POR LA ALAMEDA

Una sección de Lola Fernández Burgos
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DE DICHOS Y REFRANES

Acude al refranero si quieres encontrar antídoto o veneno para tu voluntad.
Gabinete Caligari, “Malditos refranes”

Los Gabinete Caligari se lamentaban, en una muy bien escrita canción de la movida, de que los refranes siempre les iban en contra si eran positivos y sólo se cumplían en caso contrario, de ahí que veían en el refranero la fuente de algo tan contrario y antagónico de por sí como el antídoto y el veneno. Y tenían mucha razón, porque no es inusual que se cumpla lo feo y se escape lo bonito, y de ello ha quedado constancia en innumerables dichos y en el refranero…tanto como de lo opuesto. Porque si en estas sentencias populares se han quedado prendidas la sabiduría y las advertencias que a lo largo de la historia la gente considera merecedoras de fijar de alguna manera para que nos sirvan en cierta medida de guía, no es menos cierto que para cada una de estas frases con enseñanzas y consejos existe la contraria, con lo cual cada uno y en cada momento encontraremos el refrán más adecuado.

Suele ocurrir y no sólo con los refranes, sino con las canciones, los poemas, las diferentes teorías filosóficas, y en general con todo aquello que los humanos utilizamos como vehículo para expresar pensamientos, sentimientos, deseos, ideas, etc. En función de cómo sientas, así te identificarás con alguien y con algo; al mismo tiempo que ese mismo alguien e idéntico algo serán motivo de rechazo para otras personas. Con lo cual podemos colegir que la verdad o la mentira, lo bueno y lo malo, lo hermoso y lo desagradable, lo positivo y lo negativo, lo blanco y lo negro…todo ello está en nosotros más que en lo que nos llega a través de los sentidos. Al final se puede resumir en un juego de afinidad o rechazo, de identificaciones o de sentir la extrañeza de lo ajeno.

Cuando nos identificamos con algo o alguien establecemos de inmediato un puente de unión, del mismo modo en que al sentirlos extraños surge un insalvable abismo de distancia. Pero con la edad vas comprendiendo la relatividad de conductas y sentimientos, a poco que superes la inflexibilidad que da la juventud y la falta de experiencia. ¡¡Cómo vas a saber de la vida cuando aún no la has vivido, si aún haciéndolo sabes tan poco!! Lo que hoy te fascina, mañana te puede asquear, y al revés; porque siendo la misma persona, hoy te puedes sentir muy atraída por lo que mañana te repelerá…y pasado mañana te volverá a cautivar. Es algo que no nos van a descubrir los pensadores ni los estudiosos de la conducta humana actuales, porque en el acervo cultural de los seres humanos, éstos ya se han encargado de incluir el sí y el no, y el blanco y el negro, junto a las infinitas posibilidades que caben entre tales extremos.

Así que no es sólo que haya un refrán y su contrario, es que encontraremos dichos para absolutamente todo, por esa dinámica de identificaciones y de no reconocimientos. Aunque parezca mentira, el refranero es absolutamente neutro, somos nosotros los que le otorgamos la carga positiva o negativa, en función nuestra, con lo cual acentuamos sin saberlo nuestra condición de islas en la sociedad. Seremos animales sociables, no seré yo quien lo niegue, pero la soledad es el mar que rodea nuestras existencias, y eso no es tan fácil de sobrellevar, por mucho que nos agarremos a un refrán cualquiera…o a su contrario.