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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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SANTA BÁRBARA

Publicado originalmente en el desaparecido Boletín de Noticias, en el número de diciembre de 2005

El próximo día 4 de diciembre celebraremos nuevamente la fecha en la que las tropas de los Reyes Católicos tomaron esta ciudad. Un día antes habremos asistido a la tremolación del Estandarte Real desde los balcones del viejo Ayuntamiento.

Ello me lleva a recordar otros años en los que había tanto actividades religiosas como cívicas para festejar estas efemérides.

Santa Bárbara, aparte de ser nuestra Patrona oficial, lo es también del Cuerpo de Artillería, así como el de los Ingenieros de Minas y, según su historia, lo ha sido también de los gremios de arqueros, ballesteros y culebrineros del siglo XIV.

En el día de la Toma de Baza era su fiesta, de aquí que se le nombrara patrona de esta ciudad. Hay un gran refrán que dice “no nos acordamos de Santa Bárbara, hasta que truena”, y, en verdad, que bien poco conocimiento se tiene de esta Santa y Mártir que con 16 años abrazó el Cristianismo (religión nueva en aquellos días). Su padre, Dióscoro, que profesaba el paganismo, al oírla decir que por nada y por nadie cambiaría su creencia en Cristo, la mandó encerrar en el castillo de Nicomedia y, cuando la visitaba, le hacia siempre la misma proposición “libertad a cambio de abjurar de la religión cristiana”. Como la respuesta, era siempre la misma, la maltrataba e injuriaba. Finalmente, en una de sus visitas, viendo la decisión irrevocable de su hija, con su misma espada le cortó la cabeza. Así en la iconografía de esta Santa siempre aparece el castillo y la palma del martirio.

Baza, desde su reconquista, siempre le ha tenido por su Patrona. Hay bastantes notas en el Archivo Histórico Municipal, que hacen referencia a los cultos a esta Virgen y Mártir; así se recogen actas en las que se cita que la imagen, regalada a la ciudad, por Doña Maria de Luna, debía de ser para las procesiones. También hay otros documentos que dicen ”que los Señores de la ciudad” habían encargado otra imagen.

Debieron considerar tal  imagen no era del gusto de  los tiempos, o tal vez porque estaba deteriorada, es por lo que deciden el hacer otra. En el año de 1756, aparecen unos gastos celebrados con motivo de las  funciones en su honor, y  que en el año 1755 ya se había instalado esta imagen en el Ayuntamiento y hay constancia de que se le encargó al artífice, don Thomas de Torres, vecino de Almería, que la haría con sobre oro de 48 pesos, y que se remitiría esta con el debido cuidado y con persona de seguridad. Reconociéndose la consideración y esmero del artífice, consta el pago de 600 reales por esta imagen, habiéndose despachado tres libramientos de 200 reales cada uno.


En los años 1950, a 1960, tanto la Iglesia como el Ayuntamiento rivalizaban en las fiestas, tanto religiosas como civiles, por estos días, así lo vemos tanto en los Cultos que se celebran en su honor, como en el programa municipal de actos para celebrar dichos días.

Esperemos que no se pierda la tradición de siglos en nuestra ciudad.