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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Eduardo García Peregrín

Artículo publicado originalmente en la sección "Con Baza en el corazón" de la Revista "El Norte", correspondiente a la primera quincena de abril de 2012 
Eduardo recibió el premio Pio XII por su magnífico expediente académico.
El primer hijo del matrimonio formado por Eduardo y por Encarnación, Eduardo García Peregrín, nació en Baza, en la calle Alamillos, número 11, el 7 de julio de 1942. Apenas superada la mayoría de edad, el protagonista de nuestro artículo perdió a su madre, aunque años después su padre se casó, en segunda nupcias, con Isabel Mañas, que ha sido su segunda madre para él y para sus hermanas. Desde hace 43 años, Eduardo García está casado con Paqui, con la que han traído al mundo cuatro hijos que le han dado seis nietos… hasta ahora.
Eduardo García Peregrín en su despacho

Su infancia transcurrió en Baza, cursando estudios de Bachillerato en la Academia «Santa Bárbara » de nuestra ciudad. De aquellos años hay que destacar que, estando preparado para hacer el examen de ingreso antes de tiempo, tuvo que retrasarlo hasta el año siguiente, si bien lo hizo simultáneamente al de primero, lo cual hizo que Eduardo llevara un curso de adelanto respecto a otros compañeros de su misma edad. Terminado el Bachillerato, se trasladó a Granada, donde estudió el Curso Preuniversitario en el Instituto «Padre Suárez».

Posteriormente, se matriculó en la Universidad de Granada, donde cursó la Licenciatura en Farmacia, seis cursos, graduándose antes de cumplir los 22 años (en junio de 1964). Eduardo García fue uno de los contados alumnos seleccionados para asistir a la inauguración oficial de la nueva Facultad.

Durante toda la licenciatura, las buenas calificaciones obtenidas le permitieron disfrutar de una beca del Ministerio de Educación. Cuatro años más tarde, el 28 de junio de 1968, defendió su Tesis Doctoral, dirigida por el profesor Federico Mayor Zaragoza, que a partir de ese día fue nombrado Rector de la Universidad granadina y, años después, Director General de la UNESCO. En la tesis de nuestro paisano fue en la que por primera vez en la facultad se utilizaron isótopos radioactivos, siendo merecedora del premio extraordinario de Doctorado de aquel año.
Simultáneamente a las investigaciones conducentes a su Tesis Doctoral, accede a las primeras plazas de Profesor Universitario en la Facultad de Farmacia. Fue Profesor Ayudante entre 1964 y 1966 y Profesor Adjunto Interino entre 1967 y 1968. De junio de 1968 a marzo de 1973 deja el carácter de interinidad al conseguir la plaza por oposición. Aún permanece en la Facultad de Farmacia, ya como Profesor Adjunto Numerario, entre 1973 y 1975. Algunos años después en el Parque de la Alameda con sus padres y hermanas.

En junio de 1975 obtiene por oposición nacional la plaza de Profesor Agregado de la Facultad de Ciencias de Granada, hasta junio de 1981, en que es nombrado Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la misma Facultad. Eduardo García fue uno de los profesores que implantaron la nueva Licenciatura de Biología en Granada, habiendo impartido docencia en ella desde la primera promoción de la misma. En 1972 realizó una estancia postdoctoral en el Laboratoire de Chimie Biologique de París dependiente del CNRS, el mismo centro en que su maestro, el Prof. Mayor Zaragoza, había comenzado sus contactos con el Premio Nobel H. Krebs.

A comienzos de la década de los ochenta, el Prof. García Peregrín se encuentra ya dirigiendo un amplio grupo de investigación (CTS 141) sobre el metabolismo del colesterol, dentro del Plan Andaluz de Investigación.

Reseña de Ideal sobre la concesión del Premio Extraordinario de Doctorado Fruto de estos trabajos es la dirección de cerca de  veinte Tesis Doctorales y otras tantas Tesinas de Licenciatura en Farmacia y Ciencias, así como cerca de 150 artículos publicados en revistas científicas internacionales recogidas en el Citation Index Report, alcanzando diversos premios y distinciones como el Premio a la Investigación «450 Aniversario de la Universidad de Granada», concedido por el Ayuntamiento de Granada.
Además, el Prof. García Peregrín ha participado en numerosos Congresos y Simposios nacionales e internacionales, en calidad de Conferenciante, Ponente, Presidente, Secretario o Tesorero. Es miembro de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, de la de Medicina Nuclear y de la American Oil Chemist’Society.
También en la década de los ochenta participa en la preparación y desarrollo del Sínodo Diocesano, como representante de la Pastoral Universitaria, actuando como uno de los siete moderadores de los grupos que se nombraron para la discusión de los temas. Al finalizar el Sínodo, fue propuesto como miembro del Consejo Diocesano de Laicos, de nueva creación, siendo elegido por votación secreta Presidente del mismo y miembro del Consejo Pastoral Diocesano. En ambos Consejos colaboró activamente con los Arzobispos D. José Méndez, D. Fernando Sebastián y D. Antonio Cañizares. Invitación para la asistencia a la inauguración oficial de la nueva Facultad de Farmacia

Durante esa época fueron innumerables las conferencias y charlas que impartió en toda la Diócesis, así como en distintas Jornadas y Cursos organizados en Baza y en Guadix.

En 1994 ingresó como Académico de Número en la Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales de Granada, con un discurso titulado «El colesterol, paradigma del bien y del mal». Durante muchos años ha sido Tesorero de la misma, habiendo actuado como «padrino» en el ingreso de otros varios académicos.
Con un grupo de colaboradores y compañeros en el I Congreso Hispano-Portugués de Bioquímica, Coimbra, 1980. No obstante, su mayor reconocimiento siempre lo encontró entre sus alumnos, que se pueden contar por miles, y sus discípulos, que en la actualidad han consolidado distintos grupos de investigación en diversas universidades españolas (Granada, Madrid, Sevilla, Almería) y centros del CSIC. Prueba de lo primero es el pergamino que con motivo de su jubilación le entregaron los alumnos de uno de sus grupos de la Licenciatura en Biología en el que se podía leer: «Para D. Eduardo García Peregrín, nuestro profesor, porque queremos felicitarle por su gran labor docente con nosotros y, por supuesto, agradecerle todo el buen trabajo que durante este tiempo ha desarrollado para formarnos como estudiantes e incluso como personas, ya que para nosotros usted ha sido un profesor ejemplar…».
Durante los últimos años compaginó su labor docente e investigadora con la de estudiante. En este sentido, realizó la Licenciatura en Ciencias Religiosas en el CETEP de Guadix, dependiente de la Pontificia Universidad de Comillas, obteniendo el Grado de Licenciado con la máxima calificación (Sobresaliente, 10) en el expediente y en la Tesina de Licenciatura sobre el tema «La dignidad de la vida humana y la Biomedicina». Ha sido el único caso de un alumno que haya impartido en su propio centro la Lección Inaugural, como realizó Eduardo en el curso 2004/05 con un discurso sobre el tema «El estatuto ético de las células madre». Reseña de los especialistas participantes en un Congreso Internacional. Uno de ellos es Eduardo García.
Y es que su calidad de investigador en Bioquímica y Biología Molecular le llevó a preocuparse cada vez más por los posibles problemas derivados de la aplicación de los nuevos conocimientos a diferentes situaciones en que la vida humana podría verse afectada.
Eduardo, con algunos de sus últimos discípulos en noviembre de 2009 Esto le llevó a realizar la Licenciatura antes mencionada y, posteriormente, un Master en Bioética organizado por la Facultad de Teología de Granada, en el que, curiosamente, fue a la vez alumno y profesor de uno de los módulos relacionados con las aplicaciones de la Biología Molecular. Su trabajo final del Master sobre «Ética e Investigación» le valió también la máxima calificación.
Como divulgador del conocimiento, Eduardo García Peregrín ha colaborado con más de 200 artículos en prensa diaria y de otra periodicidad: Ideal de Granada, Hefagra y Farmanova (de distintas cooperativas farmacéuticas), Proyección (de la Facultad de Teología de Granada), Éxodo (de la Asociación de Teólogos Juan XXIII), Pensamiento y Tendencias de las Religiones (de la Pontificia Universidad de Comillas), Cuadernos de Bioética (de la Sociedad Española de Bioética), Amor y Vida (de los PP. Franciscanos), Caminamos en Familia (del Movimiento Familiar Cristiano), etc.
En la actualidad es miembro del Consejo de Redacción de la Revista Proyección de la Facultad de Teología de Granada. Los primeros 50 artículos sobre cuestiones de Bioética aparecen recopilados en su libro «Bioética. Temas para el debate» (2008), lo mismo que los publicados hasta entonces en Ideal «Reflexiones al hilo de la noticia» (2008). Portada de uno de sus últimos libros Invitación al Acto Académico celebrado con motivo de su jubilación como Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Invitación al Acto Académico celebrado con motivo de su jubilación como Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular.
Sobre ellos, el Prof. Mayor Zaragoza comentaba «…se trata de contribuir a una mayor formación del público, presentando temas de interés de manera fácilmente inteligible…».
Portada del libro homenaje que le dedicaron sus discípulos y compañeros en su jubilación Asimismo ha dictado más de 100 conferencias en diferentes Colegios Mayores Universitarios y en otros Centros de la más diversa índole. En 2008 y 2010 participó como Ponente en el I Congreso Internacional de «Ecología y Religiones» y en el de «Poesía y Música para la Paz», organizados por el Centro UNESCO de Andalucía. Ha escrito varios capítulos de libros, entre los que destacan «Clonación de embriones. Aspectos éticos» en «Cuestiones de Bioética», editado por la Sociedad Valenciana de Bioética (1998) y el titulado «Algunas cuestiones de Bioética» en «Nuevos retos de la familia. Actitudes cristianas de la familia », editado por el MFC (2002). Asimismo, ha colaborado con sendos capítulos en los libros-homenaje en la jubilación del Prof. Eduardo López Azpitarte, de la Facultad de Teología, (2004), del Prof. Federico Mayor Zaragoza, de la Univ. Autónoma de Madrid (2005), y del Prof. Urbano Alonso del Campo, de la Facultad de Psicología (2011).

Además de los mencionados anteriormente, ha publicado otros dos libros: «La fraternidad, precursora de la ecología en Francisco de Asís» (2008) y «La dignidad de la vida humana» (2010).

Con motivo de su jubilación, tras 45 años en la Universidad de Granada, sus discípulos y sus antiguos compañeros le prepararon un homenaje sorpresa que consistió en un Acto Académico presidido por el Rector de la Universidad y el Decano de la Facultad de Ciencias, al que no pudo físicamente asistir por problemas de última hora su maestro, el Prof. Mayor Zaragoza, si bien envió una video-conferencia especialmente emotiva.

 Reseña que publicó Ideal sobre este homenaje
Eduardo, rodeado de su esposa, hijos y nietos ese mismo día En este acto se presentó un video sobre su vida y un libro titulado «Eduardo García Peregrín, Júbilo y Vida» en el que colaboran desde su maestro hasta cerca de 40 de sus discípulos, entre ellos su propio hijo al que le había dirigido su Tesis Doctoral. Asimismo, se le dio el nombre de «Prof. García Peregrín» al aula-seminario del Departamento.

Para finalizar, y como muestra de lo expresado en el libro-homenaje, destacamos sólo tres frases: «Para la historia de la Biología en Granada, Eduardo formará siempre parte de ese grupo de profesores que impulsaron estos estudios…Una abrumadora mayoría de sus miembros son, de forma directa o secundaria, discípulos de Eduardo» (A. Ríos, Decano de la Facultad de Ciencias); «Como su primogénita científica siempre estaré agradecida a Eduardo que me inició en la investigación y me transmitió una serie de valores que me permiten estar en mi Universidad realizando tareas docentes, investigadoras y de gestión universitaria» (M. D. Suárez Ortega, Vicerrectora de Política Científica e Investigación); «Eduardo, bioquímico, investigador, docente, divulgador científico, versado después en teología y bioética… pero, sobre todo, un ser humano que ha sabido extender su mirada limpia y serena alrededor y muy lejos. Que ha sabido tender la mano, que se ha atrevido a contar sus puntos de vista…» (F. Mayor Zaragoza).