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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Acequias, caños, fuentes, sorbetes

La riqueza de agua en Baza, en todo momento, ha estado canalizada en sus acequias, de las que algunas han surcado la población, tanto para consumo humano, como animal, habiendo prestado en determinados momentos un papel necesario como fuerza motriz.

Sólo quiero centrarme en los llamados Caz Mayor y Caz Alto para ver como el primero, tras pasar por la Rivera y hacer de fuerza motriz a los molinos harineros de aquella zona, entraba en la población llenando los aljibes de la Casa Palacio de los Enríquez y, tras cruzar lo que hoy es la cuesta que toma el nombre de Caños Dorados, alimentando su caudal las bocas de los cuatro leones que manaban en el mismo. Sigue este Caz bordeando la Alcazaba y daba fuerza motriz, en el callejón de Boliche, a otro molino harinero, para seguir metros más abajo dando su fuerza al molino de la calle Tenerías y agua al caño del mismo nombre. Esta misma corriente dejaba otro poco de su caudal, en un desaparecido pilón en lo que hoy es Plaza de la Cruz Verde (junto al huerto de los Dengras), donde se celebraba la Feria de Ganado, y seguía su curso dando fuerza motriz al molino de los Viñeglas, una nueva sangría en un pilón sito entre Tras Tercia y San Lázaro, para desembocar en la vega. ¡Qué magnífico recorrido de vida en todo su trayecto!

El Caz Alto no es tan meritorio, pero surcaba gran parte de las Cuevas de la Arena y Llanos del Ángel a pecho descubierto, y del mismo tomaban el agua los vecinos de la zona. Bajaba por la zona del Molino de Buenavista, dando energía al mismo, y en su discurrir alimentó el Caño de San Sebastián, para llegar a la zona del Copetín donde vertían finalmente sus aguas, regando esa parte de la vega.

Plaza de la Cascada. Fuente año 1930

Con el establecimiento de los depósitos de la Mancoba, la parte de la zona inferior quedó abastecida, y con el proyecto se establecieron y construyeron dieciocho fuentes (años 30 y 31), siendo unas ornamentales -Alameda y Plaza Mayor (5)- y otras 13 de servicio para personas y animales. Nos han llegado entre ellas: Mancoba, Rabalía, Agua, Yeseros, Santiago, Solares, Humilladero, Cascada, Moriscos, Santo Domingo, Corredera y Plaza de Abastos.

Fente Grande Paseo Alameda. Inaugurada en 1930-31 La instalación del agua potable en las casas hizo desaparecer poco a poco el uso de estas fuentes para toma de agua para el consumo humano, por lo que en algunos casos, fueron hermoseadas, caso de la hoy extinta Cascada, quedando los Moriscos y Santo Domingo. Otras se han perdido definitivamente (Plaza de Abastos y Corredera) o han dejado de manar agua: calle Yegros.

En el año 1993 la Escuela Taller Dama de Baza restauró algunas de ellas, como la del Humilladero; reinstaló otras, como la de Plaza de la Merced, o las rehizo, como la del Espíritu Santo o la de subida a Plaza de Toros (Carretera Vieja de Granada)*.

En todos los puntos en los que había toma de agua, al ir perdiendo su primitivo uso estas fuentes, quedaron instalados sorbetes, de los que hoy he contabilizado más de 22, pues aparte de los de la calle Hiladores (hoy en Avenida José de Mora), Alameda y Plaza de las Eras, los hay instalados en nuevos parques y en los centros escolares.

Todos manan y todos ellos nos dan muestra de la grandeza del agua en nuestra ciudad. ¿Quién no ha calmado su sed en alguna de ellas?

 
* Hoy Avenida Atleta José Luis Martínez y dando el nombre a la barriada: Caño Valero