PLAZA MAYOR

ASUNTOS OTOÑALES

           Generalmente asignamos al otoño unas connotaciones de decadencia, de vida que se apaga, de alegría que se extingue, y casi siempre nos inspira, en consecuencia, una cierta sensación de melancolía y tristeza, muy injustamente por cierto, ya que el otoño en realidad no es el final de nada en el ciclo de la naturaleza, sino una simple preparación para el descanso del invierno, tras el cual, volverá, con la fuerza y el esplendor de siempre, el renacer de la primavera; además, no cabe ninguna duda de que el otoño es una estación de gran belleza y muy especiales encantos.

         Pero bueno, al hablar de asuntos otoñales, mi intención no es hacer referencia a temas bucólicos o líricos; sencillamente quiero repasar los últimos acontecimientos sociales y culturales que han llegado a nosotros coincidiendo con la entrada del otoño, y que no por menos poéticos van a ser menos importantes.

         Por ejemplo, en estas fechas se han cumplido para el gobierno municipal los primeros cien días de cortesía que se les concede a gobernantes y dirigentes antes de hacerles las primeras críticas. Y ¿cuál ha sido, en este caso, el balance? Pues lo de siempre: para unos, muy bien, y para otros, bastante menos bien. Por nuestra parte, creemos que hay que matizar las opiniones de los unos y de los otros. En líneas generales, a mí me parece que se están haciendo y, sobre todo, proyectando cosas muy interesantes y que las expectativas son bastante buenas, aunque es posible que aún sea demasiado pronto para hacer las debidas valoraciones. Ahora bien, sí que tengo que confesar que esperaba una actuación mucho más rápida, intensa y llamativa en una cuestión tan palpable y necesaria como el ornato y la limpieza de la ciudad. No digo yo que no se estén haciendo cosas, pero creo que habrían sido convenientes algunas medidas  extraordinarias que hubiesen dejado muy claras las intenciones de este Ayuntamiento con respecto al sempiterno problema del ornato y la limpieza. A lo mejor prefieren llevar este asunto con paso tranquilo y buena letra, o, quién sabe, puede que solo se trate de apreciaciones mías; pues nada, tiempo al tiempo y a ver qué pasa.

         Otro asunto otoñal, bastante triste por cierto, ha sido la marcha definitiva de José Gibert, el profesor que descubrió el “Hombre de Orce”. Cuando las personas nos abandonan para siempre, lo normal es deshacerse en elogios, ponderar sus muchas cualidades y destacar lo buenas que eran. Lástima que no seamos igual de generosos en nuestras consideraciones con las personas vivas. Lo cierto es que no conocí demasiado al profesor Gibert, pero a nadie escapa la gran importancia de su labor científica, y, como tuve la suerte de coincidir con él en un par de programas de radio, he de confesar que, además de su sabiduría, me sorprendieron especialmente su amabilidad, su sencillez y el amor que sentía por nuestra tierra. Nuestro adiós y nuestro reconocimiento a este gran hombre que, sin ninguna duda, quedará ligado para siempre a nuestro pasado y a nuestro futuro.

         Otros muchos temas de estos últimos días merecen ser destacados, por ejemplo, la reanudación de las tareas escolares en los distintos centros, entre ellos la Escuela de Idiomas, que en este curso inicia su andadura; o las buenas noticias sobre importantes rehabilitaciones, como la de la casa de Cervantes, ya en marcha,  y la de la Alcazaba, que se iniciará próximamente; y otros muchos proyectos que sería largo enumerar aquí. Por cierto, que, en otro orden de cosas, en estos días se cumple el veinte aniversario de la fundación de la Casa Andaluza de Baza en Cataluña. Nuestra felicitación y nuestros mejores deseos de felicidad (y de continuidad) para todos nuestros amigos de aquella Casa a la que tanto apreciamos.

         Y he dejado para el final un asunto de gran importancia y que, desde siempre, ha sido motivo de preocupación destacada de esta Plaza Mayor. Me refiero, cómo no, al tren. Y es que parece ser que, por fin ¡el tren se mueve! En su visita a Baza, el Consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, y el delegado de Obras Públicas de Almería, Luis Caparrós, entre otras cosas, confirmaron que está en marcha el estudio de viabilidad para la reapertura de la línea de ferrocarril Guadix-Almendricos, tal como se recoge en el POTA y en otros planes de infraestructuras y ordenación territorial. Esta reapertura, se dice, está siendo intensamente reclamada por las asociaciones de empresarios y los municipios de Murcia y Almería implicados en el tema. Bueno, también se incluye en esta reclamación a los ayuntamientos de nuestra comarca… Pues, si lo dicen, la habrán hecho, aunque me da la impresión de que no demasiado intensamente. Lo que está claro, al menos, es que, inexplicablemente, nuestro Ayuntamiento no ha sido uno de los abanderados en esta lucha, nunca entenderé muy bien por qué. A ver si, ahora que el ferrocarril se mueve de nuevo, se apoya desde Baza este asunto con todo el convencimiento y la máxima decisión. No olvidemos que el progreso, el desarrollo y la modernidad no se conciben sin la presencia del tren.

Esperemos, pues, que ese estudio de viabilidad resulte viable y tengamos vía en un futuro no muy lejano. Ojalá no vuelva a primar el asunto de la rentabilidad económica y sí las razones de desarrollo, equilibrio y justicia social. Así lo esperamos. De todos modos, mientras sí o mientras no, que ustedes lo pasen muy bien y que sigan disfrutando felizmente de la belleza y de los especiales encantos del otoño.