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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

Artículo publicado originalmente en la sección Memoria y Opinión de la revista "El Norte", en la segunda quincena de marzo del 2009


Durante los años en los que el convento de la Merced, (1836 hasta el 1878) no estuvo habitado por frailes, es decir, desde el desalojo obligado por la desamortización de Mendizábal del Convento por los frailes Mercedarios, hasta la entrega del citado Convento a los frailes Franciscanos, esta Iglesia de Nuestra Señora de la Merced siguió abierta al culto, atendida por el párroco de la Iglesia de san Juan. En este periodo, es cuando se crea la “Hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes”  De ella nos han quedado pocas referencias, aunque una de las más interesantes son sus Estatutos que, como  aportación a la pequeña historia de las Cofradías y Hermandades de nuestra ciudad, me es grato dar a conocer.

Ya en el pasado año, también por estas fechas de Semana Santa, di a conocer en otro artículo “la Hermandad de Santa Barbara”, así como la similitud y diferencias que existen entre las Hermandades y Cofradías; en base a ello damos por conocido el hecho de que no hablo de una Hermandad de Penitencia, como las que sustentan el mundo cofrade de nuestra ciudad, sino de una congregación de devotos de una imagen, en este caso Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya advocación está la Iglesia, así como el mantenimiento de la misma abierta a los fieles, dado que en ella también  se venera  a la Virgen de la Piedad. La llegada de la Orden de frailes Mercedarios a nuestra ciudad, tras la reconquista, se debe a su gran labor humanitaria en el rescate de presos y cautivos en manos sarracenas, aunque hoy la conocemos sólo por ser la patrona de los presos. Cesó en su actividad, y se disuelve, con la entrega de la Iglesia y Convento a los Frailes Franciscanos en el año 1878.

 

Sus Estatutos nos dicen que esta Hermandad fue constituida en el año 1852, en concreto, el 26 de septiembre del citado año, en el que se pidió la Real Cédula. Se le da el nombre de Nuestra Señora de las Mercedes, aún cuando se reconoce que es sucesora de la  Hermandad llamada  “De las cuarenta hachas” en recuerdo de las cuarenta horas que estuvo Nuestro Señor Jesucristo sepultado, y que también tenia su domicilio en esta Iglesia. Como Hermandad, carece de paso procesional de Semana Santa.

Se deja fijado el número de hermanos en sesenta, aún cuando se admite  la posibilidad de ampliación o disminución. Para su dirección y gobierno, constará de un presidente, dos mayordomos, dos diputados, un fiscal, un tesorero, dos arqueros, cuatro citadores, un cobrador y un secretario. Se hace expresa mención al hecho de que, no existiendo ya la Comunidad de Padres Mercedarios, cuyo Comendador era el Presidente, lo será el Capellán, a cuyo cargo esté la Iglesia de su extinguido convento. Pero cuidado, carecerá de voto.

Van detallando los Estatutos el trabajo de los distintos cargos, de tal modo que el más anciano de los Mayordomos presidirá los Cabildos; los otros llevarán los guiones y estandartes; los llamados “arqueros” son los que han de tener y velar porque el “arca de las ceras”, este siempre con existencias para cualquier acto en interior o exterior de la Iglesia.

Explica el documento que será de su cuenta el vestir la capilla del Santo Sepulcro, en los días Viernes y Sábado Santo. Se acompañarán a los hermanos difuntos en el día de su entierro, y se admitirán los hijos como nuevos hermanos.El tesorero habrá de tener suficiente caudal de bienes, para responder de los que la Hermandad deposita en él, y llevará un cuaderno con las debidas anotaciones de cuanto le entregan los cobradores, para poder presentarlo en las Juntas Generales, en las que será examinado, y no hallando reparos, será firmado y sellado.

Finalizan estos Estatutos de la Hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes con un cuadro de sanciones tanto por mala conducta de los Hermanos ( expulsión) como con las amonestaciones a los mismos por faltas ( inasistencia a los actos) o atrasos en el abono de la cuota anual que se cifra en 12 reales.

Finaliza este antiguo y valioso documento diciendo: cuyas constituciones se estampan de acuerdo de la misma Cofradía, para su estricta observancia, las cuales firman, El Presidente, un mayordomo, un diputado, el fiscal, y el Secretario.- Presidente, Ramón Sánchez Peña;  mayordomo, Francisco Sánchez; Diputado, Domingo Asensio; Fiscal, Antonio Jaenada; Secretario, Pedro García Catena.


La Cofradía (así dice en un estatuto) celebrará una solemnísima función anual a Nuestra Señora de las Mercedes, en el día 24 de septiembre y otra, con vigilia, el 24 de diciembre. El último domingo del mes de septiembre de cada año, como inmediato a la festividad, se celebrará el Cabildo General, con toma de juramento a los nuevos hermanos. Este Cabildo se celebrará dentro de la Iglesia del extinguido convento de la Merced, y es su principal misión el conocer no sólo de los asuntos de gobierno, sino que lo es también de”la reparación, construcción, composición de sus altares, imágenes, ropas y demás efectos de la pertenencia de la hermandad, dentro de la citada iglesia”.

Se nombraran los Mayordomos, que la han de representar en otras funciones y ante otras Hermandades y Cofradías, y asistirá toda la hermandad, en cuerpo, con sus insignias al entierro de Jesucristo, en el Viernes Santo, cuya imagen llevaran en andas por los hermanos.