ÚLTIMA PÁGINA

Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

Para remitir sus comentarios, clique AQUÍ

AMADOR BORDAJANDI SÁNCHEZ. Maestro Nacional.

Artículo publicado en la sección Semblanzas Bastetanas de la publicación El Norte, en la primera quincena de mayo de 2005

Amador Bordajandi Sánchez nació en el bonito pueblo de Aldeire, una localidad perteneciente al Marquesado del Cenete, en la comarca de Guadix, en un día del frío invierno de 1903, el 27 de enero. Era el primer hijo del matrimonio formado por Amador y Rosa. Su madre, número uno en su oposición al Cuerpo de Maestras de Enseñanza Primaria, había elegido esta bonita población accitana por ser la más cercana a la ciudad de Guadix, de la que era natural. Amador fue hijo póstumo, pues su padre murió dejando embarazada de cinco meses a su madre.

Cuando años después su madre decide volver a casarse, Amador ya era un alegre y espigado niño que correteaba entre la casa y el local de la escuela de su madre. Con el nuevo matrimonio, su madre le da dos hermanas, María Luisa y Carmen. Rosa Sánchez volvió a quedar nuevamente viuda, estado que mantuvo hasta su fallecimiento.

Amador pasa de la Escuela al Seminario de Guadix, que a los pocos años deja, para incorporarse al estudio de Magisterio en las Escuelas del Ave-María. Allí conoce a su fundador, don Andrés Manjón, quien influye en su formación pedagógica y vocacional, obteniendo  el Título de Maestro de Primera Enseñanza. Su primer escuela la tiene en El Fargue (Granada), pasando luego a un pueblecito de Orense, pidiendo siempre traslados para acercarse a su tierra.

En uno de sus destinos en Pegalajar (Jaén), conoce a una joven maestra de Granada, Rosario Fuentes Molina; se casan en el pueblo natal de la misma, en Huetor Vega, era el año 1929. Logran ambos ser destinados a Baza, ella a una escuela de párvulos, él a una unitaria de niños. Sus conocimientos de Latín, por los años de estudio en el seminario, le ayudan a ser Profesor adjunto de Latín, en el Instituto Nacional de Enseñanza media de Baza.

Llegada la Guerra Civil, el matrimonio, que ya tiene dos hijos, Rosita y Amador, ha de refugiarse en la casa familiar de Aldeire, pues en Baza todas sus pertenencias fueron saqueadas. Allí, en Aldeire, les nace su tercera hija, Antoñita.

De vuelta a Baza, tras finalizar la contienda, logran casa en el callejón del Mesón, nº 8, una casa que dispone de un hermoso huerto de más de 500 metros cuadrados. Allí nace una nueva hija, que bautizan con el nombre de María Luisa (Mary).

Amador Bordajandi empieza a dar clases particulares de Latín a alumnos que pretendían seguir estudios de Bachillerato, pues  el Instituto de Baza había sido suprimido tras la Guerra Civil. Es entonces cuando concibe la idea de la creación de una “Academia”. Cuenta para ello con la colaboración del también Maestro Nacional Antonio Gallego Pérez. La Academia tomó el nombre de “Contra Viento y Mareas”, aunque luego se llamó “Santiago Apostol”.

El crecimiento de cursos y alumnos lleva aparejada la de personal que presta sus servicios en la misma. De entre todos se recuerdan como “vigilantes” a  Victoria Dumont, a la que luego sustituyó  Pepita Hernández de la Rosa. Impartiendo clases en la Academia han pasado  magníficos profesores, recordándose a D. José Crespo Vilariño (Religión, Filosofía, Latín y Lengua). Conforme se superaban  los cursos, se incorporaban nuevos profesores, como Gumersindo Burgos de Andrade, Francisco Gíl Andrés, Manuel Peralta García, Clodoaldo Tuvilla Vázquez (Química) o Antonio Moreno Martínez (Griego).

Iniciada la andadura de la Academia, en la calle Alhóndiga esquina con Alamillos, pasó al huerto del Callejón del Mesón y finalmente a la Plaza de San Francisco (casa de Tafalla), si bien "el huerto" quedó como recuerdo de todos los estudiantes, que temían la famosa frase de “el domingo próximo al huerto, para recuperar... “, era terrible.

Cientos fueron los alumnos que pasaron por sus aulas, con apellidos tan conocidos en esta ciudad como: Doblas, Izquierdo, Alonso, Jordán, García-Bañón, Hermanos García, Zuñiga, Valdivieso, Quirante, Mateos, Ibáñez, Checa de Arcos, Espín, Fernández-Guerrero, Hermanos Robles, Jiménez, Sánchez y, como no, Bordajandi y Gallego. En sus aulas se formaron lo mismo,alumnos que alumnas. Los exámenes se realizaban en el Instituto de Almería,como alumnos libres, recordando todos los famosos desplazamientos.

Decayó y finalizó con la apertura del Instituto de Enseñanza Secundária en nuestra ciudad "José de Mora ". Muchos siguieron carreras superiores, otros quedaron en esta ciudad, dando fe de la educación recibida, pero recordando siempre que pese a su severidad, buenas tortas y paletazos en la mano DON AMADOR BORDAJANDI, FUE UN GRAN MAESTRO. Falleció en la madrugada del día 7 de septiembre del año 1987.