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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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 TALLERES DE MECÁNICA Y ELECTRICIDAD DEL AUTOMÓVIL

Artículo publicado originalmente en la sección Memoria y Opinión, de la revista 'El Norte', en la segunda quincena de febrero de 2005

Desde el año 1945,y hasta bien entrado el año 1962, existía en nuestra ciudad un punto donde se establecían todas las pequeñas industria relacionadas con la automoción. Este punto era  carretera de Granada, y la calle Corredera, a cuyos lados estaban los surtidores 111 y 112, así como los talleres de José Moreno Bermejo, en mecánica, los de Agustín Meca, en electricidad, y los recauchutados de Fernando Martínez Pérez.

En ellos se han forjado todos los que hoy en día son titulares de un taller, bien de electricidad, o bien de mecánica del automóvil.

Recordamos en estas líneas al taller de José Moreno, como el primero existente en esta ciudad. Estaba justo enfrente de los Talleres de electricidad Meca y podemos fijar su ubicación en lo que hoy es la pensión Vico; entre el personal que ha  pasado por el mismo, vemos en esta foto a  José Moreno (hijo), a un cliente, a su titular José Moreno Bermejo, a un cliente, a Juan García Belmonte, a Manuel García López (Manele), a José Mateos Pizarro, y a Rafael Martínez (hijo de Leopoldo, el de la Autedia).

En estas fechas, y en la Carrera de Palacio, había otro taller mecánico, pero era de uso exclusivo, para los vehículos de D. Antonio Garro Segura, y los camiones de la fábrica de la Ribera, a los que conocíamos como de la Heredera; este taller era llevado por Vicente Quirante y casi siempre tenía en la puerta al camión que conducía el Navillo, lo que impedía que esa parte de la Carrera de Palacio, la pudiéramos utilizar como campo de fútbol. En el taller de Agustín Meca Aragón, se forjaron los  electricistas-especialistas en automóvil: Luis Mateos Carrascosa, Jesús Gutiérrez Castellano, sus hijos Agustín y Juan Meca; también pasaron por su taller Manuel Hernández Cazorla, Manuel Ujaque, el llamado Torcuato y otros muchos que fueron después maestros de talleres de electricidad del automóvil. El taller estaba a la entrada a Baza, por la carretera de Granada, lindando justo con el callejon de salida de emergencia del Teatro Dengra.

Aparte de la electricidad, este señor tenía una industria de parches, tanto para las cámaras de las ruedas de bicicleta, como de turismos. Su socio en esta pequeña industria era José García Rodríguez, que también tenía en esta ciudad calzados “La Goma”, por eso el nombre del producto era MEGAR: ( Meca) y GAR ( García).