POR LA ALAMEDA

Una sección de Lola Fernández Burgos
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ROSA MADRESELVA


   No se sabe muy bien por qué pero hemos empezado el año con muertes masivas de mirlos, estorninos, grajillas y también de peces. Lo que ha empezado en EE. UU. no debe de preocuparnos, según los expertos, pero que lluevan aves muertas y los ríos se llenen de peces sin vida no es muy alegre que digamos.

   Tampoco son excesivamente alentadoras las predicciones económicas para el año recién estrenado y los entendidos nos dicen que aún falta para una recuperación total de esta crisis que sin embargo ya no ha ido a más, lo cual ya es bastante. Que cese la caída es lo más positivo, amén de necesario, para empezar a subir de nuevo.

   Con respecto a la ley antitabaco, empieza su cumplimiento con todos los problemas que ya se podían esperar de antemano. Cuestión de respeto. Más aún, de respeto mutuo. Porque los fumadores dicen sentirse perseguidos, pero los no fumadores podemos sentirnos hastiados de humo. Lo terrible es que ya hay quien ha sufrido en su cabeza las consecuencias de los enfrentamientos entre unos y otros. Espero que sea cuestión de poco tiempo y que pronto se cumpla la ley sin más, objeciones de locales incluidas.

   Se aproximan elecciones municipales, por lo que estamos en tiempo de listas, otro tema proclive a enfrentamientos. Ya empiezan las trifulcas en algunos partidos por esta causa, aunque yo les diría a los políticos que no se preocupen, ya que lo que haya de ser, será. Y a las políticas les recordaría el chiste ese de que si no están en las listas igual están en las tontas. Bromas aparte, es un tema que no ha de quitar el sueño, porque son decisiones ajenas. Lo único que está claro es que pronto llegarán las campañas electorales, meses de duro trabajo y enorme ilusión.

   Ya saben que cada color tiene un nombre, pero como hay tantos matices existe una clasificación para quienes trabajan con colores, de manera que no haya confusión y sepamos el tono concreto de un color específico. Bien, pues resulta que Pantone, que es el instituto del color más extendido y potente mundialmente, ha elegido para el año 2011 el 18- 2120, que no es otro que el rosa madreselva, para sustituir al color turquesa con el que pintaron el año que se nos acaba de marchar no se sabe muy bien a dónde, pero que bien ido está.

   Con el rosa madreselva quieren ayudarnos a escapar de la tristeza, porque se trata de un color estimulante, alentador y lleno de coraje con su tono rojizo que despierta la adrenalina, precisa para escapar de nostalgias con brío y valentía. Ante augurios negros, rosa madreselva para encarar los problemas sin miedo. De entrada me gusta, como me gustan las rosas, las madres y las selvas. Tres bellas palabras para un alegre color.

   Selvas limpias y verdes para que vivan felices las aves y no mueran a centenas, con ríos de aguas limpias que no se llenen de miles de peces muertos. Madres que vean crecer sin problemas a sus hijos, niñas y niños sanos que crezcan sin problemas en un mundo bueno para ellos, en el que la crisis sea la única en agonizar para transformarse en años de bonanza en los que todos y todas vivamos mucho mejor. Y rosas, flores preciosas que existen en su belleza ajenas por completo a lo que puedan simbolizar, con independencia de que se las regalen los enamorados, o los amantes de un buen libro, o los partidarios de algunas siglas políticas.    

   En esta navidad que ya se ha acabado, siempre hemos podido pedirle para este año a los Reyes Magos, que son los que cierran las fiestas, que se lleven lo feo y nos dejen lo demás, que lo oscuro sea sólo porque se va el sol al llegar la noche, que no haya niños que sufran más allá de lo que les corresponda, que dejen de morir mujer asesinadas por la violencia machista, que no tengan que vivir indigentes en la fría calle entre la indiferencia de los peatones, y que brille ese rosa madreselva cada día.