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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Curiosidades en azulejos

Artículo publicado originalmente en la sección "Última Página" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de noviembre de 2010 


Sin entrar ni en su antigüedad ni en su rica historia, simplemente, y como comentario, vemos que hay numerosos establecimientos de hostelería y restauración que tienen sus paredes llenas de estos curiosos azulejos que rápidamente nos llaman la atención sobre sus contenidos, escuetos pero certeros. Claro que también los encontramos en cualquier tienda de cerámica o en los mercadillos, en los que podemos adquirir lo mismo los números que las letras del alfabeto para numerar y denominar la casa o el chalet.

Siempre ha sido mi curiosidad leerlos; si los encontramos ante una vivienda: «Aquí vive un carpintero», «Aquí vive un fontanero», «Aquí vive un electricista», «Aquí vive un fotógrafo», teniendo el azulejo junto a lo escrito una representación clásica de su oficio: una sierra, un grifo que gotea, una lámpara, o una máquina de fotografías antigua.

Encontramos azulejos preciosos como el «Reloj de Sol», o «La historia del Vino. Hay otros que nos avisan de algo «Cuidado con el perro», lo que es de agradecer. O nos dan la bienvenida, a un establecimiento en el que se puede leer «Lo mejor de nuestra casa, los clientes».

En las paredes de tiendas y bares encontramos los clásicos: «Hoy no se fía, mañana sí» o del pobre que dice: «Yo también fiaba». Y compendiando estas ideas, el clásico que sentencia: «Si por fiar tengo amigos, y los pierdo por cobrar, para evitar enemigos, lo mejor es no fiar».

Nunca como ahora ha estado tan difundido este arte decorativo, práctico y sencillo, lleno de magia y color, y que se adapta a todas las técnicas y tipos de cerámica: toledana, sevillana o granadina, unas con un salero y gracejo otras con otro, en todas encontramos: «Barriga llena, corazón contento» o «No ahogues tus penas en vino, pues son de corcho y flotan.»

Sin embargo, hasta hace poco no ha salido la política en los azulejos (si exceptuamos el referido a la «suegra»). Por ello fotografié este azulejo toledano que hoy reproduzco y con el que cerramos este pequeño homenaje a tan noble arte.