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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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 LA CEREGULOSA

Artículo publicado originalmente en la revista El Norte, en el número correspondiente a la 1ª quincena de julio de 2005

Sobre el año 1910, se instala en nuestra ciudad una floreciente industria farmacéutica, en la calle del Agua, número 2, regentada por el químico y farmacéutico D.Salvador Sánchez Ortiz.

Se inicia con una especialidad, La Ceregulosa,alimento para enfermos, por su contenido de cereales, miel, y azúcares, que era complemento de la nutrición infantil de la época.

Visto del magnifico resultado de este producto, se amplia el laboratorio, con la producción de Calcio Ortiz, una solución estéril de canfosulfonato de calcio al 10%, para alivio de  la estructura ósea; luego con las especialidades de Optobalsan inyecciones (Optoquina y balsámicos en aceite) para las afecciones bronquio pulmonares en general, y con el Oftalmohazedol, que era una preparación especial para lavados oculares.

En su época de máximo esplendor llegó a tener en plantilla 15 trabajadores, y tras la muerte de su fundador siguió a nombre de la viuda, y posteriormente a nombre del hijo D. Antonio Sánchez Carrillo, farmacéutico y químico, aun cuando su verdadera vocación era la literatura. En el año 1951, logra el que la Dirección General del Registro Civil le amplíe el primer apellido con el de su padre, Ortiz, y desde entonces, sería conocido como Sánchez Ortiz Carrillo. El libro “Poesía Científica o Química Camelística”, editado en el año 1923, lo dedica a “los autores de la Ceregulosa, a mi padre y a su esposa.”

Entre los muchos trabajadores de esta industria químico-farmacéutica, se recuerdan a  las hermanas, Tomasa y Ángeles Sánchez Sánchez, y a Paquita y Luisa, quienes al cierre de los laboratorios marcharon a Suiza, donde pronto encontraron trabajo en la industria farmacéutica. Entre los contables de esta empresa, lo fueron Manuel Machado Anguita, Juan Mateos y Mariano Sánchez Morenilla.

Una magnifica industria que se perdió en el año 1963, por el imparable avance de la penicilina -que lo curaba todo- según decían y por el fallecimiento del químico farmacéutico D. Antonio Sánchez Ortiz Carrillo. Otra pérdida para nuestra población.

 

Arriba los productos que elaboraban los laboratorios Sánchez Ortiz en Baza. A la izquierda, portada del libro “Poesía científica o el arte de ser analista-química camelística”, de D. Antonio Sánchez Carrillo (Ceregulosa). Abajo, dos estrofas del referido libro

DEFINICIÓN
Es la parte de la ciencia
Que se ocupa en demostrar,
cuales cuerpos (en conciencia)
tiene un compuesto a estudiar.
CUALITATIVO, será
Si sólo hace investigar
Qué elementos contendrá
Lo que se va a analizar;
mas si acertar se desea
el número relativo
que de cada uno posea
pasa a ser CUANTITATIVO.
 
CONSEJOS
Para ser buen analista
lo primero que hay que hacer
es resultar un artista
en aquello delsaber
tal ciencia, de cabo a rabo,
pues si el socio sale un pez,
o es un Químico de a chavo
no se untará de una vez;
mas si por Laboratorio
usarlo Faber le place (…)