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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales
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DON ANTONIO GALLEGO PEREZ
Vida y obra de un maestro comprometido con la sociedad que le tocó vivir
Artículos publicados originalmente en las "Páginas Centrales" de la Revista "El Norte", en dos partes que fueron editadas en la primera y segunda quincena de octubre de 2008
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Antonio Gallego Pérez nació en la localidad almeriense de Fiñana, en el límite con la provincia de Granada, un 28 de octubre de 1905. Es el primer hijo varón de los nueve que vinieron al mundo en el matrimonio formado por D. Sebastián Gallego Serrano y Dª Maria del Rosario Pérez Vargas; tendría un hermano más y siete hermanas. Fue enviado por sus padres a estudiar a la capital de la provincia. Allí, a orillas del Mediterráneo, se aficionó a la música y al teatro. Culminó las enseñanzas de Magisterio y los dos cursos de la Escuela de Comercio, que era lo máximo que por aquel entonces se podía cursar en Almería. |
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Hombre animoso y joven emprendedor, funda junto a unos amigos una pequeña orquesta que alegra las fiestas de su localidad, desplazándose incluso a los pueblos del Marquesado y a los de la Rambla de Fiñana, en las fiestas patronales y romerías. Su instrumento musical, el que mejor dominó fue el clarinete. Para satisfacer otra gran afición creó el grupo de teatro “Juventud”, que representó numerosas obras, preferentemente comedias y sainetes en el “Salón de las Vistillas” de Fiñana. Mientras que desarrollaba estas ocupaciones más desenfadadas, Antonio Gallego gestiona la dirección de uno de los muchos negocios de su padre, un almacén de almendras, en el que también se hacia el llamado pan de higo. Por cierto que este almacén le servía, a él y a sus compañeros, de local de ensayo, tanto para la orquestina, como para el grupo de teatro. |
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El protagonista de nuestro artículo (mi padre), contrajo matrimonio con Dª Juanita Morales Alarcón. Aún viviendo en Fiñana nacen sus dos primeros hijos: Juan, en 1928, y Antonio, en 1931. Este año sería trascendental en su vida, pues inicia la que sería su principal y más reconocida labor, la de docente. |
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Efectivamente, tras opositar a Magisterio, obtiene su plaza. El primer día del mes de septiembre de 1931 se incorpora a su primer destino, la localidad santanderina de Lamadrid. Antonio Gallego hombre extrovertido y de buen trato, obtiene rápidamente la consideración, aprecio y amistad, en aquellas tierras del norte español. |
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Más allá de su trabajo, fundó la Asociación Recreativa “Valdáliga”, con la que organiza bailes y representaciones teatrales, así como excursiones que congregan y dan vida a un vecindario muy diseminado en caseríos. Con sus espectáculos teatrales llega hasta Roiz, cabecera de aquella comarca, a San Vicente de la Barquera, a Unquera y a Comillas. |
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Hemos podido comprobar cuanto recuerdan los vecinos de Lamadrid, unos actores y otros simplemente como público, los éxitos obtenidos con obras como “La Sobrina del Cura”, “Marianela”… Desde el primer momento, D. Antonio siempre contó con el apoyo del joven intelectual montañés don Aniceto Bilbao de Celis, quien le apadrina a su tercer hijo, Sebastián Manuel, nacido allí a finales del año1933. En estas tierras cántabras, Antonio Gallego conoció el valor de los sindicatos, como defensores del bien para la colectividad, eso sí, siempre que estos fueran “independientes “de la política.
Fueron cuatro años de buen trabajo y actividades, en los que mis padres dejaron numerosas amistades y rompieron el tópico de “andaluz, ignorante, pobre y vago” entre los montañeses, que solo recibían por allí a andaluces pobres o como obreros agrícolas que iban a plantar eucaliptos. Siempre me hablaron de un abismo de casi treinta años, entre el desarrollo cultural y social de la Montaña (Santander) y Andalucía. |
Pero eran años difíciles, como todos comprenderán, y la familia y la tierra tiraban mucho. Aunque el matrimonio estaba muy bien asentado, deseaban vivir más cerca de los suyos. De su labor en La Montaña (Santander) quedó memoria, hasta el hecho de que fue citado, como Almeriense que hizo patria en dichos lugares. |
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En el año 1934, Antonio Gallego entra en el concurso de traslados y obtiene escuela con derecho a casa-habitación en los Llanos del Ángel, de Baza. Es lo más próximo que pudo conseguir a sus orígenes.
Se traslada con su familia a esta ciudad, y el Ayuntamiento le facilita una vivienda en Calle Serrano.
Por su afición y entrega al teatro, conoce en esta ciudad a José Antonio Carmona “Carmonilla”, quien dirigía un grupo llamado “Agrupación Lírica”, muy arraigado y querido en esta población, y a su cuñado, Antonio Jiménez Sánchez, maestro natural de Gor, con quien los que le unirá una sincera amistad.
Por aquello de sentirse de la misma provincia, establece una gran amistad personal con el también maestro D. Luís Magaña, que había nacido en Gérgal (Almería), teniéndose siempre el tratamiento de “paisano”. No obstante, Antonio Gallego mantendría relaciones con sus compañeros de profesión: Cervilla, Cañadillas, Sánchez, Estévez… |
Antonio Gallego es un hombre preocupado y atento a las necesidades de su entorno, una de esas personas que ahora se califican como “comprometidas” con su tiempo. Una de las primeras carencias que observa en la localidad, es la ausencia de lugar donde practicar algún deporte. Tanto en Fiñana, un pueblo pequeño, como en Lamadrid, un caserío, había frontones donde practicar el juego de pelota. Por cierto que Antonio Gallego era un gran aficionado y llegó a tener la palma de la mano derecha un poco más ancha, pero sobre todo de una gran dureza en la piel. Pues sí, Baza carecía de un espacio para practicar deporte; solo se jugaba a un incipiente fútbol, careciendo también de un lugar adecuado para ello. Sin embargo, era una ciudad muy generosa en bares, tabernas, lugares de juego a cartas y otros lugares de ocio nocturno bajo techo. |
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El estado de abandono de la población de lo que aún hoy se conoce como “Las Cuevas”, lugar donde estaba ubicada la escuela que le había sido asignada, es tal que Antonio Gallego formula bastantes escritos de queja sobre su situación (falta de accesos, higiene, médicos, etc.). Como suele ser habitual, también en estos tiempos, la claridad y sinceridad de sus escritos de denuncia, hace que no sea bien visto por las autoridades locales. Estas mismas quejas, transcurrido un tiempo prudencial, sin que el ayuntamiento hiciera nada, las cursaba a la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria de Granada, donde la claridad de sus razonamientos, en pro de la Enseñanza, le granjean amistades. |
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Con todos estos argumentos solía dialogar con el Director del Instituto de Segunda Enseñanza de Baza, D. José Becerril Madueño, un sevillano llegado años antes a esta ciudad como profesor de matemáticas del Instituto local bastetano. Era Becerril un hombre culto, de notorio encuadre masónico y profunda ideología republicana, que sin embargo no era bien visto, en las esferas políticas municipales ni provinciales, por su marcado sectarismo ideológico. La introversión de su carácter personal, tampoco le beneficiaba. Disponía este señor de una emisora en el propio Instituto; en ella le permite a Antonio Gallego poder hablar y expresar las necesidades de una gran parte de la población “Las Cuevas”, a la que él servia como maestro, y a la que veía y sentía tremendamente marginada.
En esta pequeña emisora, Antonio Gallego leerá las cuartillas que llamaba "Entre las vías del tren y la Atalaya", una certera observación llena de propuestas sobre lo que se podía hacer para elevar el nivel de vida social y cultural de esa parte importante de la ciudad; cómo estaba y lo que las autoridades podían hacer por quienes, por desgracia, malvivían en esta zona. |
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En esos escritos les relacionaba los recursos humanos potenciales que se estaban perdiendo para el conjunto ciudadano, por la desidia y abandono secular y la carencia de inversión en esta parte de la ciudad, que aparecía físicamente separada de la misma por la vía del tren y, humanamente, por el despectivo de “cueveros” como estigma social. |
Precisamente, sobre este peyorativo de “cueveros” dirige Antonio Gallego un escrito a la Corporación Municipal, en el que solicita que se elimine el nombre de “Cuevas” por el de Barrio del Ángel, de la Atalaya Alta, o de la Atalaya Baja, Del Caz Alto u otros, según la situación que se eligiera. |
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Todas ellas están resumidas y publicadas por mí, en una separata del segundo tomo de la obra “Alcaldes Bastetanos del Siglo XX”, como separata. |
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Antonio Gallego era un maestro idealista que sufre cuando ve que alumnos con capacidad de estudio y enorme asimilación de las enseñanzas que reciben, no pueden acceder a estudios superiores, por carecer sus padres de medios económicos. |
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Se lamentaba de los talentos que la pobreza hacia perder para siempre. Decía continuamente frases como estas: “Este alumno podía ser un buen médico, pero será labrador, como su padre”; “Este alumno, que sería un buen profesor, será un albañil como su padre”. |
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Su claridad de expresión como locutor, hace que don José Becerril le proponga como corrector de los textos antes de su lectura radiofónica. |
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Además de emitir sus reflexiones sobre “Las Cuevas”, como ya hemos referido, hace para la emisora resúmenes de los escritos y publicaciones del eminente político socialista don Julián Besteiro, acompañándole en estas tareas un profesor del Instituto, que se llamaba Ricardo. Llega a conocer tan de cerca la emisora que incluso realizaba, en la misma, reparaciones y arreglos mecánicos o eléctricos. |
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El sesgo dado a la citada emisora, poniéndola a disposición del “Frente Popular” y desvinculándola totalmente de su contenido didáctico para el que había sido pedida y concedida la autorización de la misma, y el enfrentamiento y las acusaciones que se vierten desde la misma contra respetables personas (Don Manuel López Duarte, don Felipe Ruiz Huidobro y otros profesores e instituciones, así como contra familias de raigambre bastetana, que no son afines la ideología frente populista), hacen que abandone su colaboración con la emisora en el año 1937. |
Los enfrentamientos con el Sr. López-Duarte provenían al ser este el titular de una academia privada, en la que la calidad de la enseñanza y la despolitización para entrar en la misma hacía que fuera preferida por numerosas familias bastetanas. Esto hacía tal mella al Instituto, que Becerril veía perder cuantiosos alumnos por esta academia. Por otra parte, la exigencia al alumnado de las clases superiores del Instituto de que este acreditara su afiliación a partidos o sindicatos de los que componían el Frente Popular, hacía igualmente que muchos jóvenes desistieran de matricularse en este Instituto. Las rencillas con otros profesores tenían el mismo origen en la preparación que estos daban a sus alumnos para ingresar en la Universidad y realización de oposiciones. Las diferencias con el joven profesor Ruiz Huidobro eran totalmente políticas, pues este era presidente de las J.A.P. (partido de Gil Robles). En cuanto a su odio e incontinencia verbal hacia las familias de solera en esta ciudad, es bien conocido es el caso de las fotografías. |
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II Parte |
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En dos cuartillas, escritas por ambas caras y seis líneas más en otra, de los escritos que conservo tras el fallecimiento de mi padre, encuentro comentarios sobre un asunto que le supuso un cambo radical en su vida. En ellas habla de una tercera persona, pero claramente se ve que es de don José Becerril, director del Instituto de Baza, que podríamos decir que se apropió de la emisora concedida al centro educativo. En uno de los párrafos dice D. Antonio Gallego que “la trayectoria educativa y voluntariosa (en referencia a Becerril) le queda anulada por el sectarismo ideológico manifestado desde el momento en que la emisora queda en su poder y se la desvincula del Instituto”. |
Cuando es denunciado por el uso privado que se hace de la misma, y por la apropiación indebida de objetos, enseres y accesorios pertenecientes al Instituto, y haberlos trasladado a la casa de la Plaza Mayor número 7, desde la que está emitiendo hace unos meses, la licencia de emisión le es requisada. Posteriormente sería devuelta, gracias a la intervención del ex-alcalde D. Manuel Ramos Esteban, ante el Gobernador Civil en esta ciudad.
La denegación de las ayudas solicitadas por Becerril al Frente Popular Antifascista, que mandaba en el Ayuntamiento, le hace sentirse más aislado. |
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Entonces traslada la emisora a la calle Monjas (casa de don Pepitón Funes), desde la que se sigue emitiendo. “Carece de locutores y es el mismo el que actúa de 'espiker', a pesar de su deje sevillano, dejándose llevar por su ideario y denostando amplios sectores de la población bastetana que nunca le había acogido en su sociedad; realiza una venganza baja, pues estos sectores carecían de voz en estos días, y más aún de medios para poder replicar a lo que de ellos se expresaba públicamente”, explica don Antonio Gallego. En uno de los párrafos leo: “su ideología le lleva a confundir la cátedra con la tribuna, así que la emisora dejó de ser foco de difusión cultural, lectura de clásicos, emisiones musicales, y anuncios de acontecimientos sociales, en tribuna desde el que predicaba su doctrina con unas marcadísimas tendencias proselitistas, dando cauce a la difusión en la misma de únicamente boletines de los partidos de extrema izquierda.” |
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La emisora que se inauguró como “Emite EA-7-CE” Difusión cultural del Instituto de Segunda Enseñanza de Baza, pasó, una vez que salió de la planta superior del Instituto, donde nació, a denominarse, “Radio Popular de Baza”. Terminó saliendo a las ondas como “Emisora del Frente Popular Antifascista de Baza”, pero siempre se conoció como la emisora de Becerril.
Dejo aquí este desdichado asunto que señaló un antes y después en la vida de mi padre. |
Tras llegar a Baza con sus tres primeros descendientes, nacen en esta ciudad sus hijos José Luis (1938) Amador (1945) y Rafael (1949), estos dos últimos apadrinados por el también maestro nacional, y compañero en “La Academia”, don Amador Bordajandi.
Tras la Guerra Civil, y por causa de su colaboración en la emisora dirigida por José Becerril, es expedientado y enviado, por dos cursos escolares, a Benalúa de Guadix. Cumplida esta sanción administrativa, fue repuesto por Orden Ministerial de 25 de mayo de 1945, ordenándose el reintegro nuevamente a la escuela número 6, de la que era Maestro Nacional en propiedad. Toma posesión, tras su vuelta, el día primero de junio de 1945. |
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Este hecho y las circunstancias que le rodearon (se negó a que su familia marchase con él durante el cumplimiento de la sanción, quedando esposa e hijos en Baza), amargaron su vida y la de su familia durante bastantes años, ya que no podía quitarse de su cabeza el nombre de las personas que podían haberle denunciado. Se trataba de una denuncia anónima ante la Delegación de Enseñanza sobre su colaboración en la antes citada emisora. Al mismo tiempo, se le ponía un pleito de desahucio por impago de la vivienda que ocupaba, cuando el pago correspondía al propio Ayuntamiento, pues era maestro titular con derecho a vivienda, por un letrado carente de ética que, en aquel momento regía los destinos políticos de Baza. Se sintió tratado injustamente, y le dio por fumar, cosa que en su juventud no había hecho, diciendo encontrar un calmante de los nervios en la nicotina. Fueron unos años de amargura y tristeza, personal y familiar. Intenta incluso abandonar la enseñanza, y monta un “Almacén de almendra” en la calle del Chorrillo, actividad mercantil que había tenido en su juventud, pero que ahora se le dio fatal, teniendo que vender parte de su herencia, para sanear gastos. |
Recordaba que hasta las partidoras manuales de almendra tuvo que venderlas a un comerciante de esta ciudad. |
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Otro maestro nacional, D. Amador Bordajandi, le ofrece trabajar en sociedad en la formación de un centro de estudios para alumnos que desean pasar a realizar el Bachillerato. Se funda la Academia “Santiago Apóstol”, de preparación para estudios superiores, por la carencia de Institutos en nuestra ciudad. Los primeros exámenes de ingreso los realiza esta Academia en Guadix; los restantes cursos, como alumnos libres, en el Instituto de Almería. Inicialmente, Antonio gallego imparte los primeros cursos de Geografía e Historia, Matemáticas y Ciencias, realizando con los alumnos excursiones anuales al campo o a los pueblos vecinos. |
Tuvo escuela en calle Alhóndiga, Monjas, Solares y en la calle Agua, denunciando en todas ellas las circunstancias de insalubridad, falta de higiene y ausencia de aseos, de los locales que el Ayuntamiento destinaba a la enseñanza primaria, siendo postergado por ello. Llegó a tener en alguna de estas escuelas, hasta 54 alumnos, siendo locales que carecían de los más elementales servicios. |
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Antonio Gallego no calló nunca estas deficiencias en los locales que debía de aportar el Ayuntamiento. Decir la verdad, nunca estuvo bien visto por las autoridades de esta ciudad, ni por las de la Republica, ni por las de la Dictadura, dos regímenes en los que vivió, aparte de la monarquía en la que nació y estudió. |
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En el año de 1952, Antonio Gallego fue el primero en alistarse en la Campaña de lucha contra el analfabetismo, plaga secular en esta provincia y en esta ciudad. Hasta 1960 fue maestro de analfabetos, en las clases nocturnas. En los años sesenta, su trayectoria laboral y sus pretensiones de igualdad y respeto toman un giro importante. La ubicación en Baza de la Inspección de Enseñanza Primaria de la Zona, hace que sea requerido por don Juan García Bellver, como secretario de la misma. |
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Desde ella se hace efectiva una política realista de creación de escuelas de nueva planta, viviendas para maestros y comedores escolares, en esta ciudad y anejos. Entre el año 1962 y 1963, Antonio Gallego es también Director de la Agrupación Escolar Graduada “Márquez Torres”, entrando además en la Junta Municipal de Educación Primaria. Pero la llegada de un nuevo inspector, D. Amando Francés Lafuente, cambia su situación. El nuevo responsable de este servicio le requiere para que, en dedicación exclusiva, se haga cargo de la Secretaria de la Inspección, que se ha establecido en Baza, como cabeza de partido, y desde donde se dirige y coordina toda la Inspección escolar de la Zona Norte. En base a este nombramiento, es nombrado como representante permanente, de la inspección en la Junta Municipal de Educación Primaria de nuestra ciudad, desde la que se coordina la ingente obra de educación primaria y de adultos analfabetos. Este trabajo por el fomento de la cultura y la creación de nuevos centros, fue acompañado de misiones educativas y equipos móviles de proyección de diapositivas educacionales y películas divulgativas. A esta satisfacción intima se une el hecho de la creación del Plan Social de Cáritas, en el año de 1963, para la zona de “Las Cuevas”, lo que hace que cada paso de esta institución dado en beneficio de la población de esta parte tan querida de la ciudad para Antonio Gallego sea considerada, por él mismo, como una victoria para sus ideas de igualdad, derecho a la cultura y progreso social. |
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Logra para este plan social la creación de una escuela infantil, para los hijos de los trabajadores, y la concesión de un comedor para la misma. Entre otras cosas, puso en marcha y coordinó la campaña del “Certificado de Estudios Primarios”, que en los años sesenta se requería para poder optar a un empleo o trabajo. |
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Concibe y pone en marcha la Cooperativa de Viviendas “San José de Calasanz”, de la que es Presidente. En el año 1966 construye las viviendas para maestros en Baza, con ello ve colmado uno de sus máximos anhelos: “que ningún maestro fuera desahuciado de su vivienda.” Se construyen 22 viviendas unifamiliares, sobrando, una vez que tuvieron vivienda propia todos los maestros que lo quisieron, tres de esas casas, que fueron vendidas a particulares.
Como todo lo que se hace en beneficio de esta ciudad, fue en su día muy criticado; se le llamó peyorativamente “Villa Talentos” a este barrio. Pero ahí está todavía. Por cierto, que a las autoridades municipales de aquellos días, se les “olvidó” poner en su día la placa del nombre de la Barriada; cuarenta años después sigue sin ponerse dicha placa.
Cerrada la Inspección en Baza, y trasladada a Granada, Antonio Gallego se ve obligado a trasladarse con ella a la capital, donde permanecería hasta su jubilación, momento en el que recibió un homenaje de sus superiores y compañeros de trabajo.
Aficionado a los toros desde joven, tenía tal amor a la Feria de Agosto de Almería, que se ufanaba de no haberse perdido ni una sola de las grandes corridas que en esta capital se habían ofrecido. Comparaba luego los carteles de aquella plaza, con las corridas que se celebraban por aquellos años en la Feria de nuestra ciudad. |
Le entusiasmaban las excursiones al campo, a las romerías de las ermitas, a los museos y monumentos de la capital o a los pueblos vecinos. En su juventud practicó ciclismo y, sobre todo, juego de pelota. Como todo ser humano, su vida fue un conjunto de virtudes y vicios. |
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Como hijo, me quedo con sus grandes valores morales de igualdad entre las personas, el derecho a la cultura y sus ansias por el progreso de esta ciudad de Baza, que impregnaron todos los actos de su vida. Su gran vicio fue el tabaco. Intentó en varias ocasiones dejar de fumar, sin lograrlo, de lo que se quejaba continuamente (llegó a encender un cigarro con la colilla del anterior.).
Políticamente identificado con los ideales de la izquierda (su padre había sido el Jefe Local de la Unión Republicana-moderada, de don Nicolás Salmerón, en Fiñana), aún recuerdo las palabras que días antes de su muerte me comentaba sobre la convulsa España del año1977: “ toda mi vida de izquierdas y voy a morir reconociendo que si no se pone la Jefatura del Estado en manos de un Rey, nunca acabarán las guerras fraticidas entre todos los españoles” “Ningún político dará por bueno al Jefe del Estado, si este ha militado en otro partido, así somos y seremos siempre”. ” Nos hace falta un moderador que, pase lo que pase entre nosotros, represente a este país fuera de España”.
Este fue mi padre, recordado por sus amigos y compañeros en las aventuras de teatros, orquestinas y organización de excursiones; por sus alumnos, por la enseñanza de su magnífica caligrafía y transmisión de sus amplísimos conocimientos de la Geografía e Historia de España, Gramática y Matemáticas; por sus compañeros, como defensor de los derechos corporativos frente a los poderes locales; y por sus hijos, como un gran padre, que nos inculcó el perdón para los que tanto le dañaron y amargaron la vida, sin que por ello dejáramos de denunciar las injusticias, fueren los que fueren sus autores.
Falleció de un enfisema pulmonar causado por el tabaco, el 18 de octubre de 1977. Pidió, y así se hizo, ser enterrado en el cementerio de Baza. |
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