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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Un artista en casa

Artículo publicado originalmente en el desaparecido Boletín de Noticias que editaba el Ayuntamiento bastetano, dentro de la sección “Imágenes y Recuerdos", en agosto del 2004

 

En casa y guardado como un tesoro, entre las páginas de un libro, hemos tenido siempre rodando una de las primeras manifestaciones de las tendencias artísticas de mi hermano Antonio.

Y es que, en los primeros meses del año 1939 todo, o casi todo, se podía lograr con los vales que se expedían por el Ayuntamiento, para ayuda a los refugiados, transeúntes y familias humildes en esta localidad.

A la vista de la calidad de tales vales, mi hermano, que ya daba señales de ser un artista, con los lápices se hizo un vale ajustado a su deseo del momento. Provisto del mismo, se personó, junto a mi hermano Juan, en una talabartería que había en la calle Alamillos, más o menos sobre el lugar que inicialmente tuvo el Banco de Bilbao y, con gran satisfacción por su parte, le admitieron el vale, pero el talabartero le dijo que, una vez confeccionado, iría a llevárselo a mi padre, al que conocía bastante, por tener a uno de sus hijos en la escuela.

Viendo la regaña de mi padre, intentaron mis hermanos que les devolviera el vale, y el talabartero hizo un esfuerzo y les entregó lo que decía el vale confeccionado manualmente. Fue un éxito, pues en el vale ponía: Vale por un tirachinas.

A los pocos días, este vale estaba en manos de mi padre, quien lo recuperó del talabartero, y lo tenía guardado por lo bien hecho y porque era una de las primeras manifestaciones artísticas de su hijo Antonio. Todo un artista a los 9 años.