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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Francisco Navarrete Cervera
Hijo Adoptivo de la ciudad de Baza

Artículo publicado originalmente en la sección "Honores y distinciones" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de noviembre de 2013 


Francisco Navarrete Cervera nace en la ciudad de Íllora, en la provincia de Granada, el 10 de junio de 1917.

Fueron sus padres Francisco y María, cuyo matrimonio tuvo también otros dos hijos. Sus primeros estudios los realiza en la escuela de la localidad. Ante su buena aplicación y sus estupendos resultados, llega después al colegio del Ave María de Granada, donde cursa el Bachillerato decantándose por los estudios de Medicina. En la misma capital granadina desarrolla, con brillantes calificaciones, la carrera de Medicina, ingresando como alumno interno en la Clínica «La Purísima», de la misma ciudad, donde realiza las especialidades de Cirugía y Traumatología. Terminada su formación, contrae matrimonio con la granadina María Pascual Molina y se establece, en septiembre de 1944, en la ciudad de Baza. En la carretera de Caniles número 11, en un magnífico chalet de primeros del siglo XX, Francisco Navarrete inaugura un «sanatorio», lo que hoy llamaríamos una clínica.

Pronto se da a conocer, tanto en el municipio como en los pueblos limítrofes, por lo certero de sus diagnósticos y la eficacia de sus intervenciones: hernias, apendicitis, fimosis, luxaciones varias, fracturas en pies y manos, etc.

Por cierto que en aquellos primeros momentos entró a trabajar como ayudante el practicante José Langa, persona muy conocida en Baza, que desarrollaría a su lado casi toda su vida profesional. Tiempo después, Francisco Navarrete recibe la propuesta de trabajar en sus especialidades en el Hospital de Santiago, lo que aceptó de buen agrado trasladando al citado centro incluso el material quirúrgico de su propiedad. En esta ciudad de Baza nacerían sus hijos: Francisco, Antonia, Anita, María Paz, Javier y Jorge.

Francisco Navarrete Cervera.
Gran aficionado a los toros, era para él un orgullo ser el médico de la Plaza de Toros de esta ciudad, en la que las más importantes figuras del toreo de aquellos años formaban cartel en la Feria. Francisco Navarrete Cervera intervino también en política local, siendo concejal y segundo teniente de alcalde en la corporación municipal de 1961 a 1965, bajo el mandato de Jesús Domínguez Valdivieso, en la que ocupó la Comisión Informativa de Feria y Fiestas. En el siguiente consistorio municipal pasa igualmente como segundo teniente de alcalde, ostentando la Delegación de Personal y Fiestas, cargo en el que cesa con la remodelación realizada por el nuevo alcalde, Fernando Martos, en 1967.
Acto municipal en el que, entre otros, fue homenajeado Francisco Navarrete. Toda su actividad, profesional y política, en esta larga etapa, está centrada en realizar peticiones y buscar soluciones para el acondicionamiento del viejo Hospital de Santiago, así como en la exposición ante diversas instancias (Ayuntamiento, Gobierno Civil y Diputación) de la necesidad que la ciudad tenía de un nuevo Hospital Municipal, dada la antigüedad y carencias en el único existente en la localidad.

Francisco Navarrete se jubiló en el año 1982, a los 65 años de edad, trasladando su residencia a Málaga. Después de cinco años viviendo allí, en 1987 regresa a Granada, donde residía una de sus hijas (Anita). En la capital granadina falleció el 24 de junio de 2003, con 86 años.

Toda la gran labor realizada por este magnífico profesional de la medicina durante sus treinta y ocho años de ejercicio ininterrumpido en Baza le fue reconocida en la sesión de la corporación municipal bastetana del día 1 de noviembre de 1979, bajo la presidencia de su alcalde, Diego Hurtado. A propuesta del grupo socialista, a la que se unieron entusiásticamente el resto de grupos, el Ayuntamiento nombraba Hijo Adoptivo de la ciudad de Baza a don Francisco Navarrete Cervera, un nombramiento que se materializó, como un sentido y merecido homenaje, el 2 de octubre de 1992, conjuntamente con otras insignes distinciones a Sebastián Pérez Fernández y a Miguel Santaolalla Pérez.