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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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PANADERIAS BASTETANAS DEL SIGLO XX (2ª parte)

Artículo publicado en la publicación El Norte de la segunda quincena de mayo de 2008

Como ha quedado sobradamente demostrado en la primera parte de este artículo, que publicábamos en la primera quincena de mayo, nuestra ciudad ha sido muy prolífica  en cuanto a la instalación de establecimientos para la elaboración y, posteriormente, la venta del pan durante el siglo pasado. Gran parte de estas panaderías, igual que iniciaban su andadura, tenían que cerrar las puertas años después por diferentes motivos. Atrás quedan nombres muy conocidos, casi familias enteras dedicadas a dotar a Baza de este alimento imprescindible.

No obstante, a lo largo de la centuria pasada, también abrían sus puertas una serie de panaderías, algunas en principio como simples hornos de pan cocer que recibieron la autorización para la venta de pan, que todavía ahora, en los primeros años del siglo XXI siguen funcionando mirando al futuro con esperanzas de perdurar muchos lustros más. En la mayoría de los casos, nuestros panaderos pertenecen a diversas sagas de grandes nombres de este sector. Lo más característico que encontramos es que los hijos hayan sustituído a los padres en las puertas de los hornos, y que los nietos de aquellos estén ya preparados para continuar la empresa mientras van creciendo los biznietos junto a la harina. Las panaderías son, esencialmente, negocios familiares en los que incluso se implican a los cónyuges y familiares cercanos.

Establecimiento de "la Pica", en la Huerta del Pino. En gran parte de los casos, podríamos decir sin riesgo de equivocarnos que en todos, la evolución en los medios de producción es notable. Atrás han quedado los hornos de leña y otros combustibles se han impuesto en la fabricación del pan. Gran evolución se ha apreciado también en la cantidad de productos que nos ofrecen las panaderías. Del más tradicional pan, en sus diferentes pesos y formas, se ha pasado a los dulces más variados, al chocolate en variadísimas ofertas, etc. etc. Incluso muchos han introducido entre sus suculentos productos, los pasteles.

Pero el principal objetivo de esta segunda parte de nuestro trabajo es hacer una fotografía escrita del panorama de las panaderías en la actualidad. Vamos a ello.

Para hacer una descripción de lo que son y han sido las panaderías que hoy en día todavía abren sus puertas en nuestra ciudad, la dividíamos en tres secciones, precisamente a la vista de la ubicación de estos establecimientos. La zona A irá desde la línea de la Atalaya hasta la que marca la antigua vía del tren. La B será la que se sitúe desde la primera línea hasta una línea imaginaria que conformarían la carretera de Caniles y la carretera de Granada; y la C, desde allí hasta la vega.

Panaderías "La Pica"

La zona A ha sido siempre la menos poblada. No encontramos en ella ni una tahona, ni horno de pan o panadería hasta el año q918, fecha en la que figura la que es propiedad de Ramona Villegas Martínez, más conocida como “la tía Pica”. Ubicada en la Plaza de Toros s/n, primero fue horno de pan cocer y luego se autorizó para la venta al público . Aunque la panadería fue inscrita tras la Guerra Civil bajo el nombre de su yerno, Antonio Martínez Ortiz, casado con María Blánquez, hija de “La Pica”, el establecimiento sigue siendo conocido con esta denominación tan característica. A la muerte de Antonio, la regentó María “La Pica”. Finalmente sus hijas: Pilar Martínez Blánquez “pilo, la Pica” y María Ángeles “La Pica”, deciden establecerse por separado, pero manteniendo ambas el nombre de la panadería de la abuela “La Pica”. Una se localiza en el Llano del Ángel, concretamente en la calle Cantabria nº 1, y la otra en la Huerta del Pino, en la calle Ciprés. Ambas disponen de obrador de bollería y pastelería y de reparto a domicilio. Un negocio panadero y un apodo que dura más de un siglo en la familia. Y lo que queda.

De izquierda a derecha: María Blánquez Lara; su hija, Pilar Martínez Blánquez, conocida como Pilo “la Pica”; su marido, Antonio Martínez Ortiz; y otra  de sus hijas, María de los Ángeles, “La Pica”. Establecimiento de "la Pica", en la Huerta del Pino.
 
II

Panadería "Hermanos López"

La zona B es la que se considera normalmente como “casco histórico”. En ella se han establecido desde siempre la mayoría de las panaderías de nuestra ciudad. Hoy en día tenemos en funcionamiento la de Manuel López Villegas, conocida popularmente como “Los Vinagres”. Se establece en el año 1947, en la calle San Sebastián nº 18 y en la actualidad ha sido continuada por sus hijos Manuel, Serafín y Luís Miguel, constituidos en una Comunidad de Bienes desde el año 1986. Ellos son los que trasladan la panadería a la calle Reyes Católicos; sustituyen el horno de leña primitivo por otro giratorio y, finalmente, disponen de uno de combustible mixto, leña y gasoil. Han abierto un magnífico obrador de pastelería y disponen de reparto a domicilio en vehículos.

En este misma zona se encuentra la panadería Zúñiga, regentada por Agueda Zúñiga Gonzálvez y Manuel Sola, quienes se establecen en el año 1986. Disponen de horno de leña y obrador, así como reparto a domicilio en el que también se incluyen sus hijos. Su domicilio es calle Nueva, nº 10.

Arriba, a la izquierda, Manuel enseña cómo hacer el buen pan a su hijo Serafín. Después, los tres hermanos López: Serafín, Luis Miguel y Manuel y el establecimiento de Reyes Católicos. A la derecha, su padre, Manuel López Villegas.

Panadería "Zúñiga"

A la izquierda tenemos a Águeda Zúñiga Gonzálvez. Después, entre los escolares del colegio “Ciudad de Baza”, a los que surte de bollería, Manuel Sola. A continuación, sus dos hijos, José Antonio y Manolo y, a la derecha, uno de sus establecimientos de venta, ubicado en la Plaza de Abastos.

 
III

Panadería "Frusis".

En el año 1941 inició su andadura la panadería “Frusis”, en la calle de San Vicente. Su fundador fue  Antonio Martínez Tamayo, en calle Oscura, nº 9, como horno de pan cocer. Posteriormente se le autoriza para la venta al público, disponiendo de obrador y reparto a domicilio. Le sucedió su hijo Antonio Martínez Morillas.

Arriba, José Ramón y Antonio Javier en su panadería. Abajo, el fundador de la panadería, Antonio Martínez Tamayo. Y junto a él, su hijo, Antonio Martínez Morillas.
En la actualidad, por jubilación del titular, la regentan sus hijos Antonio Javier y José Ramón “Hermanos Martínez-Valdivieso”. Hoy día ya está totalmente renovada y automatizada, pudiendo acceder a ella por la calle Luna.
 
Francisco Navarro Peláez Ángeles Torres González, presenta una pieza de pan de más de siete kilos

Panadería "Casildo"

En la zona C hoy día siguen abiertas algunas de las panaderías más longevas de la ciudad.

Panadería de Pedro Navarro Moreno. Inició su andadura en la calle de Caniles, nº 21, como horno de pan cocer (o de maquila y cosecheros). En 1958 obtuvo los correspondientes permisos para la venta al público.

Esta panadería ha sido siempre conocida comoLos Casildos”,pues venían de ser titulares del molino de Casildo, siendo este nombre con el que se ha distinguido ”Casildo”.

El hijo del fundador y titular actual Francisco Navarro Peláez, trasladó el domicilio de la actividad a la calle Sierra Morena nº 51, instalando la más moderna maquinaria de elaboración así como un obrador.

Fue una de las primeras en iniciar el reparto “motorizado” del pan a domicilio, guardando como reliquia el motocarro de aquella primera etapa, matricula AL-18.686. Acostumbradaesta panadería a batir récord, hizo en septiembre de 1986 un pan de 7 kilos. Pedro Jesús Navarro Torres y Juan Martínez Vico, empleado que ha trabajado con las tres generaciones de esta empresa Pedro Navarro Moreno y Soledad Peláez Mañas
 
IV

Panadería de “Doblas”.

Esta saga de magníficos panaderos la inicia Ramón Doblas Mañas, quien en el año de 1925 adquiere el establecimiento a la familia Morales, quien a su vez la había adquirido a Juan Antonio Muñoz, allá por el año 1896.

Todavía hoy sigue estando en el mismo local en que se inició esta actividad en la calle Monjas.

Esta foto preside el establecimiento de panadería “Doblas” en la calle de las Monjas. En ella se puede ver el mulo con el que iniciaron el reparto domiciliario de sus productos. Junto a ella, la fachada actual de la empresa
 
Ramón Doblas Pérez y dos trabajadores, Rafael A. Martínez Perales y un veterano, Antonio Collados García
Fachada actual de la empresa
Como anécdota, se puede decir que al primer titular conocido (Juan Antonio Muñoz) le decían “el rojo” por el color del cabello; así se le denominó varios años, hasta que el apellido Doblas se hizo valer en la población.
Ha tenido todo tipo de hornos; hoy lo tiene de fuego indistinto (leña o gasoil), siguiendo en la actualidad con horno de leña, reparto a domicilio y un espléndido obrador de pastelería. Los hermanos Doblas: Pepe, Antonio y Paco. Los hermanos Doblas: Pepe, Antonio y Paco. Los hermanos Doblas: Pepe, Antonio y Paco.
El matrimonio fundador, Francisco Jordán y su esposa María

Panadería "Jordán"

Finalmente, otra panadería en activo, que dispone de obrador de pastelería acreditado, que tiene reparto a domicilio, y que funciona igualmente en régimen familiar, es panadería de Jordán. El fundador fue Francisco Jordán Sánchez, quien se establece en el año de 1941, en la calle Perona Baja, nº 18, donde tenía un pequeño horno de pan cocer su suegra, Encarnación. Tiene la acreditación de ser panadería autorizada con el número 5 de nuestra ciudad.

Tras muchos años en este domicilio, se traslada en el año 1970, a la calle Camino Viejo de Caniles, hoy calle Blas Infante.

En el día de hoy, son titulares de la misma y trabajan en ella, los hermanos Moisés y Juan Manuel. Los otros dos hermanos, Paco y Pepe, causaron baja en la empresa familiar, uno por jubilación y el otro, por enfermedad. Los hermanos Moisés y Juan Manuel. Fachada actual de su establecimiento en la calle Blas Infante.

Le deseamos larga vida y prosperidad a las panaderías tradicionales de esta población.