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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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JUAN HURTADO GALLARDO
Presidente de la Diputación (1983-1987)

Artículo publicado en la sección "Semblanzas Bastetanas" de la revista "El Norte" en la primera quincena de julio del 2007

Juan Hurtado Gallardo nació en Baza el 23 de Diciembre del año 1940, siendo el primero de los cuatro hijos del matrimonio formado por Antonio Hurtado y María Gallardo (Juan, Diego, Juanita y Maripepa). Por una circunstancia del destino, Juan fue bautizado en la localidad de Torreperogil, población a la que su padre se desplazaba a trabajar como temporero. Sus primeros estudios los realizó en las escuelas públicas de nuestra ciudad; posteriormente cursó el Magisterio como alumno libre, especializándose en la enseñanza de Matemáticas y Ciencias para segunda etapa.

Ya en su trayectoria laboral, fue maestro en los colegios bastetanos Marques Torres y Francisco de Velasco. Pronto fue captado por la política local, al igual que sucedería con su hermano Diego; muy joven ostentaría el cargo de Delegado Local de Educación Física y Deportes, manifestando en él sus dotes como organizador, entre otras, en la celebración en nuestra ciudad de los Juegos Escolares, que tuvieron una magnífica participación y un rotundo éxito de nuestros pequeños atletas y deportistas en general. Por cierto que de estos juegos surgieron aquellos jóvenes que pocos años después lograrían ser los campeones de España de fútbol juvenil, bajo la dirección de Constantino Navarro (hijo).

Ya en la etapa democrática, su trayectoria política marcaría toda su vida. Como segundo en la candidatura del Partido Socialista Obrero Español bastetano, tanto en las elecciones municipales de 1979 y 1983, su partido obtiene un merecido éxito, en el que, sin duda, hay que adjudicar una parte de la responsabilidad a la labor en beneficio de la ciudad que realiza desde el Ayuntamiento que preside su hermano Diego Hurtado.

La renuncia de Juan Martos a la Presidencia de la Diputación Provincial de Granada abrió una nueva y esperanzadora etapa en su vida pública. Pese a que había tomado posiciones no ortodoxas con la línea que marcaba el PSOE, partido al que seguía perteneciendo, e incluso a pesar de que había sido crítico en algunos momentos, su valía personal le lleva a ser aupado a la presidencia de la institución provincial. Todo ello  pese a la abstención de tres socialistas “oficialistas” y a que los votos del PCE fueron para su propio candidato.

Aquellos años se escriben con letras de peso para nuestra ciudad. La distribución justa y ecuánime de los fondos de la Diputación, en lo concerniente a los planes para el abastecimiento de agua potable, alumbrado público, saneamiento y pavimentaciones, hizo que Baza lo notara en cuanto al ornato de la ciudad y a la dotación de infraestructuras básicas de la que tan atrasada estaba hasta ese momento.

Desde la Diputación, Juan Hurtado consigue también que nuestros Coros y Danzas sean conocidos en el ámbito provincial, regional y nacional, facilitando sus actuaciones en todos los escenarios e impulsando su crecimiento.

Decisivas fueron también sus aportaciones para el deporte, tanto a entidades públicas, como el equipo de fútbol, como privadas. En este último sentido, su apoyo al Club de Tenis “Cid Hiaya” fue muy importante para nuestra entidad, llegando incluso a programar el trofeo “Presidente de la Diputación”en su honor. En materia cultural aceptó el nombramiento como presidente Honorario, presidiendo en persona los actos de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza de Baza.

Promovió desde la Diputación  la implantación en nuestra ciudad de un “polígono agrícola y ganadero”, en la carretera de Benamaurel, que él mismo inauguró y que ahora, veinte años después, está siendo revalorizado. Pero su mayor esfuerzo personal por Baza lo demostró  dando una respuesta cierta, real y contundente al problema sanitario que se había originado en nuestra ciudad, con la precaria situación económica que registraba el antiguo Hospital de Santiago, tanto en el apartado de sueldos a profesionales y empleados, como en medios. Juan Hurtado logra que la Diputación liquidara todas aquellas deudas, incluidas las sanciones de distintos organismos y que el centro quedara en un mejor panorama.  Tras solucionar este problema, tomó y apoyó en todo momento, como causa propia y como bastetano, el que se concediera a Baza un Hospital de nueva planta y con mayores servicios. Se convierte en interlocutor válido, por el cargo que ostenta, en todas las reuniones previas a la concesión.

Su incondicional apoyo a toda propuesta en beneficio de Baza se puede concretar, para resumir, en su  visita a Baza en mayo de 1984, en la que bajo su presidencia honoraria se trataron temas como el de la Asociación Jabalcón, el parque de bomberos, el proyecto de residencia para personas de la tercera edad, (¿cómo no se ha hecho aún realidad?), algunas instalaciones deportivas, la feria de ganado selecto, ayuda técnica al municipio y finalmente la subvención con 300.000 pesetas para un concurso de pintura y acondicionamiento de la sala de exposiciones, por cuenta del área de cultura de la Diputación que presidía.

Todas estas gestiones algunas veces no fueron bien recibidas por esta ciudad. Concedido el Hospital a Baza, se sintió desagradablemente marginado en el acto de inauguración, pues no solo no fue invitado al acto, como una de las personas que más había luchado por este servicio, sino que la institución que presidía, Diputación Provincial, tampoco es invitada.

Alejado de la vida política, volvió a su tarea docente, como director del colegio público “ Sierra Nevada” de la capital granadina, un centro que bajo su dirección ha llegado a tener más de 800 alumnos y 300 plazas de comedor.

En el año 2001 se jubiló. Es padre de tres hijos y últimamente le ha nacido el séptimo de sus nietos, una deliciosa niña. ¡Enhorabuena¡

En nuestras conversaciones sobre el actual panorama político, Juan opina que las secretarías de los partidos políticos están convirtiendo a los alcaldes en las poblaciones como meros ejecutores de una política al servicio del partido y de las siglas que los nombran,  y no del pueblo que los elige con sus votos.

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