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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Un bastetano en la guerra de Sidi-Ifni

Artículo publicado originalmente en la revista "El Norte", dentro de su sección "Memoria y Opinión" en la segunda quincena de mayo del 2009

Sidi-Ifni, enclave situado frente a las Islas Canarias, es un trozo africano de tierra firma, que fue regalado por el Sultán de Marruecos a España, en el año 1860. No obstante, su titularidad nos fue reconocida internacionalmente en la Conferencia de Berlín del año 1884. Pero los problemas internos de España en aquella época hacen que se demore su toma de posesión hasta el año 1934, cuando el coronel Capaz termina de hacerse con ese terreno en nombre de España. Más por su importancia estratégica frente a las Islas Canarias que por su inexistente agricultura, ganadería o minería, y a distancia del extensísimo territorio de lo que luego de llamó África Occidental Española, Sidi Ifni, que abarca otros pequeños pueblos interiores como Boulimine, Bou Irasguen, Tilinin,Telata y Tagragra, gozan de una vida tranquila y pacífica, en la que convivencia es perfecta.

Pero esta tranquilidad termina rompiéndose en el año 1956, cuando el  Rey Mohamed V de Marruecos, inicia una campaña antiespañola en el enclave. Familias leales a España, van apareciendo degolladas; gracias a una información recibida de una mujer mora, leal a España, se conocen los orígenes de estos alborotos y degüellos de familias enteras, tras las que está la mano del monarca marroquí. Esta información confidencial evitó una masacre.

En medio de esta peligrosa algarabía, el ejercito enví  dos batallones, o banderas de la Legión a la capital del A.O.E. Pero el llamado ELN marroquí (Ejército de Liberación Nacional) no ataca allí, sino que lo hace en tromba (1500 soldados) contra los pueblecitos de Boulimine y Bou Irasguen, donde son asesinadas todas las familias leales a España, así como los soldados de guarnición situados en ellos.

Es entonces cuando se envía a Sidi-Ifni la sexta Bandera de la Legión, a la que posteriormente se le unen paracaidistas e infantería llegada desde Ceuta, donde hacia el servicio militar obligatorio nuestro paisano José Navarro Egea, quien en todas sus cartas dejó constancia de su amor a España y a este pequeño rincón de ella, su patria chica, llamada Baza.

En el mes de noviembre de 1957, el Ejercito Real Marroquí, enmascarado bajo las siglas del Frente de Liberación Marroquí, inicia el ataque a los pueblos cercanos a la capital del territorio, a la vez que lo hace contra la guarnición, aeródromo y arsenal.

Pero se tropieza con una férrea defensa, tanto en Tilinin, como en Telata y en Tagragra; ante esta defensa, optan por el desgaste de los defensores, a base de  golpes de mano, degüello de familias leales a España, puestos de vigilancia y una campaña prensa a nivel mundial, en la que se usa la palabra “descolonización”, sobre un territorio que nunca había sido colonia sino parte de España.

Es en estos momentos, en los que existe una guerra nunca declarada, en los que varios jóvenes bastetanos que se encuentran haciendo el servicio militar obligatorio, cumpliendo con su deber de servir a su patria en los cuarteles de Ceuta,son enviados a este territorio.

La última carta de nuestro protagonista se escribió en la Navidad de 1957. En ella relataba el asedio a la ciudad y los aislados disparos que se escuchaban en aquella Nochebuena, que fue la última de su vida. Por medio de la Guardia Civil, se avisó al sacerdote D. Andrés Cabrerizo, párroco de la Iglesia de san Juan, para que comunicara su fallecimiento a la familia, en el día 3 de Enero del año 1958. Sus padres, Antonio Navarro Cano y Manuela Egea Parra, vivían en la calle Mesto, frente a la referida Iglesia. Su cuerpo, junto a los de otros muchos soldados españoles muertos en esta guerra no declarada, descansa en el Cementerio de las Palmas de Gran Canaria, en una tumba común, y ante la que se erigió un monumento en memoria de estos héroes patrios.

Ante la dura resistencia de las tropas españolas, el asedio y cerco de Sidi-Ifni, duró hasta el mes de Junio de 1958,en el que las tropas marroquíes se retiran.

Así se llega al año 1965, en el que, contando como aliado, a los Estados Unidos, el Rey Marroquí logra  a su favor la Resolución 2072, de la ONU, por la que se insta a España la “descolonización del Sahara Occidental”, un terreno que se ha de entregar tras los acuerdos de Madrid del año 1975, en los que España vuelve a ser humillada con la llamada “Marcha Verde”. Sidi-Ifni, fue traspasada en el año 1968.

En esta guerra, no declarada, entre Marruecos y España, que duró ocho meses, murieron 300 españoles y dejó 500 heridos. Marruecos jamás dio a conocer los muertos o heridos. Es un pequeño recuerdo a un bastetano, a un héroe olvidado, a un Patriota.