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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Antonio Ibarra Pizarro

Artículo publicado originalmente en la sección "Con Baza en el corazón" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de octubre de 2012 
«Cuando terminamos el concierto de aquel año, 2002, en el hermoso pabellón James L. Knigt Center de Miami (Florida), con una capacidad de 8.000 personas, el Mayor (alcalde) del Distrito de Hialeach nos pasó recado de que nos esperaba a los del grupo en la sala de personalidades. Como en ediciones anteriores, tuvimos la felicitación oficial por el magnífico concierto ofrecido y por el enorme éxito de público.
Luego, tras varios brindis, el Mayor departió amigablemente con todos y cada uno de nosotros; cuando me preguntó que de qué lugar de España era y yo le dije que de Baza, me dejó sorprendido al responderme: «Baza fue una importante plaza fuerte del último reino árabe en la península; su toma por los Reyes Católicos era una pieza decisiva en esta guerra y aceleró la victoria de los ejércitos cristianos». Que me hablaran de la historia de mi pueblo a miles de kilómetros de distancia, no hizo sino que me llenara aún más de amor a esta tierra que me vio nacer y a la que tanto quiero». Antonio Ibarra con sus hermanos y sus padre  

Quien me comenta esta anécdota es Antonio Ibarra Pizarro, hijo de Francisco Ibarra Navarro y de Piedad Pizarro López, nacido el 22 de diciembre del año 1948 en la calle Correo Viejo, siendo sus hermanos todos varones: Manolo, Paco y Pepe.

Sus recuerdos de la infancia le llevan a los juegos en la placeta de la Cascada, en el callejón del Almendro y en las callejuelas junto a esos lugares.
Evoca los nevazos y los fríos del invierno y el riego de las calles y plazas en el verano; los carrillos de helados y los olores que salían del horno de Jordán cuando preparaba los productos de Navidad, «pan auténtico, hojaldre de ensueño», me comenta. Unos años antes, en la Alameda
Con un grupo de amigos en su juventud Hablando de olores y comida, se pasa a las ricas morcillas de «la Cachimba», las matanzas del cerdo en la casa y los mecenderos, la panadería de la familia Doblas… todo el mundo infantil vivido

No olvida en esos recuerdos a sus amigos, a Paulino, el hijo del barbero, a Paquito García, hijo de Francisco el de la botica, a Eulogio, el de la fábrica de mosaicos, y a sus amigas Enriqueta (de la familia Marquitos) y a María del Carmen. Recuerda a otros muchos compañeros en sus juegos del «boli» y a otras chicas a las que vestían «de maya» cuando legaba la celebración de las fiestas de la Cruz de mayo.

Sus padres lo apuntan en el colegio de la Presentación cuando tan solo tenía tres años; allí estuvo hasta que celebró la Primera Comunión. Guarda de este centro recuerdos de las madres Sor Inmaculada y Sor Carmen, así como de sus compañeros de clase, entre otros, Jesús Ferrón, Nicolás López de Hierro, Antoñito (el del Café Comercial), Manolín Sánchez y otros muchos más.
Antonio con sus dos hijas y su mujer Rememora las fiestas en el patio del colegio, las representaciones teatrales y las carreras de cintas. Participó en alguna procesión de Semana Santa con la cofradía de Santiago. Ya por entonces, con tan solo ocho años, le ilusionó tener una novia, una preciosa niña hija de Angelitas Tamayo que se llamaba Carmen Eva. Con el grupo francés «Out», una de sus primeras incursiones en el mundo de la música

Quedó en su memoria una plaga de langosta que cayó en Baza y que curiosamente cubrió el suelo de la placeta de la cascada; las excursiones hasta la Fuente de San Juan o la del Alcrebite le parecían ir a lugares lejanos.

«Mi  padre, que trabajaba en RENFE, es destinado a Salamanca, y al poco de estar allí nos reunimos con él toda la familia, aunque los veranos siempre veníamos a pasarlos en Baza». A partir de este momento, Antonio recuerda el tren que le trajo en numerosas ocasiones a su pueblo, el pausado paso sobre el puente de Valcabra, «que decían que estaba defectuoso» y el recontar las estaciones que se iban quedado atrás… Tíjola, Serón, Hijate, Caniles y, por fin, Baza. Veranos de paseos por la Alameda y sesiones de cine en el Ideal o en el Dengra, donde vio por primera vez «Quo Vadis» comiendo un gran cucurucho de pipas. Las mañanas de entonces eras distintas con el despertar del paso y los cánticos de los rosarios de la Aurora. «Mi hermano Manolo se casa y se queda a vivir en Baza; mi hermano Paco había marchado a Barcelona y después emigró a Suiza y a Canadá; mi hermano Pepe también pasó por Barcelona primero y después se fue a Canadá.

El servicio militar lo realizó en la misma ciudad donde residía, en Valencia Yo, el benjamín, seguí con la familia en Salamanca, donde hice el Bachillerato e inicié los estudios de delineante industrial. Llegado el año 1964, mi padre solicita el traslado a Valencia, aunque yo seguía pasando los veranos en Baza.
En aquellas fechas tenía grandes amigos por aquí: Andrés Usero, Antonio Martínez, Isidro Gómez, Encarnita (hermana de Isidro), Nieves Ramos, Ney Mañas, Angustias García y Nely. Mi primer enamoramiento de juventud fue con Paquita Navarro Cotillas, «Paquitina», hija de Sergio Navarro y actual esposa de mi buen amigo Julián Lozano. A la derecha, nuestro protagonista en su puesto de trabajo en la empresa Sener, a la que ha pertenecido durante muchos años

Muchas veces, tanto Isidro Gómez como yo solíamos ir al Cerro Cepero; un día tuvimos un gran hallazgo, unos huesos que creímos eran de mucha antigüedad y resultaron ser de burros que enterraban allí cerca.

En Valencia sigo estudiando y termino los estudios de Maestro Industrial Delineante. Por aquellos años es cuando me inicio en la música y participo, junto a mis amigos y compañeros, como componente de pequeños grupos de rock y pop. Aquí conozco y actúo junto con Juan Camacho, Juan Bau, Nino Bravo y otros varios en la historia y desarrollo de la música de estos años en los que tanta importancia tienen los grupos y cantantes valencianos, sobresaliendo entre ellos «Los Rangers». Cumplo el servicio militar, por suerte en la misma Valencia, «en casa», como se decía entonces.

En el año 1969 marcho a Madrid a conocer las técnicas escénicas y su aplicación a la música; allí tengo ocasión de participar en pequeños papeles tanto en películas como en programas de televisión y teatro.
Antonio formó parte del grupo «Los Rangers» Antonio formó parte del grupo «Los Rangers» A mi regreso a Valencia, ya totalmente dentro del ambiente musical, entro a formar parte como bajista del grupo del cantante Bruno Lomas, con el que realizo giras por toda España dejando grabados varios discos.

Tras esta grata experiencia, me integro en el grupo musical francés «Out», marchando a Francia unos años, en los que realizamos bastantes actuaciones y dejamos grabado un disco en unos estudios parisinos y otro en Londres. Por estos años conozco a Santi Carulla, cantante del grupo musical «Los Mustang», quien me confirmó que su madre era oriunda de Baza.

En 1973 entro en una empresa multinacional editora y distribuidora de libros y publicaciones varias, lo que me sirve para conocer las ciudades de Génova, Turín, Padova, Mantova, Milán, Brescia y otras varias, así como para conocer el idioma y la música italiana. En 1974 regreso a Madrid por la muerte de mi madre. Decido dejar la música, centrándome en otros trabajos más productivos. En estos meses conozco a la que sería mi esposa, Rosa María Somolinos. Entro a trabajar como proyectista en la empresa Sener, de ingeniería industrial, que hacía proyectos de petroquímica y centrales nucleares. Dispongo de tiempo y empiezo a estudiar la carrera de Ingeniería Técnica Aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid. Sener me envía durante un buen tiempo a Bilbao para trabajar en el proyecto de la Central Nuclear de Lemoniz. Es 1975 y ya estoy casado, naciendo mi primera hija, Arantxa, un año después.
Con la empresa Sener participo igualmente en los proyectos de la nuclear de Cofrentes, en la Ford de Almusafes (Valencia), y en la de polietileno Alcudia, en Puertollano. De regreso a Madrid nació nuestra segunda hija Noelia». Con sus dos hijas, Arantxa y Noelia Con sus dos hijas, Arantxa y Noelia
Antonio detiene su narración en 1977 para contarnos una anécdota. Fue cuando participó junto a su sobrina Lolita, hija de su hermano Manolo, en el concurso de televisión «1, 2, 3 responsa otra vez», estando varias semanas en el citado espacio. «Tras cursar el primer año de Ingeniería Técnica, pido la excedencia en Sener y regreso a Granada para iniciar una nueva actividad comercial; tengo tiempo libre y me matriculo en la Universidad granadina, en la Facultad de Derecho, cursando la carrera entre los años 1987 y 1992, a cuya promoción correspondo. A los dos años de estar en Granada tuve la desgracia de perder a mi esposa (1989), quedando mis hijas con la edad de 13 y 12 años. Tiempo después inicié una relación con una gran chica, Puri, de la que tengo un buen recuerdo, no llegando a cristalizar esta relación. Los años siguientes son de pérdidas familiares: en 1987 fallece mi padre con 92 años y en 2002 muere aquí en Baza mi hermano Manolo.
Antes, en 2001, había retomado mi actividad musical, todo ello sin dejar mi trabajo comercial, incorporándome al grupo granadino «Los Ángeles». Hemos realizado actuaciones en toda la geografía española, así como en numerosos programas de televisión, habiendo coincidido en sus plató con numerosos y célebres artistas. Con «Los Ángeles», todos los años, me desplazo a Miami, lugar en el que nuestra música es muy apreciada. Actuamos en el enorme auditorio de Hialeach, que vibra siempre con las canciones de los años sesenta, setenta y ochenta… aún cuando en cada concierto se varía el repertorio, no faltan algunas clásicas que nos son pedidas por el público.
En 2002, «Los Ángeles» recibe un Award o premio al mérito por nuestro gran concierto «La magia de los 60». El galardón se entregó tanto al grupo como a los componentes del mismo a nivel individual. Tras las actuaciones en los grandes auditorios de Florida, el «James L. Knigt Center» y el «Dade County Auditorium» de Hialeach, son llamados por los grandes hoteleros club hispanos para actuaciones en sus locales, lo que es muy bien remunerado. En el año 2007 la Cadena de Ondas Populares, COPE, concede el Premio «Populares del año» al grupo «Los Ángeles».
Aunque Antonio Ibarra ha pasado por varios grupos musicales de la época, es con «Los Ángeles» con el que más de identifica. Con Los Ángeles vivió y vive grandes éxitos en diferentes escenarios, sobre todo en Miami. En Granada también se los recuerda con nostalgia
Con Mike kennedy de «Los Bravos» Son cientos los conciertos en los que Antonio Ibarra Pizarro ha intervenido; con nostalgia nos recuerda como ahora lo llaman desde poblaciones alicantinas en las que se quiera homenajear a los ídolos ya desaparecidos. Nos muestra recortes de periódico de varios homenajes, como el dado en Xátiva en el año 2009 al cantante Bruno Lomas. Antonio durante una actuación.
Fue memorable la actuación de «Los Ángeles» en las Fiestas de San Antolín, en Palencia, a las que siguieron las de Jaén, Murcia, Mallorca y Valencia antes de marchar a Miami. En Granada, patrocinado por la Diputación Provincial en el año 2006, se publicó un libro que contenía un DVD con las mejores canciones del grupo y un homenaje al desaparecido líder del grupo: Poncho.

En la actualidad, Antonio mantiene una relación estable con una norteamericana de Miami, Débora. Finalizamos así este recuerdo de un bastetano que lleva a su ciudad en el corazón.