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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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TEJAS Y LADRILLOS

Artículo publicado originalmente en la revista "El Norte" correspondiente a la primera quincena de febrero de 2005

Desde los años 20, hasta los 60, BAZA, estaba muy bien  abastecida  en materiales de construcción, teja  y  ladrillo. Disponía de una fábrica  situada entre la calle  de la Corredera y la calle de las Parras, al final de la misma, que era propiedad de D.Pedro Romo Moya, siendo conocida por todos los  habitantes tanto de Baza, como de las comarcas vecinas, por la calidad de su producción. Teja y ladrillo eran elaborados en un horno de cocción lenta  y la cerámica más próxima, con este sistema, estaba en  Bailén.  Surtía a una gran zona de  teja árabe pues, por su gran calidad,  este producto les era demandado  continuamente. El nombre de Baza era famoso por su teja, (aún hoy día, cuando se  pretende echar abajo alguna vivienda de esta ciudad, o en los pueblos vecinos, lo primero que se procura es salvaguardar esta teja de la cerámica de Pedro Romo) .

Esposa de Romo y sus nietos sobre algunos ladrillos de la fábrica

Pedro Romo, entre otros, ante una hornada de tejas.

Otro de sus productos eran las rasillas, el ladrillo hueco o las gafas. Se cargaba una vez al mes, cerrando las bocas; los elementos para la cocción eran, aparte de la leña, el orujo,  la cáscara de almendra y los desechos combustibles provenientes de la fábrica azucarera. El fallecimiento a edad temprana del propietario (53 años) hizo que esta fábrica cerrara a inicios de los años 60. Dejó esposa y 4 hijos. Aún hoy se recuerda el lugar donde estuvo instalada, con el nombre de “Huerta de las Tejas”.
 

LA CERÁMICA "SANTA BÁRBARA"

Previendo un despegue industrial en Baza, en el año 1.953, los hermanos  Miñarro-Segura, de Lorca,  y el industrial bastetano  Luis Trujillo, adquieren una parcela en la Carretera de Caniles, km.1.500 y, previos los oportunos permisos, instalan una fábrica de  ladrillo, bajo el nombre de  “Miñarro y Trujillo Cerámica Santa  Bárbara”.

Inicia su producción en ladrillo en el año 1.954, pero pronto se ve que la construcción en Baza no ha levantado. Se acumulan durante los meses de invierno los  productos obtenidos en el periodo de otoño y se ha de paralizar la producción en invierno, por la no salida de  materiales (ladrillo  hueco,  macizo y teja plana).

Se pone al frente de la misma un joven, Juan García Marhuenda, quien intenta  relanzar las ventas, pero la verdad es que no hay consumo.

Restos de la antigua fábrica. La chimenea queda como testigo mudo de una gran cerámica
Anuncio de la época La construcción  no ha despegado en esta ciudad. Pasa entonces a gerente D. Ginés Terol Jiménez  y quedan como únicos propietarios los Hermanos Miñarro.  A principio de los años 70, cierra definitivamente la escasa producción.