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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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BAZAR BALLESTA

Artículo publicado en la sección Memoria y Opinión de la publicación El Norte, en la segunda quincena de junio de 2006

En estos días en que tanto se habla de relanzar el Comercio Bastetano, es de justicia recordar a los que dedicaron toda su vida al engrandecimiento del mismo. En nuestra ciudad hay muchas familias que merecen ser recordadas, la lista sería enorme. Es por ello que nos referiremos a una como ejemplo de todas las demás. Se trata de la que tiene como patriarca a Felipe Ballesta Lorente.

Para Felipe Ballesta lo de ser comerciante va en los genes. Nada menos que desde su nacimiento en una familia numerosa en la que la profesión de campanera de su madre estaba unida a la de un pequeño comercio de cacharros de barro y pleita en los bajos de la casa de la Sacristía de la Parroquia de San Juan, frente a la Cara de Dios. Lo llevaron al Seminario de Guadix cuando tenía once años, y cinco después salió del mismo, con una cultura, conocimiento y bondad, que le han acompañado siempre. Atendiendo a clientes en la tienda
El negocio familiar se había establecido entonces en la llamada Placeta del 111, en la calle Corredera, lugar de tránsito obligado de todo vehículo y viajeo en el desplazamiento entre Granada y Murcia; su negocio fue pionero en la venta de “souvenir” al incipiente turismo de entonces.
Era costumbre que Felipe Ballesta invitara a sus empleados en una jornada en plena naturaleza Decide establecerse por su cuenta y se instala con un negocio de Artículos de Regalo en la calle Zapatería número 24. Pero el gran salto lo daba años después al lograr abrir al público bastetano el primer gran Bazar de la ciudad: “BAZAR BALLESTA”, situado entre la calle Trillo y la calle Luis Magaña. Logra la expansión de este gran establecimiento abriendo filiales en Macael, Águilas, Olula del Río, Tíjola y Purchena, legando a tener en plantilla un total de 42 empleados.
Hombre espléndido y gran comerciante, participaba en todos los acontecimientos sociales que se realizaban en esta comarca, con la aportación de sus regalos o publicidad. Cientos de anécdotas tuvo en su vida que demuestran como nunca tuvo “empleados en su negocio”, siempre colaboradores. Recuerda con especial sentimiento aquellas ocasiones en que llevaba a las peluquerías la lavadora “Zanussi” para hacer una demostración de las excelencias de la misma, o las demostraciones de los “Colchones Flex”, los frigoríficos “Super Ser”, o las estufas y cocinas “Corcho”… siempre tenía ideas originales para introducirlas y darlas a conocer en el mercado bastetano.
Felipe Ballesta siempre ha colaborado en las citas sociales e incluso deportivas. A la derecha tenemos una imagen correspondiente al Día del Comercio celebrado el pasado 14 de junio, en el que se reconoció la trayectoria de este comerciante. En la imagen aparece junto a uno de sus hijos, entre otros amigos. A su jubilación, sobre los años 94 / 95, cerró este gran “Bazar Ballesta”. Su enseñanza fue tan buena que podemos decir que bastantes negocios de hoy en día han nacido del semillero de comerciantes que pasó por su Bazar, entre ellos sus hijos.

El pasado 14 de junio, en que la Asociación de Empresarios Altiplano de Granada celebraba el Día del Comercio, sus compañeros comerciantes le reconocían su labor y su trayectoria. Sólo nos queda sumarnos a esa felicitación y desearle que siga disfrutando de una merecida jubilación.