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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Las Antiguas Carnicerías y la Santa Faz

Artículo publicado originalmente en la sección "Rincones Bastetanos" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de octubre de 2011 


En pleno centro urbano, a escasos metros de la Plaza Mayor, junto a la calle Zapatería y a la Cruz Verde, este rincón es, tal vez, uno de los que mejor mantienen el halo de antigüedad de nuestra ciudad. Lugar de tránsito en el que se puede apreciar una estupenda construcción de época mudéjar donde destaca una magnífica balconada y la columna de madera que, sobre un pedestal de mármol sostiene el corredor volado sobre dos inmuebles.
Obra que equilibra de forma exquisita la madera, la piedra y el mármol, en la que ocupa un lugar privilegiado una gran placa que da fe de cómo en aquellos lugares existieron las carnicerías de la población y de quienes gobernaban la ciudad en aquellos días. Una placa en la que se puede leer:

«Esta obra se hizo por mandado de los muy ilustres señores de Baza, siendo Corregidor Real el muy ilustre señor Licenciado don Miguel de Tejeda y Alcalde Mayor de esta ciudad el muy magnífico señor Licenciado don Christobal de Terrazas. Acabose año de 1568».

Junto a la placa se encuentra una hornacina cubierta con reja tras la que se veneraba la Santa Faz. Su historia ha llegado a nosotros de esta manera.

La Santa Faz
Hornacina que guardaba la Santa Faz.

Cuentan que a mediados del siglo XIX llegó a esta ciudad un joven comerciante llamado Santiago Cumbé, procedente de la zona del Levante, vendedor de especias para las matanzas. Se instala en la concurrida calle comercial de la Zapatería, procediendo después a comprar una casa en lo que fueron las antiguas carnicerías. Contrajo matrimonio el señor Cumbé con una joven bastetana, quedando así incluido como vecino de esta ciudad. Su enorme fe y el recuerdo continuo de su añorada tierra, hacen que en la fachada de la casa que habita instale una pequeña capilla en la que los viandantes puedan venerar la Santa Faz de Cristo.

Es histórica y muy antigua la devoción al misterio de Cristo y a su rostro, que quedó reflejado en el día del Viernes Santo sobre una tela, en la que según la tradición Verónica secó la cara ensangrentada y sudorienta del Nazareno en su caminar hacia el Calvario.

Se tienen datos de que la Santa Faz ya era venerada en el siglo XII en Roma, y que a allí había llegado desde Constantinopla. Desde la ciudad eterna pasó a Francia, a principios de 1.800, y que su culto lo había extendido un clérigo llamado Dupont.

En España, esta tradición arraigó en todo el Levante, llegando incluso a erigirse un santuario a esta devoción a pocos kilómetros de Alicante, un lugar al que anualmente se siguen haciendo peregrinaciones y romerías desde aquellas fechas.

Tradicional espacio y rincón bastetano de las antiguas carnicerías.

No es, pues, extraño que este levantino que vino a instalarse en Baza trajera consigo su devoción a la Santa Faz, representada en el sudario de Verónica. Una plaza sobre la hornacina confirma el hecho: «Esta tribuna la hizo Santiago Cumbé. Año de 1853».