ÚLTIMA PÁGINA

Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

Para remitir sus comentarios, clique AQUÍ

EL BAILE DE LAS UVAS

Publicado originalmente en la sección Última Página” de la revista “El Norte”, en la segunda quincena de diciembre de 2009


Todos pueblos conocidos, culturas y civilizaciones de la historia han fabricado su propio calendario. En él es habitual encontrar bien señalados tanto el principio como el final del “año solar”; unos lo hacen en unas fechas y otros, en otras, pero todos coinciden en el hecho de señalar con relevancia tanto la despedida del año que se acaba, como la bienvenida del que se inicia. Con más o menos festejos, todos  coinciden en celebrar este acontecimiento.

En nuestro caso, con la adopción del calendario gregoriano, esos días son el  treinta y uno de diciembre y el uno de enero. Otros países, cumplen esta tradición, según el clima que estos días impera. Así, mientras en  América del Sur los meses de diciembre y enero corresponden al solsticio de verano y pueden celebrar estos días en las playas, en Europa estas fiestas son de invierno, dándose las celebraciones en las plazas al aire libre y en recintos cerrados, amplios y acondicionados para ello. Recuerden, sin ir más lejos,  las doce campanadas en la Puerta del Sol madrileña.

Por desgracia, en Baza no tenemos este recinto cerrado en el que poder celebrar los grandes acontecimientos populares. Aunque no siempre ha sido así, hace años sí que lo teníamos. En mi habitual búsqueda de documentos relacionados con las tradiciones de esta ciudad, he localizado un programa de mano de estos festejos populares de la salida del año viejo y entrada del nuevo. El papel tiene nada menos que setenta y ocho años y congregaba a los bastetanos al Teatro Dengra. Con arreglo a tan tradicional celebración, este acontecimiento vecinal no se denominaba “Baile de fin de año”. Se le conocía con  un nombre más popular: “Baile de las Uvas”. El festejo estaba organizado por la agrupación bastetana “La Farándula”, compuesta por numerosos personajes de las conocidas como “fuerzas vivas de la ciudad” en aquellos días. Cada una de esas personas se iba alternando en la presidencia de la organización cada dos horas, de modo que por la lista que consta en el documento podemos saber quiénes formaban parte de esta agrupación. Esta lista de “Presidentes de Turno”, con amplias facultades para expulsar del local “ a quienes no guardasen la debida compostura con los asistentes” fueron los siguientes:

  • De 12:00 a 1:00: D. Antonio González Carrillo, D. Santiago Martínez López, D. Francisco Alcón Camacho y D. Fernando Vidal García.
  • De 1:00 a 2:00. D. Evangelista Salvador Arcas,  D. Salvador Sánchez Carrillo, D. César López de Hierro y D. Diego Navarro Guevara.
  • De 2:00 a 3:00: D. Matías Olivares Ruiz,  D. Manuel Segura Fernández,  D. Ramón Funes Sánchez y D. Manuel Machado Anguita.
  • De 3:00 a 4:00: D. Antonio Funes Sánchez, D. Pedro López de Hierro, D. Pedro Sánchez Robles y D. Emilio Morales Molina.
  • De 4:00 en adelante: D. Enrique Pardo Ferrer. D. José Sepúlveda Soubrier, D. Francisco Navarro Guevara y D. Melchor Ramos.

El  programa del “festival” organizado por esta agrupación nos indica el que los actos se celebraran en el escenario y que el Baile fue en el “amplio” salón del patio de butacas debidamente acondicionado a tal efecto, así como que “estará prohibido el acceso al escenario, ya que el mismo lo ocupará tanto  la orquesta como los niños disfrazados que han representado la Salida  del año 1931 y entrada del año 1932”.

Nos aclara el programa que: “tras un acorde triunfal, se levantará el telón y se irán arrancando las viejas hojas del año que se va, representado por  varios aspectos de la vida bastetana: El frío, las máscaras, los vientos, la Semana Santa, las flores de mayo, las verbenas, el verano, el campo, la feria...  Todo ello representado por los niños debidamente disfrazados desfilando al compás de la orquesta y de un orador que recita sucesos del viejo año”

“Esta será la exhibición del tránsito del año, y a las doce menos cinco en punto, caerán las cortinas y al levantarse a las doce en punto, aparecerá en el escenario la simbolización del año 1932, formada por un cuadro plástico constituido por cuarenta niños de la localidad.  Momento este en el que se darán las campanadas por  la orquesta y se tomarán las uvas, y se darán las felicitaciones, iniciándose a continuación el baile según las normas acordadas”.

Es muy curioso el detalle con el que se estudian los puntos en los que puede haber fricción. Así se aclara que “los pases serán personales e intransferibles”, “las invitaciones incluirán solo a la familia y a menores de 12 años”, “el guardarropas estará en la entrada del local”, “las bolsas con las 12 uvas se recogerán en el ambigú, gratuitamente, y sólo se entregará una por asistente”.

Se acerca un gran acontecimiento, el fin del año 2009, y el nacimiento del 2010.

Aunque no podamos ir a Kiribati, en el Pacifico Sur, para ver  salir el primer rayo de sol del nuevo año, ni estar en Viena para iniciarlo con un vals, ni en Madrid en la Puerta del Sol, festejémosle dentro de nuestras posibilidades en un local “barra libre” o con nuestros familiares  y con los amigos. Nuestros abuelos lo festejaron con alegría y festejos. Hagamos igual nosotros.

Por mi parte a todos los bastetanos, les deseo un FELIZ AÑO NUEVO.2010.