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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Aquellas malintencionadas "RAÍCES"

Se ha convertido en algo habitual en estos últimos años, ahora que llegan nuestras fiestas principales, la presencia de las cámaras televisivas, de Canal Sur, de Localia, entre otras, con la intención de difundir imágenes del Cascamorras, tanto en Guadix como en Baza. Llegarán estas tomas a toda Andalucía e incluso a toda España y en ellas se verá el espíritu real de una fiesta cívica y entrañable, como es la salida del personaje desde Guadix, el acompañamiento del abanderado y el tamborilero, su llegada a Baza por Las Arrodeas, su recibimiento, su paseo por la ciudad, las peticiones de jura de bandera, su llegada y asilo en el convento de la Merced, el acompañamiento a la procesión y, finalmente, el regreso a las tierras accitanas y el recibimiento que le dan en las mismas.

Ahora que se han sobrepasado los treinta años de aquel atropello, visto en la distancia, podemos seguir afirmando con rotundidad que nada tiene que ver esta entrañable fiesta secular de dos ciudades hermanas, con el reportaje "El Cascamorra" que emitió Televisión Española, dentro de la serie "Raíces", en el año 1976, y que tanto daño hizo a nuestra fiesta y a dos ciudades hermanas. Es más, hoy día podemos hablar ya de una Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Aún recuerdo la nota emitida por TVE, en el año 1981, en la que comunicaba que la reposición del programa "El Cascamorra" que un lustro antes se había realizado dentro de la serie "Raíces", se había aplazado por la dirección de la cadena estatal . En aquellos años ya había más libertad y más conciencia del daño que se nos había hecho con la emisión de este reportaje cinco años antes.

Las cosas han cambiado ya radicalmente. Ahora el Cascamorras lucha por convertirse en Fiesta de Interés Internacional.

Fueron los ciudadanos de Guadix y Baza y sus instituciones, quienes mandaron cientos de telegramas, cartas y llamadas telefónicas de protesta, a los directivos de RTVE, a diversas autoridades provinciales y nacionales, quienes se vieron involucradas por la sociedad en este tema. Con ellas se perseguían dos objetivos: primero, poner de manifiesto la falsedad del programa realizado sobre nuestra fiesta y, segundo, aclarar para sucesivas emisiones televisadas, cuál era el verdadero sentido y carácter de la celebración.

Se logró suspender la reposición del referido reportaje y, el entonces Presidente del Gobierno, don Leopoldo Calvo Sotelo, llegó a recibir y hacer pública en la prensa una carta de los radioaficionados bastetanos en la que se aclaraba como el malogrado episodio de la serie "Raíces" estuvo amañado, con confusión de escenarios, utilización de un personaje beodo y minusválido contra el que se hacía una total negación de derechos humanos.

En este reportaje, filmado durante las fiestas del año 1975, su director había realizado montajes, de cara a las cámaras, en los que se veían como personajes feroces a los bastetanos que recibían al Cascamorras; todo eran agresiones físicas a un minusválido que incluso llegó a vomitar, no por las inexistentes agresiones de los bastetanos, sino por la ingesta de alcohol que le hicieron tomar los promotores del programa televisivo. Querían sacar episodios crueles, donde solo ha habido siempre alegría en el inicio de unas fiestas. Acentuaban las tomas y el comentario que las acompañaba, un sentido trágico, un tullido bufón en medio de malvados. Y qué decir de las gitanas que incluyó en el reportaje, totalmente ajenas a la fiesta. Aberrante. Eso era lo que querían transmitir, apaleamiento de un ser humano por un pueblo enardecido por el alcohol... Cuán falso, triste e hiriente fue este reportaje con el que la RTVE puso en la picota a dos pueblos hermanos.

Incluso en mi esfera personal recuerdo la llamada de un compañero que me dijo "Hombre, Gallego, ¿es cierto que en tu pueblo matáis a un pobre hombre para empezar las fiestas?" Cuántos desmentidos hube de dar en aquellos días. Cuánto daño nos causó un reportaje televisivo en el que todo se desvirtuó para darle una apariencia real ante las cámaras, y ante una audiencia que hay que mantener embobada ante la pantalla viendo, no la fiesta, sino la ignominia que dos pueblos hacen con un "pobre hombre".

Cuanto se ha luchado por estas dos poblaciones hermanas para "desfacer este entuerto" que dirían los clásicos.

Han pasado treinta años y aún me duele la herida que como bastetano me causaron. Y es que una cosa es informar y otra falsear una realidad para lograr más impacto en la audiencia.

Una redactora de un conocido canal televisivo en la fiesta del Cascamorras

Un bonito detalle del Cascamorras 2006. El protagonista ayuda a beber agua a uno de sus acompañantes. La relación con el personaje es ejemplar.