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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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EL CERCO DE BAZA - I

Artículo publicado originalmente en las páginas centrales de la revista "El Norte", en la primera quincena de diciembre del 2007

Pequeña crónica de la pérdida, en el año 711, cercas, conquistas, abandonos, reconquista y toma definitiva en el año 1489


Se conoce de Baza, en aquella lejana época visigoda, que era una población  abundante y rica para aquellos tiempos; en ella se establecía una cátedra episcopal, en cuyos datos más originales se afirmaba que fue edificada su catedral por San Tesifón (compañero de san Torcuato), allá por el año 54. Baza dio en esas fechas de los inicios de la cristiandad a San Máximo y San Lupario. En el concilio lliberitano (año 303), se cita al Obispo de Baza, Eutiquiano, como asistente a este primer concilio en la cristiandad. Más tarde, en tiempos de San Silvestre, por el 3376, sigue figurando el obispo de Baza. Es en esta fecha cuando se procede al deslinde y división de los obispados de España. Otra cita a Baza la tenemos en el año 589, en el que se celebró el Concilio de Toledo, al que asistió el Obispo de Baza, llamado Teodoro. Este concilio fue célebre porque en el mismo se condenó la herejía del Obispo Arrio. Nuevamente viene a figurar el obispado de Baza en la división que se hizo en tiempos del Rey Wamba (672-681). Se tienen datos de que en Baza existía un estudio-seminario donde se preparaban para el oficio pastoral los nuevos obispos, así como que nuestra catedral fue siempre sufragánea de la metrópoli de Toledo; de ello es fiel reflejo que nuestros obispos asisten a los concilios de Toledo y no a los hispalenses ni a los de otras provincias eclesiásticas… parece indudable que Baza siempre perteneció a la metrópoli de Toledo. En cuanto a la extensión de este obispado de Baza se presume que llegaba hasta las vecinas poblaciones de Vélez Rubio y Vélez Blanco, siempre en el este peninsular. Tiene su importancia asegurar y dejar claro nuestra antigua pertenencia al Arzobispado de Toledo. Sobre todo por el hecho de que Toledo nunca renunció a recuperar Baza a los musulmanes, de ahí las campañas que se hacen desde la silla metropolitana para recuperar o reconquistar la población bastetana.

Tras la invasión árabe del año 711, liderada por Tarik Abú Zora, y sus aliados en la península, guiada por el traidor conde Julián, hay una rápida expansión motivada y fomentada por la fragmentación del estado visigodo, que no era uniforme, sino que estaba dividido en numerosas provincias o condados, enfrentados entre sí. Desde el primer momento se inicia la contraofensiva o “resistencia”, para recuperar el territorio peninsular, en los montes astures y poco a poco van apareciendo los reinos cristianos del norte. Nunca se cesa en el empeño de la reconquista.

Baza entra dentro del tratado entre el rey moro Abdelazid, y el conde godo Teodomiro, firmado el 5 de abril de 713. Por este tratado se formó un reino cristiano independiente, pero tributario de los árabes con la llamada Auriola, que abarca desde los siete obispados visigóticos de Acci, Urci, Begastri-Cartago, Illici i Ello, hasta finales de los límites de la actual provincia de Alicante. El conde begastrense fijó su residencia en Eliocroca (Lorca). Otros autores fijan este condado vasallo de los árabes entre las provincias de Murcia y Alicante y su ciudad principal en Orihuela.
Se respeta el tratado hasta que en el año 734 tomó el poder en la península Ocha ben Alhachab, para quien … los cristianos y en general todos los vencidos, apenas eran hombres, ni tenían sobre la tierra otro destino que enriquecer con el sudor de su frente a quienes Mahoma había llamado el mejor de los pueblos.

Se endurecen las condiciones de vida de los bastetanos, y se endurece el cobro de los tributos a tal extremo, que se les impone el dejar la religión cristiana, abrazando el islamismo, para verse libres de estos gravosos impuestos.

Se dirigen estos pueblos sometidos al Rey aragonés Alfonso I el Batallador, quien con un gran ejército, en el año 1125, logra conquistar Baza entre otras ciudades; en ella se le unieron bajo su protección gran cantidad de familias cristianas, que luego fueron llevadas por el mismo rey a sus dominios de Aragón, donde se las estableció en el mismo con todos los honores.

Sin embargo, a su retirada dejó abandonadas muchas familias mozárabes de Baza, y de las otras ciudades reconquistadas en las que su efecto fue desastroso, pues informado el Emir Alí ben Yusuf de la caída de estas ciudades en manos cristianas, las volvió a conquistar y dictó una Fatua (informe jurídico), según el cual se había roto el pacto y los culpables debían de ser desterrados de su patria. (Edicto del mes de Ramadán del año 520 de la Hégira, septiembre-octubre de 1126): --- una gran muchedumbre de cristianos mozárabes de Baza, y de las otras ciudades liberadas por el rey Alfonso fueron deportados al norte de África, sufriendo en el camino grandes trabajos y malos tratamientos… pues conociendo los sarracenos que no podían tener seguridad mientras el enemigo estuviera dentro de su territorio, resolvieron deshacerse de los mozárabes de una manera más que cruel.

La traslación o deportación de los cristianos de las tierras de Al-Andalus a tierras de la morería, finalizó en el año 1175. Supuso casi la despoblación de estas tierras del sureste peninsular. Los repartieron en el norte africano, pero en su mayoría las llevaron como esclavos y los vendieropn entre las poblaciones de Fez y Mequinez.

Esta despoblación hizo que las ciudades importantes seconvirtieran en reinos (reinos de taifas), llegando a citarse 24 en esta zona de Andalucía.

Durante la época de las deportaciones, los mozárabes pidieron ayuda al rey Alfonso VII de Castilla (conocido como El emperador), en el año 1152, quien volvió a tomar Baza, Guadix y Almería, ciudades gobernadas por reyezuelos moros independientes entre sí. Pero esta reconquista lo fue por poco tiempo, pues vino desde África otro poderoso ejército mandado por Juceph, quien logró que le prestasen obediencia todos los reyezuelos y Baza volvió al dominio árabe el mismo año de 1152. Las familias bastetanas que se declararon abiertamente pro-Castilla, fueron desposeídas de sus bienes y deportadas a África.

Otro intento de recobrar Baza lo protagonizó el Arzobispo de Toledo don Rodrigo Jiménez de Rada, en el año 1230, pero sólo se retuvo a nuestra ciudad durante dos años en poder de los cristianos, volviendo a la esclavitud quienes se habían manifestado como tales cristianos, siéndoles confiscados todos sus bienes. Existe una escritura otorgada por el rey Fernando III a este Arzobispo, según la cual, si se lograse la reconquista de Baza definitivamente, dentro de los cuatro años siguientes,  les serían entregadas la ciudad de Baza y todas las fortalezas de su comarca, al Arzobispado de Toledo (escritura fechada en 20 de abril de 1243). Para la sede apostólica de Toledo la jurisdicción sobre la ciudad y distrito de Baza era una prenda de mucho valor, por lo que de una u otra forma pretendían hacerse con la misma; siendo una zona muy rica, el diezmo a abonar por los cristianos supondría una cantidad muy importante.

Con estas esperanzas, don Gil de Albornoz, cardenal Arzobispo de Toledo, puso cerco a Baza en el año de 1330. Este asedio hizo mucho daño a la ciudad y a sus habitantes, por lo que estos sólo enviaban avisos al Rey moro de Granada, Mahamad, a quien llamaban “el ferrachén”, el cual, temiendo que era muy grave la pérdida de Baza, pactó con el Rey cristiano don Alfonso “el Undécimo”, que si se levantaba el cerco de Baza, cedería en la población de Abenzayde (Alcalá la Real), que este Rey tenía sitiada. Se hizo este acuerdo y una vez ganada Alcalá la Real, la entregó el Rey al Arzobispo de Toledo, quien levantó el cerco a Baza. Pero no renunció a reconquistar nuestra ciudad, pues levantó en Alcalá una Iglesia Colegial, y se le autorizó a instalar en la misma la dignidad de Arcediano de Baza, con lo que el Arzobispo se aseguraba los diezmos que pudiera dar en su día esta ciudad.

Transcurre el tiempo y gobierna en Baza y Almería Omar Ben Ayar, a quien sucede Cid Yahya Aben Abracen, el cual casó con una hija del rey de Granada; de este matrimonio nació Jusaf Benalmao, que fue coronado rey de Granada en el año 1432.

Hace por estos días don Fernando Álvarez de Toledo, desde las líneas de Jaén, una incursión hacia Baza; conquista el castillo de Benzalema y su villa (Zújar) y gana la villa de Benamaurel, pero la férrea defensa de la ciudad de Baza, en la que fueron empleados en la construcción de sus murallas y de su alcazaba todos los prisioneros cristianos, hace que desista de ella. Regresa a sus dominios en tierras de Jaén (Úbeda y Baeza), en el año 1435.

Estas incursiones hacen  estallar en furia a los reyezuelos árabes, quienes dirigen la furia contra sus propios súbditos, dando lugar  a que los Alcaides de las ciudades de Baza y Guadix envíen emisarios al Rey de Castilla don Juan II, suplicándole que les impusiese otro Rey …porque eran muy maltratados por Mahomad  Abenazar (llamado El Izquierdo), contra el que se ofrecían el hacer cuanta guerra pudieran junto a los cristianos (año de 1436).

Reinando en Granada Mahomad Aben Hozmin (llamado “El cojo”), se decide recobrar las poblaciones que estaban en poder cristiano y entra con todas sus huestes en la Hoya de Baza, tomando tras escaso combate Benamaurel,  que pese a ser población importante estaba poco guarnecida; luego de aprisionar a su alcaide, Juan de Herrera, dio muerte a muchos cristianos y aprisionó a todos los demás. Se dirige entonces al castillo de Benzalema, de la que era alcaide Álvaro de Pellecín, quien no se quiso rendir tras duro asedio, combate y asalto a la fortaleza, pasaron a cuchillo al alcaide y a todos los cristianos que se encontraban en ella. Acrecentados con estas victorias, un caudillo árabe, Abidbar, de la familia de los Gomérez, decidió realizar una gran incursión al reino cristiano de Murcia. Para ello contó con los caudillos de Guadix, de Baza (que entonces era Abenhacid), de Vera, Almería, Huéscar, Purchena y otros, quienes juntaron un gran ejército. Con tan numeroso ejército pasó por Vera a los campos de Lorca y Cartagena, donde hicieron muchísimo daño y apresaron enorme cantidad de ganado (cuarenta mil cabezas entre el ganado mayor y menor).

Siguieron ufanos sus victorias hasta que decidieron volver, pero en los campos de Lorca fueron sorprendidos por el Adelantado de Murcia, don Alonso de Fajardo, quien iba acompañado por el Corregidor don Diego de Ribera, quienes los sitiaron en una rambla, en la que habían puesto baterías, que hicieron muchísimo daño a los moros, llegándose a entablar combates cuerpo a cuerpo en los que perdía la vida Abenhacid, caudillo de Baza. Declarada la victoria por los cristianos, huyó muy triste a Granada Abidbar, donde su Rey, Aben Hozmin, le mandó quitar la vida por haber perdido la victoria (año 1452).

Como vemos, han sido constantes las luchas por recuperar nuestra ciudad. Desde la invasión agarena del año 711, todos los reyes castellanos y aragoneses, así como el Arzobispado de Toledo, lo intentan en uno u otro momento. Hay un largo periodo de vasallaje de los reyezuelos árabes a los Reyes cristianos, que finaliza en el 1489, en el que se reinicia la reunificación de la península bajo los Reyes Católicos.

En estos siete siglos, la población bastetana ha cambiado continuamente de opresor, los árabes oprimen a los cristianos, los cristianos oprimen a los árabes. Sólo en el califato de Abderraman III hubo un periodo de convivencia, y en este periodo es cuando fructificaron las ciencias, las artes y las letras. Todos los demás periodos son etapas de una guerra que en gran medida tiene tintes religiosos.

La consolidación de los reinos cristianos es en estos momentos tan fuerte que tan sólo queda al sur el reino de Granada, debilitado y escindido por las llamadas taifas. En el año 1482 se toma la decisión de ultimar la Reconquista total de la península, y se inician las hostilidades con el cerco y toma de Alhama, en el que interviene con importante aportación de dineros y soldados el Arzobispado de Toledo.
La toma de Baza por los Reyes Católicos Isabel y Fernando, el 4 de diciembre de 1489, hace que sus habitantes caigan en este momento dentro de la hegemonía cristiana; nuevamente se da (como se suele decir) la vuelta a la tortilla, y el pueblo llano queda sometido mediante los Tratados y Acuerdos para la entrega de la plaza al fuero cristiano. Las familias de creencias islámicas residentes en nuestra ciudad, pasan a ser denominadas moriscas, y si bien en principio se les respetan sus derechos, según el tratado de Vasallaje firmado por Cid Hiaya y los Reyes Católicos, se sienten objeto de discriminación.

La entrega de Granada en el 1492 es la culminación de una guerra de reconquista iniciada setecientos años antes en los montes astures.