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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Emilio Langa Pérez

Artículo publicado originalmente en la sección "Semblanzas bastetanas" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de junio de 2012. 

Emilio Langa Pérez, hijo de Cecilio y de Dolores, nació el día 7 de junio de 1934, siendo el segundo hijo de este matrimonio que ya tenía otro, José, más conocido en Baza como Pepe Langa. Sus padres eran oriundos de Caniles, con domicilio en la calle Barahonas, que posteriormente fijaron en la calle del Agua número 26 de nuestra ciudad.
Emilio Langa Pérez Tras hacer sus primeros estudios en las Escuelas Graduadas, siendo su maestro Miguel Sánchez Chanes, se inscribió en la Escuela Sindical de Formación Profesional, situada en los bajos del actual Ayuntamiento con Antonio Navarro Velázquez de Castro como director. Allí tuvo como maestros a Carlos García, Juan Antonio «Babolla», Esteban Jiménez y otros del gran plantel de educadores de aquella Escuela. A los trece años de edad compitió en Sevilla en un concurso en el que ganó el primer premio al ser campeón de Torno y Fresa, especialidades que le darían el triunfo en su vida y profesión. Con su hermano Pepe

Terminado el periodo de aprendizaje, y con solo 16 años, entró a trabajar en la empresa bastetana de autobuses «Maestra», hasta que su incorporación a filas en el año 1955 lo llevó a Madrid.

Como tantos otros, tras licenciarse ya nunca volvió a Baza. Encontró trabajo en distintas empresas en la capital, en las que acreditó la buenísima preparación recibida en la Escuela de Formación Profesional bastetana.
Emilio entre un grupo de compañeros futbolistas en nuestra ciudad Con enorme sentido de futuro, pidió un préstamo de 30.000 pesetas para independizarse; con ese dinero montó un pequeño taller en el barrio de Usera, en la calle Dolores Barranco número 10. Para ampliar su negocio, adquiere mediante un traspaso los locales de otro mucho más amplio, en el mismo barrio, en la calle Pilarica, 87. De tener un solo torno, su actividad profesional crece hasta los doce tornos, con igual número de personal empleado.
Tras la decisión del Ayuntamiento madrileño de sacar las empresas a los incipientes polígonos industriales, adquiere dos naves en el polígono de Arroyomolinos, talleres en los que prosigue sus trabajos de construcción de Grupos Electrógenos, diverso material para Obras Públicas e inicia la de accesorios para blindados del Ejército. Por esta línea de fabricación de accesorios para blindados se le concedió el certificado de calidad otorgado por el Ministerio de Defensa. Al mismo tiempo, Emilio inició una nueva línea de investigación y de desarrollo de productos útiles para la aviación, en concreto para proporcionar una rápida asistencia entre el avión y los terminales, tanto de pasajeros como de carga. Entran en esta producción tractores de carga y equipajes, cintas de equipaje, cargadores de avión, carros para movimiento de contenedores, gatos hidráulicos para aviones y helicópteros, plataformas elevadoras, hidráulicas y de mantenimiento, productos con los más altos estándar de calidad y diseño. En la línea de accesorios para vehículos y blindados del ejército, cabe destacar la conversión de vehículo de guerra en elemento útil para tiempos de paz aplicables en catástrofes, terremotos, riadas, incendios y otros desastres naturales; en esta línea produce  plataformas delanteras, torres de iluminación móviles, conjuntos quitanieves, etc. Por todo esto y mucho más, Emilio Langa recibió el reconocimiento de la Cámara de Industria y Comercio de la ciudad de Móstoles y le fue concedido el Premio a la Trayectoria empresarial en el año 1992.
Con una gran visión comercial y de futuro, adquirió solares en la Urbanización «El Bosque» de Villaviciosa de Odón, en la que se construye un chalet y reside con su familia, su esposa Carmen Moro, y sus hijos María Dolores, José Luís y Carolina, hasta que en la madrugada del día 20 de junio de 1996 muere al hacer frente a unos atracadores en su propio domicilio. Esa noche estaban en el chalet el matrimonio y su hija Carolina. Su entierro fue un acto multitudinario al que asistieron más de 800 personas de la localidad madrileña en la que residía. A su fallecimiento era abuelo de tres nietos varones: Emilio, Javier y Jaime. El Ayuntamiento de Móstoles le dedicó una calle en el Polígono de Arroyomolinos, lugar en el que el industrial bastetano inició sus actividades.
En todo momento Emilio se sintió bastetano de corazón, llevando con orgullo el nombre de esta ciudad a la que venía con frecuencia a ver a su hermano Pepe y a pasar las fiestas más populares. A su muerte la empresa empleaba 28 trabajadores.
Hoy día la empresa Hidráulicas Langa S.L. la siguen regentando sus hijos; tiene unas instalaciones totalmente renovadas en Navalcarnero y da trabajo a 32 personas. La muerte de nuestro paisano conmocionó a los vecinos de Villaviciosa de Odón, así como a todos aquellos bastetanos que conocieron a Emilio y a su familia. Los periódicos dedicaron amplios espacios a este suceso en el que fallecía un bastetano de gran trayectoria profesional y personal.
La muerte de nuestro paisano conmocionó a los vecinos de Villaviciosa de Odón, así como a todos aquellos bastetanos que conocieron a Emilio y a su familia. Los periódicos dedicaron amplios espacios a este suceso en el que fallecía un bastetano de gran trayectoria profesional y personal. La muerte de nuestro paisano conmocionó a los vecinos de Villaviciosa de Odón, así como a todos aquellos bastetanos que conocieron a Emilio y a su familia. Los periódicos dedicaron amplios espacios a este suceso en el que fallecía un bastetano de gran trayectoria profesional y personal.