de cámara que  pudiera ser de un guerrero, por los utensilios y armas  hallados con ella.

Parece ser que representa a una diosa protectora, según deducen los estudiosos a partir del trono alado con las patas delanteras con forma de garras de animal. Las alas serían un símbolo para representar que el trono es un “medio de transporte” al más allá.
De cuerpo entero y con una abertura lateral para recoger las cenizas mortuorias, la Dama está muy adornada en tocado, vestimenta y otros complementos como las joyas. Aunque de rostro tosco, es de una gran belleza que no desmerece lo más mínimo frente a otra Dama de más fama como pueda ser la de Elche.

Particularmente, me encanta el detalle del pajarillo azul que sostiene en su mano izquierda, y que parece que se trata de un símbolo de fertilidad que aparece con frecuencia en toda la zona del Mediterráneo. Y todo el ajuar que acompañaba a esta urna cineraria es igualmente de gran valor y belleza, como los vasos funerarios con tapaderas rematadas en  granadas. Creo que todas y todos en Baza amamos a nuestra Dama y quien no la ha visto en Madrid al menos conoce su réplica en el  Museo Arqueológico de nuestra ciudad.

Lo que no me gusta nada es que se haga política con el arte, porque éste es para disfrute de los sentidos en su nivel más espiritual. Siempre se ha reivindicado el regreso temporal de esta escultura a su lugar de origen, y para ello precisamente surgió la llamada Semana de la Dama de Baza, que lleva realizándose anualmente hace ya casi una década y que es una magnífica manera de seguir reivindicándola, pero siempre sin perder la visión de la realidad más evidente.

Hoy por hoy es inviable no ya exigir sino simplemente pedir que la Dama regrese de manera definitiva a Baza. Distinto es que con el objetivo de que venga temporalmente aquí, como ha estado la de Elche en su ciudad hace no demasiado tiempo, se atienda a cuestiones absolutamente necesarias para ese regreso meramente temporal, como es mejorar y ampliar el actual Museo. Por sencillas razones de seguridad, entre otras muchas. Querer hacer política de partido con este tema es pura demagogia.

Así que me parece más autenticidad para con el pueblo, ofrecer la ocasión anual de seguir reivindicando ese regreso temporal, ofertando actos y actividades culturales bastante importantes, y cada año más significativas. Amén de hacer cultura, que siempre es necesaria, se va preparando a Baza para el momento en que pueda recibir como se merece a su Dama, sabiendo que aunque vuelva a marcharse no deja de ser nuestra, y con la seguridad de que podremos ejercer como los mejores anfitriones, sintiendo el orgullo de tenerla con nosotros por unos meses. Ir más allá, repito que hoy por hoy, no es más que hacer política con minúsculas. Así que dejemos de mezclar parcelas y disfrutemos del arte, dondequiera que éste se encuentre.