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Una sección de Sebastián Manuel Gallego Morales

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Temas para la Tertulia

Artículo publicado originalmente en la nueva sección "Temas para la Tertulia" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de octubre de 2014

Entendida como una reunión de personas que amigablemente charlan sobre diversos temas del hoy, del ayer o del mañana, la tertulia se está perdiendo de nuestro entorno. Esos pacíficos comentarios que enriquecen el conocimiento de quienes los escuchan, con la aportación de vivencias y conocimientos de los asistentes a esta pequeña reunión cotidiana, lo que todos conocemos como «tertulia», están siendo apartados de la vida social a consecuencia, entre otras circunstancias, de la moderna tecnología; al contrario, se está imponiendo más el debate xacerbado que el comentario pacífico y enriquecedor. En los siglos pasados se hizo famosa «la rebotica», una habitación auxiliar de la botica, o farmacia, en la que se reunían el alcalde, el médico rural, y el boticario del pueblo, a diario, en una animada charla regada con buen vino y mejor pitanza. Nada se resolvía, pero de todo se hablaba.

En Baza hemos tenido tertulias y lugares propicios para ellas. Recordaremos la Sociedad de Amigos del País y el Casino de Artesanos, de corta vida, quedándonos después el Casino Bastetano, fundado allá por el siglo XIX. Heredó el arte de la buena tertulia el Café Comercial, ya en el siglo XX, recordándose del mismo varios grupos de tertulias muy famosos. Cuidado con la definición, pues no es lo mismo una tertulia que una peña, en las que solo se comentan temas específicos que reúnen a los participantes: toros, fútbol, etc.

La llegada de la televisión ocupó sin permiso aquel espacio de vida de muchos ciudadanos. En la pequeña pantalla las podemos ver de varios tipos, la mayoría poco serenas, llegando a ser más debate y enfrentamiento entre sus protagonistas que suelen representar posturas distintas ante una misma realidad. De nuevo, cuidado con la definición, pues eso no es tertulia, ya que falta en ella la esencia: la exposición amigable de un tema o una idea, sin intención de sobresalir o reprender a nadie. Una buena tertulia acepta todos los temas y enriquece a los tertulianos sobre los más diversos asuntos. Hoy día, situarse tras los cristales de una buena cafetería, reunirse en ella varios amigos y comentar las noticias del día en la ciudad, en el país o en el mundo, ha quedado reducido a pequeños grupos de jubilados y a muy pocos lugares.

Apostamos por ella, por la tertulia; animamos a vivirla, a mantenerla, a disfrutarla. Y para que no os falten asuntos sobre los que hablar, en esta página me comprometo a traeros algunos que espero sean de vuestro interés y que se corresponderán, si es posible, con el tiempo que corre y la actualidad. En definitiva, excusas para la tertulia.

La berrea
El primero de ellos será la «berrea», esa magnífica y sonora emisión gutural del ciervo macho durante el periodo de celo. Un animal que se siente en el periodo de «máximo esplendor» reproductivo a elegido una zona en la que se dispone de agua y alimento para la manada para, con su bramido, intentar atraer a hembras a esa arte del territorio que ha elegido como suyo.

Un espacio en el que también pretenden «demostrar su esplendor» otros machos, lo que originará una disputa por la hegemonía mediante la demostración pública de fortaleza y de poder frente a los demás.

En esas luchas por la hembra, en las que se entrelazan las cornamentas, suele ganar el mejor, forzando al contendiente a abandonar el territorio en disputa y deslumbrando a las hembras que quedan a su merced. La Sierra de Baza dispone de manadas de ciervos y de lugares privilegiados para escuchar y sentir la berrea, que suele iniciarse al amanecer y que sigue sorprendiendo en la tarde.

Es impresionante y debería fomentarse todavía más este atractivo turístico de nuestra zona, posiblemente con viajes programados en estas breves fechas de octubre.

La vendimia
Otro tema para el debate y la tertulia que trae este inicio de la temporada otoñal en Baza es el inicio de la vendimia, una recolección que depende, en gran parte, del grado de madurez que tenga la uva, que a su vez vendrá determinado por varios factores como el clima, la orientación de los viñedos y la altitud en que se encuentren, entre otros. Determinante será, también, el grado de azúcares que queramos que tenga el vino que vamos a producir, los ácidos y los componentes aromáticos.

Nuestra ciudad ha tenido fama siempre de buenos caldos, un producto natural del que decía los sabios antiguos que era «el puente entre Dios y los hombres». Numerosos documentos notariales del siglo XVI dejaron acreditada excelencia del vino de Baza, así como de su venta a otros lugares mediante contratos muy detallados, unos de venta en firme y otros como simples depósitos de venta.

Hoy la ciudad vuelve a tener nuevos viñedos (tras la filoxera y el arranque de cepas) y también han surgido bodegas y empresarios particulares dando nombre y denominación a sus vinos. Todo ello junto a un gran consumo que se suele acrecentar en los primeros meses de invierno en el llamado «mosto» o «vino del país». Un tipismo que ha dado lugar a un incipiente «enoturismo» en nuestra ciudad que se merece, por lo menos, una buena tertulia.