PLAZA MAYOR

Una sección de Francisco Arias
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CULTURA Y TURISMO

        Es justo reconocer la destacada labor que viene desarrollando la Asociación de Empresarios del Altiplano en pro del desarrollo socioeconómico de nuestra ciudad y de nuestra comarca. Y justo es, también, que reconozcamos y agradezcamos el  esfuerzo, la ilusión y el acierto con que están llevando a cabo sus diversas e interesantes actividades. Nuestra felicitación a todos, a su presidente, Simón Maestra, a los componentes de la junta directiva y, cómo no, a todos los empresarios y comerciantes asociados; están demostrando, sin duda, que ese carácter poco solidario y poco favorable al asociacionismo que se nos ha atribuido desde siempre es ya, afortunadamente, cosa del pasado.

         Y es que el desarrollo es como una gran roca que tenemos que empujar y hacer avanzar entre todos. Si no empujamos todos a una, difícilmente conseguiremos avanzar. Pues imagínense, si además de empujar a destiempo, empujamos cada uno en distinta dirección; a ver quién mueve entonces esa roca del progreso. Por eso resulta imprescindible la solidaridad y el consenso, y por eso tenemos que tener siempre presente que la unión hace la fuerza, y que el trabajo en equipo es un derecho y un deber ineludible.

         Una de las últimas actuaciones llevada a cabo por la Asociación de Empresarios ha sido un acuerdo de colaboración con la Fundación Andaluza para la Promoción y el Desarrollo de Empleo, con el fin de trabajar conjuntamente por el progreso de nuestra comarca. Ya desde hace algunas semanas, la Fundación y la Asociación están celebrando conjuntamente unas jornadas encaminadas a promocionar el turismo; dichas jornadas, con la denominación de “El agua y la cultura. Transferencia de buenas prácticas en materia turística”, se han desarrollado en el hotel “La Alcanacia”, y han puesto de relieve las muchas posibilidades del turismo en nuestra comarca; estas jornadas, que precisamente se clausuraron ayer, además de resultar muy interesantes, nos han permitido a todos los participantes disfrutar una vez más del incomparable entorno y las magníficas instalaciones de “La Alcanacia”. Y es que, hablando de turismo rural, este hotel, situado junto a los baños de Zújar, es, sin duda, un excelente ejemplo de calidad y de buen gusto.

         Pues bien, el hecho es que, afortunadamente para nosotros, las tendencias del turismo están cambiando en estos últimos tiempos. Junto al turismo tradicional de ciudades monumentales y de artificiales paraísos playeros, totalmente ajeno, por lo general, al entorno sociocultural de los países visitados, cada día proliferan más los turistas que buscan una actividad mucho más integrada y preocupada por la naturaleza, por el entorno, la cultura autóctona, las relaciones sociales e, incluso, la solidaridad. Y para este tipo de actividad turística se buscan especialmente espacios naturales poco explotados, con paisajes diferentes, con ricas y singulares tradiciones, con atractiva gastronomía, etc., y con una mínima oferta de ocio y de actividades culturales. Surgen así unas nuevas tendencias turísticas, como el turismo rural, el turismo de la naturaleza, el turismo ecológico, el turismo gastronómico y enológico, turismo de balneario, turismo de fiestas, turismo arqueológico, etc., etc., todas ellas consecuencias de un nuevo turismo cultural, que otorga a la cultura unos valores mucho más amplios e intensos que aquellos que asumía en el masificado “turismo de postal”. Y si poco o nada teníamos que decir antes, en ese turismo de ciudades monumentales y grandes museos, y en aquel otro de maravillosos paraísos artificiales, ante estas nuevas demandas del turismo cultural, resulta que nuestras posibilidades se han acrecentado inmensamente, y ahora sí que tenemos importantes y numerosos elementos que ofrecer en el sector turístico, como nuestro entorno natural, nuestras fiestas y tradiciones, nuestra riqueza cultural, los yacimientos arqueológicos, la gastronomía, el atractivo alojamiento de las casas-cueva, y otros muchos elementos muy valorados por el turismo en la actualidad.

         Y todo ello confirma, por lo tanto, que el turismo puede y debe ser uno de los pilares fundamentales de nuestro desarrollo, y aunque ya existen en la comarca diversas iniciativas que están funcionando bastante bien, es necesario que sigamos trabajando en este sentido con total firmeza y decisión. Desde mi punto de vista, considero importante tener especialmente en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, es fundamental que todos estemos absolutamente convencidos de nuestras inmensas posibilidades; para convencer a los demás, antes tenemos que creérnoslo nosotros. Luego, es también necesario que, como he dicho anteriormente, seamos capaces de aunar esfuerzos y voluntades, y que trabajemos conjuntamente planteando objetivos e iniciativas comunes. Asimismo, si queremos que vengan a vernos, tendremos que hacer todo lo posible para que nuestros pueblos, nuestros monumentos y nuestro entorno estén siempre en perfecto estado de revista. Y, por último, no hay que olvidar lo importante que es en esta actividad el contar con un personal cualificado, con una adecuada formación profesional y capacitado para ofrecer un servicio de calidad. Si observamos esas condiciones, no cabe la menor duda de que nuestra oferta turística será cada día más atractiva y contribuirá significativamente al desarrollo y al progreso de nuestra ciudad y de nuestra comarca. Por supuesto que será imprescindible la ayuda de la Administración Pública, que nos consta que está muy volcada en el desarrollo turístico de nuestra zona, como decisiva debe ser también la labor de la Asociación de Empresarios, sobre todo, en lo que respecta a las tareas de formación, información y asesoramiento, y de coordinación de las iniciativas existentes y de las muchas que, con toda seguridad, van a surgir en las comarcas del Altiplano.