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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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EL RELOJ

Bajo este cielo limpio de las tan deseadas nubes, se siente el sonar del carillón instalado por el Santón en la pseudoiglesia sita en las Cuevas. Es un sonido dulce y a la vez agradable, pero sobre todo nítido, que nos indica la hora en nuestra ciudad.

Y es que, desde la desamortización de Mendizábal y la separación de los poderes de la Iglesia y el Estado (Siglo XVIII), el municipio no se ha dignado a tener un reloj en propiedad.

Y decimos esto porque, de los datos encontrados, lo más que ha hecho el municipio ha sido quedarse con las instalaciones del reloj sito en la torre de la Iglesia Mayor, ya que después de unos años de no funcionar decidió quedarse con el mismo, a vista de la desidia de la Iglesia en el arreglo.

 

El reloj de la torre aparece ya en las actas de Cabildo de Canónigos de la Colegiata, en el año de 1580/ acta de 27 de febrero, luego es de propiedad de la Iglesia.

Pero el dato más concluyente de la propiedad del reloj instalado en la torre de la Colegiata, es la nota del citado libro de Cabildo de Canónigos, en la que se puede leer que el reloj fue instalado siendo Abad don Felipe de Acuenza, año de 1.759. En estos días se acuerdapor el Ayuntamiento instalar un RELOJ PROPIEDAD MUNICIPAL en la parte superior del edificio de la Casa Consistorial, e incluso, se llega a hacer un boceto de cómo queda la fachada.

Dibujo del reloj sobre el edificio del Ayuntamiento. 1890

 

Durante mucho tiempo ha estado el reloj sufragado por el Ayuntamiento, desde el año 1909 y, posteriormente, y en vista de los atrasos que tenía el mismo, se volvió a adquirir por las arcas municipales uno a la Casa Cronos, en el año 1.980.

En estas fechas se propuso por el Concejal D. Simón Maestra Pérez, del grupo UCD, el que se reparase el viejo y se instalase en el barrio de las Cuevas, pues los vecinos de la misma tenían también derecho a escuchar las horas.

Pero ha sido en estos días cuando esto se ha logrado, y es que hay un refrán que dice: HÁGASE EL MILAGRO SEA EL SANTO QUE SEA. Y en este caso ha sido el Santón.