POR LA ALAMEDA

Una sección de Lola Fernández Burgos
Para remitir sus comentarios, clique AQUÍ

POR PEDIR QUE NO QUEDE


Las cosas pequeñas son imprescindibles para poner en marcha grandes proyectos. No hay realización alguna de buenas ideas sin un germen esquemático del que partir. Absurdo empezar la casa por el tejado, pues nada visible es válido si no se sustenta en un entramado invisible pero absolutamente necesario. Se puede desear, por ejemplo, revitalizar culturalmente nuestra querida ciudad, pero para ello hay que intervenir mínimamente en el sentido adecuado para poner en marcha un sueño; porque dejarse llevar por la dinámica establecida es simplemente cumplir, mas nunca crear un revulsivo que nos conmueva. Hablo de arte como elemento protagonista de la cultura.

Baza cuenta con buenos artistas, hombres y mujeres con talento, que se merecen no ya el reconocimiento (es la gente la que elige lo que le gusta, con independencia del mayor o menor apoyo institucional), sino al menos la oportunidad de expresarse y de compartir con la ciudadanía su capacidad creativa. Y desde estas palabras quiero pedir para la ciudad que amo dos cosas concretas, baratas y cuya puesta en marcha sólo nos enriquecería: a quienes tienen algo que expresar y a quienes están ávidos de manifestaciones artísticas. Son dos ideas que lanzo al viento, con la esperanza de que no las arrastre directamente al olvido, sino que las acerque hasta quien tenga la capacidad de elegir ponerlas en marcha. No sé quién me leerá, pero si lo hace alguien con la potestad precisa para que se realicen, le agradezco de antemano que al menos las sopesen.

Para la primera, quiero poner el ejemplo de Fanzara, una pequeña aldea de Castellón de apenas 300 habitantes, que ha renacido gracias al streetart y su MIAU (Museo Inacabado de Arte Urbano), habiendo llegado su eco hasta los mismísimos EE.UU. Metan el nombre en cualquier buscador y conozcan la historia de este proyecto artístico que ha contribuido, además, a que su población restableciera la armónica convivencia; rota hacía años por un proyecto político de vertedero de residuos tóxicos, desechado finalmente por la activa acción ciudadana. Pues bien, ya que nuestra Biblioteca Municipal, magnífico edificio, mira hacia un entorno completamente decadente, propongo que se contrate a un buen artista de arte urbano o callejero, que con su obra deje maravillado a quien por allí se acerque, no decepcionado ante el contraste evidente de patrimonio casi en ruinas envolviendo la Biblioteca. El granadino Niño de las Pinturas, verbigracia, hizo una obra destacable en el mismísimo Polígono, y los resultados son espectaculares. Dejen de ver el arte callejero como vandalismo y abran la mente hacia sus innegables posibilidades estéticas amén de educativas. Aparte, hay todo un colectivo de amantes del streetart, que siguen la obra de los muchísimos grandes en este ámbito, y sería además un auténtico reclamo turístico desde el arte.

Y mi segunda petición es muy simple: un templete o quiosco de música, en la Alameda, o en la misma plaza de las Eras (sustituyendo a la cruz, mataríamos dos pájaros de un tiro: cumplir con la Ley de Memoria Histórica, y tener una perfecta ubicación con espacio más que suficiente para un importante aforo). Creo que seguimos teniendo una Banda Municipal, y tenemos un Conservatorio con excelentes músicos. No sería nada difícil programar conciertos, los domingos por la mañana por ejemplo, en cuanto empiece el buen tiempo. Y en los templetes también se pueden organizar recitales de poesía, pequeñas representaciones teatrales, guiñoles... Ah, y si en la Alcazaba no se va a actuar arquitectónicamente, las columnas que se trasladaron allí tal vez podrían utilizarse en la construcción del templete. En fin, ya digo, ideas que me parecen interesantes... y que por pedir, que no quede.