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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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EN EL MUSEO MUNICIPAL

Artículo publicado originalmente en la revista "El Norte", en la segunda quincena de febrero del 2009


Es tal vez el lugar de paso más frecuentado de esta ciudad, uno de los puntos más emblemáticos de nuestro centro histórico. Esta ubicación siempre me ha parecido idónea y de alabar. En su momento ya escribí sobre lo acertado de la decisión municipal de situar allí un Museo. Todos saben ya que nos referimos al edificio del antiguo Ayuntamiento, en la Plaza Mayor, a los pies de la Iglesia de Santa María y frente a lo que hoy es la casa consistorial de los bastetanos. Con este acuerdo de nuestros concejales se conseguía asegurar el cuidado y mantenimiento de este inmueble que durante más de cuatrocientos años había sido sede del Ayuntamiento de esta ciudad. Mucha, podemos decir que toda, la historia de estos años pasados, debates y decisiones, se han dado en su magnífico Salón de Actos, bajo su inigualable artesonado, y ante la capillita de la Patrona, Santa Bárbara.

Algunas obras científicas, de sobria y sencilla encuadernación, del que fuera Notario de esta ciudad, don Ángel Casas

Algunas obras científicas, de sobria y sencilla encuadernación, del que fuera Notario de esta ciudad, don Ángel Casas

Su balcón corrido, ha sido el púlpito laico desde el que se han leído proclamas, anuncios de nuevos reinados, o de otras formas de gobierno; ha servido para el izado de banderas en representación de los ciudadanos y el punto de mira de la población en festejos y conmemoraciones, mientras su arcada inferior ha dado cobijo a retenes militares, músicos marciales y otros civiles, a los que, ante la carencia secular de “kiosko de la música” que ha padecido nuestra ciudad, ha servido de resguardo en los tórridos días veraniegos, o en los crudos del invierno.

Fue un gran acierto darle un uso civil a este noble edificio, como lo es ahora  iniciar su ampliación, pues realmente se ha quedado pequeño y anticuado. Lo que en un principio se estrenó como Museo Arqueológico de la ciudad, ha visto como tras las salas dedicadas a  la Arqueología, la rica historia de este pueblo ha precisado de otras salas en las que exponer parte de la misma.

Por ello, y como”mera sugerencia” en la confianza de que ahora habrá espacios en los que exponer todos los ricos vestigios arqueológicos encontrados en esta ciudad, y que muchos de ellos aún se encuentran alojados en cajones, por falta de las vitrinas adecuadas y del espacio necesario para la exposición de los mismos, pienso que esta ciudad debe de dar satisfacción a un perfecto caballero, como lo fue el Notario don Ángel Casas Morales. Sugiero que una de las salas de exposición de restos  arqueológicos de “Basti” sea denominada  con el nombre de este polifacético Notario, tanto tiempo vecino de Baza, que fue quien inició y dio a conocer la riqueza que bajo el suelo de Cerro Cepero y Santuario había enterrada.

Puerta de acceso al Museo Municipal

Es cierto que a su marcha de nuestra ciudad se llevó consigo a Granada todos los objetos arqueológicos que, una veces regalados por los labradores que conocían de su afición, le entregaban manifestando  “lo he encontrado al labrar en...”, y otros que  su tesón y trabajo esforzado sobre el terreno histórico logró obtener.

Pero también es cierto que haciendo una sabia política de recuperación, se podría lograr el regreso a esta ciudad, no sólo lo que de los herederos de don Ángel se pueda obtener, sino también de otros muchos ciudadanos que no se desprenden de restos arqueológicos encontrados casualmente, por ignorancia o desinterés. Sería necesaria una buena campaña informativa y aclaratoria, en el sentido de que los objetos que se entregaran siempre serían de su propiedad, e incluso de que en el Museo estos vestigios arqueológicos harían referencia a la persona que en el mismo los ha depositado y en el pago en que se había localizado tal objeto; así llenaríamos los huecos que se observan hoy día en este Museo. E igualmente sería referente esta campaña para la recuperación de numerosos objetos y cosas de uso en los siglos pasados (banderas de regimientos, libros impresos en esta ciudad, cuadros y  primeras fotografías  de regidores municipales, de los monumentos, del cambio urbano, etc,, etc.,y si en sus bajos hay espacio, un museo etnográfico complementaría el inmueble.). Creo que sería una buena forma de “arrimar el hombro”, dar  algo a lo único que parece ser va a tener  futuro en nuestra ciudad: la muestra del  glorioso pasado.