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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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LA FABRICACIÓN DE CAL. LAS CALERAS

Artículo publicado originalmente en la revista "El Norte" correspondiente a la segunda quincena de abril de 2005

Desde tiempo inmemorial han existido en Baza las fábricas de obtención de cal, tanto para la construcción, como para el blanqueo de las fachadas, tapias, etc. Estas industrias han tenido siempre sus nombres vinculados a los de las familias que las regentaban; así, recuerdo las de la familia MORENO, junto a la Plaza de Toros, y las de la familia GEA, estas últimas sitas en la finca existente entre el puente de la carretera de Granada, llamado así en honor a esta familia (Puente de los Gea) y el camino de la Alcrebite.

Las iniciaron en el año 1903 los hermanos Antonio y Manuel Gea Cano, quienes las construyeron en este paraje del Copetín Alto. La piedra caliza procedía de las canteras situadas en la parte baja de la Sierra de Baza, junto a la carretera de Granada, y era traída mediante carros arrastrados por mulos o bueyes, ya que se transportaba en grandes bloques.

Una vez en la industria se procedía manualmente a achicarla mediante marros de hierro y, posteriormente, en espuertas, se echaba a los calerines, que eran unos hornos, con casi seis metros de alto por dos de ancho, en los que tras una capa de piedra se echaba otra de leña. Las capas eran pinchadas de cuando en cuando fomentando la cocción lenta de la piedra que, finalmente, se extraía para extenderla en amplias superficies, enfriándolas con agua y finalmente derniéndola para limpiarla de impurezas.

Piedra del molino de trituración de la calera de los Geas

Esta cal es la que se empleaba en las obras de construcción, o en el blanqueo de casas, tapias, etc. En la construcción se mezclaba y se hacía con una palada de cal, dos o tres de arena, y agua. El resultado era excepcional, por la dureza y consistencia una vez fraguada. A esta mezcla la llamaban "mortero".

Sucedió en esta empresa a D. Manuel Gea Cano, su hijo, Manuel Gea Montoya, quien mantuvo la fábrica de cal para la construcción hasta los años 70. Se recuerdan de esta industria los obreros Tomás Peñalver, Manuel Gavilán y Rafael Molina, entre otros.

En esta industria también se hacía la cal hidráulica, cal totalmente distinta a la anterior, pues esta incluso fragua bajo el agua. Se empleaba una piedra de color oro viejo, extraída de la cantera sita en el término municipal de Zújar, en el pago de Los Tramposos. Esta piedra, en vez de quemarla con leña, se quemaba en apas de carbonilla (escoria que quedaba del consumo del carbón en las máquinas de tren). Dicha piedra se molía con piedras cónicas y circulares de enorme peso que trituraban la piedra hasta convertirla en polvo; estas piedras eran movidas por animales, de la misma forma que los molinos aceiteros antiguos. Después de ser cernida era muy apreciada en la construcción.

Como la cal anterior dejó de fabricarse por la llegada del todopoderoso cemento a la construcción.

Puente conocido como "de los Geas", en recuerdo de aquella familia dedicada a la producción de cal en nuestra ciudad

De las dos caleras de la familia Moreno, sitas en la Plaza de Toros, una era de Manuel Moreno Castellano, al que sucedió su hijo, Jacinto Moreno González, y la otra, de Jacinto Moreno Castellano, al que sucedió su esposa Gloria Pérez. Como en las caleras de los Gea, con la piedra zabrojeña, quemada con la carbonilla, obtenían la cal hidráulica, y con la piedra caliza, quemada con leña, obtenían la cal de blanqueo. Estas caleras estuvieron en producción hasta los años 80.