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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Alejandro Lerroux García
Ciudadano de Honor de Baza

Artículo publicado originalmente en la sección "Honores y distinciones" de la Revista "El Norte", correspondiente a la primera quincena de julio de 2013 


Alejandro Lerroux García nació en la localidad cordobesa de La Rambla el 4 de marzo de 1864, falleciendo en Madrid el 25 de junio de 1949. Desde bien joven demostró su afán republicano militando en el Partido Republicano Radical, fundado por Ruíz Zorrilla. Periodista de profesión, fue ágil con la pluma, populista y anticlerical convencido. En su amplia faceta política se le recuerda como brillante orador en varias campañas contra los gobiernos de la Restauración monárquica.

En 1901 es elegido Diputado, repitiendo en el cargo en los años 1903 y 1905, siempre en las candidaturas de la Unión Republicana, que había fundado tiempo atrás Nicolás Salmerón. La virulencia de sus escritos le obligó a exiliarse en varias ocasiones, escapando así de las condenas dictadas contra él. Huyo igualmente del país cuando sobrevino la represión gubernamental por la Semana Trágica de Barcelona, en 1909. De regreso en España entra a formar parte de la Conjunción Republicano-Socialista, volviendo a ser elegido Diputado. En estos años, Lerroux se vio envuelto en una serie de escándalos de corrupción tan graves que le obligaron a dejar la ciudad de Barcelona, donde contaba con más adeptos entre sus clases trabajadoras.

En su faceta periodística llegó a ser director de publicaciones de amplia tirada como El País, El Progreso, El Intransigente, La Publicidad o El Radical. Detenido varias veces y preso por sus artículos en contra de la estructura eclesial y a favor del populismo, se ganó el fervor obrero en la ciudad condal, donde trasladó definitivamente su actividad. Sus escritos causan reacciones antimilitaristas y anticatalanistas, con campañas para contrarrestar que no eran nunca pacíficas. De alegre vida nocturna, llegó a ser citado por la prensa como «El Emperador del Paralelo».

Regresó a su tierra andaluza para presentarse a Diputado por el distrito de Córdoba, saliendo elegido en el año 1914. Dentro de su partido tuvo que soportar la escisión de los llamados radical-socialistas, liderados por Marcelino Domingo. Aún dentro de la política activa, fue uno de los participantes en el Comité Revolucionario que preparó el derrocamiento de Alfonso XIII y la proclamación de la Segunda República en 1931.

Bajo el régimen republicano, desempeñó un papel político de primera fila formando parte de la Coalición de Izquierdas que sostuvo al gobierno de Azaña, en el que llegó a ser Ministro de Estado en el mismo 1931. Su pensamiento político fue derivando hacia los postulados de la derecha conservadora, pasando a ser parte de esta mayoría conservadora que accedió al poder. Fue tres veces Presidente del Gobierno entre los años 1933 y 1935, ocupó la cartera de Guerra en el año 1934, y la de Estado en 1935. Con el «caso del estraperlo» quedó nuevamente desacreditado ante la opinión pública, un asunto de corrupción ligado al negocio del juego en los casinos que utilizaban unas máquinas trucadas. En ello anduvo implicado su hijo adoptivo, Aurelio Lerroux, así como otros muchos políticos destacados del Partido Radical y de la burguesía catalana; le terminó obligando a romper su alianza con la derecha mientras que veía como se debilitaba su personalidad política.

Poco tiempo después le volvió a estallar otro escándalo, el llamado «Caso Nombela», que hundió definitivamente el Partido Radical y que conllevó el rompimiento de su alianza con la CEDA de Gil Robles. El asunto debe su nombre al funcionario que lo denunció. Al parecer, siendo Presidente del Gobierno, Lerroux había firmado una cuantiosa indemnización a un empresario catalán; el funcionario Nombela se negó a pagarla y lo denunció a varios Diputados, dando lugar a una comisión de investigación ante la que Lerroux no pudo dar las razones por las que había firmado tal expediente. Finalizaba el año 1935 y el asunto terminó de hundirlo políticamente. En las elecciones de 1936 ya no fue elegido Diputado. Cuando se produce la sublevación militar contra el gobierno de la República, opta por exiliarse a Portugal, desde donde mantiene contactos con los sublevados. Volvería a España en 1947, dos años antes de su muerte.

El Ayuntamiento de Baza, según consta en el acta del 24 de noviembre de 1934, toma el acuerdo de NOMBRAR CIUDADANO DE HONOR A DON ALEJANDRO LERROUX, «por los muchos servicios prestados a la Nación». Era alcalde entonces de nuestra ciudad José Martín López, perteneciente al Partido Republicano Radical, que había sido designado Presidente de la Comisión Gestora Municipal el 29 de agosto del mismo año 1934.