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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Testimonios del poeta en nuestra ciudad
Sobre las “largas temporadas” que pasó García Lorca en Baza.

Artículo publicado originalmente en la sección "Última Página" de la Revista "El Norte", en la segunda quincena de julio de 2011. 

Llegados estos días del verano, esperamos que pronto empiece a leerse en la prensa de la capital, y con especial profusión, que en este 2011 se celebra el 75 aniversario del fusilamiento del gran escritor, dramaturgo y reconocido poeta granadino Federico García Lorca.

Un creador literario al que yo nunca había asociado a nuestra ciudad, pero que, al parecer, sí que tuvo con ella una cierta relación pasajera pero intensa. Como digo, nunca lo relacioné hasta hace unos  ocho años en que un amigo, Jesús Palacios,  nacido en Baza pero en estos momentos residente en tierras castellanas, buen sabedor de mi interés por la investigación histórica,  me comentó que por qué no investigaba sobre este asunto; según él, era muy conocido en esta ciudad el hecho de que Federico pasó aquí algunos días en su niñez-juventud. Pero mi amigo no me daba referencia alguna. Él sólo lo había oído en su familia.

En realidad, no era la primera vez que el asunto llegaba hasta mi conocimiento. Años antes, uno de los jubilados a los que entrevistaba para conocer de primera mano lo que había sucedido antes y después de la Guerra Civil en nuestra ciudad, me dijo que su padre había trabajado en el Cercado Espinosa, y que allí, a un “escritor que habían fusilado en Granada”, el lo conoció en el cercado cuando era niño. Añadía además que este muchacho estudiaba con el hijo de su amo en Almería y que había venido a Baza dos o tres veranos. Tras insistir por mi parte, mi interlocutor seguía recordando que su padre recordaba haber llevado a los niños al balneario de Zújar; incluso que en otra ocasión los acompañó hasta el río de Los Prados, el Azud, en el que había peces, y que el niño hacia dibujos muy raros.

Por último me indicó que su padre le había saludado en otros veranos en Baza, pero ya no en el Cercado donde él trabajaba. Por desgracia, este jubilado no recordaba el nombre que  le había dicho su padre.

Mi curiosidad al respecto quedó encendida pero tranquila, como un ascua. Aunque terminó prendiendo cuando, después de leer y releer el acta número 12 de la sesión ordinaria de fecha 22 de abril de 1937,  en el Ayuntamiento de Baza, celebrada bajo la presidencia del Alcalde don Sebastián Pérez Fernández, descubrí un dato mucho más clarificador que me revivió las conversaciones a las que aludía al principio.

Decía este acta lo siguiente:

Grupo escolar:  Acto seguido se acordó por unanimidad solicitar del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, la construcción por cuenta del Estado de un grupo escolar de 25 grados en esta ciudad ,en homenaje al malogrado poeta granadino Federico García Lorca, asesinado por los fascistas en Granada, en consideración a las largas temporadas que pasó en esta población ,donde escribió varias de sus apreciadas obras, designando como solar para su emplazamiento, la huerta que hay entrando a la derecha a la carretera de Caniles, en la Plaza de Martínez Barrio, al que se le puede dar la entrada por dicha plaza, por el Parque de la Republica, por la Carrera de Palacio, por la Plaza de Lina Odena, y por la calle de Alejandro Otero, autorizando a la Alcaldía para que nombre arquitecto y formule el correspondiente  proyecto y presupuesto.

Intentando aplacar mi curiosidad, en  las numerosas biografías escritas sobre Federico García Lorca que he podido conocer, su etapa de estudiante en Almería, en la que podemos encontrar información sobre su estancia en Baza, se cita muy de pasada, Solamente en la obra editada por Ediciones Destino-Barcelona, en el año 1962 y escrita por José Luís Cano, se habla sobre la breve estancia del poeta en aquella capital costera, diciendo que estaba como pupilo en la casa de su maestro don Antonio Rodríguez Espinosa y que, igualmente, allí estudiaban otros dos primos suyos: Enrique García Palacios y Salvador García.

Tampoco el propio poeta es muy  pródigo en recordar amigos de su infancia, ni los pueblos que visitó en aquel entonces, por lo que en estos momentos y, salvo que con posterioridad aparezca documento alguno que lo vincule a nuestra ciudad, sólo queda la certeza que debían de tener los regidores locales en el año 1937 para dejar constancia en el Acta municipal transcrita, de la relación del poeta con nuestra ciudad.