PLAZA MAYOR

Una sección de Francisco Arias
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ASUNTOS PELIGROSOS

En estos días pasados, hemos asistido a uno de esos brotes de bulos, de los que, de vez en cuando, sobrevuelan sobre nosotros, amenazando nuestra tranquilidad y sembrando la inquietud por todos los rincones. Ya lo habrán oído ustedes:raptos de niñas en supermercados a las que rajan la cara para hacerles “la sonrisa del payaso”, violaciones, el coche con las luces apagadas cuyos ocupantes matan a quien ose llamarles la atención, etc., etc. Vaya, una serie de sádicas historias, cuál de ellas más cruel y terrible. El caso es que la gente asegura que son ciertas; algunas personas, incluso afirman haber sido testigos de los hechos.Claro que, en cuanto te pones a profundizar y a razonar, te dicen:

-Bueno, yo personalmente no estaba allí, pero conozco a una persona que lo ha visto…

Otras veces comentan:

-Eso del coche con las luces apagadas, que siguen y matan a quien les haga destellos, es totalmente cierto, que lo han dicho en el telediario. Y están actuando entre Albox y Baza.

Pero luego no puedes dar con nadie que lo haya escuchado en la televisión. Yo preguntaba:

-¿Y a cuántos han matado ya?… Han tenido que matar a alguien o, por lo menos, haberlo intentado, porque, si no es así, ¿cómo se sabe que están aquí?

Y nadie responde con datos creíbles. Lógicamente, es fácil de comprender que, si hubiese habido muertes o intentos de asesinato entre Baza y Albox, nos hubiéramos enterado todos.

Pero los bulos siguen su curso, ajenos a toda reflexión y comprobación.

Hace ya casi un año (¡cómo pasa el tiempo!), comentaba yo en el artículo “Dicen que dicen”, que los bulos son mentiras con alas, y que tienen las alas muy largas, pero, afortunadamente, las patas muy cortas, como mentiras que son; así que se coge un bulo en cuanto se posa; es decir, que los bulos no soportan el más mínimo análisis. Y precisamente, este tipo de bulos, de los que hoy hablamos, tan alarmantes y que implican hechos muy graves de agresiones y muertes, son aún más fáciles de descubrir, pues basta con que recurramos a los medios de comunicación para contrastar la veracidad o falsedad de los comentarios.

El caso es que, a mí, estas historias, sinceramente, me parecen asuntos peligrosos, pues crean una psicosis en la gente que en nada beneficia la convivencia, sino que, al contrario, favorece la aparición y el refuerzo de determinadas actitudes antisociales, como la intolerancia, la xenofobia y el racismo; claro que, seguramente, ése es el objetivo de los que inventan estos bulos. No vamos a negar que la inmigración descontrolada y, sobre todo, las mafias extranjeras están incrementando la inseguridad ciudadana, pero lo que no podemos hacer es echar más leña al fuego con mentiras crueles y vergonzantes. Por eso considero que debemos estar atentos para no tragarnos ni propagar estos comentariosy, comodecíamos hace algún tiempo, hablando de este asunto, “no estaría mal que tomásemos conciencia, que no aceptáramos los bulos, simplemente porque dicen que dicen, y no propagásemos este tipo de noticias, fácilmente reconocibles, ya que, casi siempre, tienen un cierto tufillo de chisme venenoso”.

Cambiando de tema, quiero hablar también de algo que ciertamente no es un cuento y que es, sin duda, altamente peligroso; se trata del estado de nuestro patrimonio histórico. Fíjense, si no, en el caso de la iglesia de Los Dolores, cuyo alero, al desprenderse,no mató a algún viandante de milagro. Afortunadamente no se dio el caso; no faltaría más que, los monumentos que se nos caen a pedazos,nos mataran también a alguno de nosotros. Pues, miren, después de todo, sería como una especie de venganza o castigo de los edificios por el abandono secular al que los tenemos sometidos. Y la iglesia de Los Dolores, en ese sentido, tiene motivos más que suficientes para estar enfadadísima y lanzar sus piedras contra nosotros. Claro que, a lo mejor, la muerte en esas circunstancias es una especie de martirio, pues, al fin y al cabo, se trata de morir por causa de la iglesia…

Pero que, bromas aparte, no tiene ninguna gracia que, literalmente, se nos caigan los monumentos a pedazos. Es verdad que las instituciones han puesto manos a la obra de forma inmediata, pero que tampoco hay que esperar a que haya peligro de muerte para restaurar los edificios, digo yo. Bueno, al menos ya sabemos que las actuaciones en nuestro patrimonio van a llegar a “primera sangre”, como se decía antiguamente en los duelos. Algo es algo.

Supongo que el Delegado de Cultura, que ayer visitó nuestra ciudad, tomaría nota de éste y otros casos parecidos. Y hablando de la visita de la autoridad provincial, sería injusto no destacar algunas de las buenas noticias que trajo para el patrimonio bastetano, como el inicio inminente de las obras en los Baños Árabes y la decisión adoptada, por fin, para la restauración del Palacio de los Enríquez. Tardíos, pero ciertos, al parecer; al menos estos edificios todavía no nos les han caído encima a ningún viandante, aunque, por muy poco.

Pues nada, a ver si, definitivamente, la Administración se toma en serio las necesidades de nuestro patrimonio histórico-artístico, y se restaura y se adecenta de una vez por todas; que acabe para siempre este tema que, como hemos comprobado, se está convirtiendo en un asunto peligroso; que nuestra ciudad pueda lucir algún día su riqueza y sus mejores galas y, sobre todo, que podamos caminar por la calle sin que el arte y la historia bastetana caigan sobre nuestras cabezas.