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| Pregonera: | TERESA CASTELLANO VELÁZQUEZ DE CASTRO | ||||
Baza, Iglesia de San Juan, sábado 23 de febrero de 2013 |
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| “El Todopoderoso ha hecho grandes obras, y su nombre es Santo. Ha mostrado su poder, ha confundido a los soberbios, a los hambrientos ha colmado de bienes, y a los ricos los despide con las manos vacías. Ha derribado del trono a los poderosos, y ha enaltecido a los humildes.” |
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| Cuando parece que la hora sexta ha sonado para el mundo y las tinieblas se apoderan de él, cuando vemos diariamente enfrentamientos entre hermanos en Mali, Egipto, Palestina, Irán, Congo, Sudan, terribles terremotos donde perecen las familias, mujeres lapidadas por manos despiadadas de sádicos soberbios, torturados y condenados a muerte por gobiernos obsoletos, gobiernos corruptos y corruptores de generaciones, educándolos en lo material y en el dinero, como única fuente posible de la felicidad, donde el fin justifica los medios arrollando a la empatía, crisis económica que deja a familias enteras sin casa, sin trabajo, sin dinero, que lleva al suicidio a padres de familia completamente cegados por el desconsuelo, y el hambre, hambre por el que agonizan niños como los nuestros, cuando se estremecen en lo más profundo nuestras entrañas al observar perplejos tanta insolidaridad, tantas guerras y luchas sin sentido que enfrentan a pueblos hermanos en cualquier lugar de este absurdo y angustiado mundo, en el que pasamos la vida sumidos en la oscuridad, viviendo y muriendo, sin saber por qué… Entonces brota una Llama, que resistió el paso de los siglos, que permaneció firme ante las dificultades, las ideas, las modas o las formas de pensar, llama que iluminará al mundo y que brota de ese hermoso cirio que formamos todos los cofrades ¡Bendita Cera que se entrega y consume para que los hombres no se pierdan en la noche! Y así llega Dios, hecho hombre a este mundo, a proclamar su mensaje de salvación, derramando su sangre por nosotros, los pecadores, y así, como cofrades, como hombres que nos sabemos salvados por el amor de Dios, hemos de salir de esas terribles tinieblas que nos acechan, enfrentarnos al mundo, a las dificultades, a las tristezas y desgracias que nos rodean en estos tiempos de crisis, simple y llanamente siguiendo las enseñanzas y el ejemplo de Jesús, dice el señor: “Yo he venido como luz al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en las tinieblas, y si alguno escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvarlo” El que quiera entender que entienda. Don Salvador, Párroco de esta Iglesia de san Juan, Representantes del Excelentísimo ayuntamiento de Baza, Consiliario, Hermano Mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Entrada Triunfal de Ntro. Padre Jesús de la Paz en Jerusalén, Santísimo Cristo del Amor, Nuestra Señora de la Esperanza y san Juan Evangelista, miembros de su Junta de Gobierno y hermanos, Presidente y miembros de la Federación de Cofradías de Baza, Hermanos Mayores del resto de Cofradías y Hermandades de nuestra ciudad y miembros de sus juntas de gobierno, cofrades y amigos todos: Antes de nada me gustaría presentarme ante vosotros y reconocer con toda humildad que no soy yo persona muy entendida en temas de Semana Santa, no sé el significado de mil conceptos utilizados por cofrades que ni siquiera me interesan, yo soy más de seguir a mis sentimientos en estas fechas, así se lo dije a José María cuando me ofreció ser la pregonera de esta magnífica Hermandad, quizás no debí aceptar por saberme una ignorante en este ámbito, aún así lo hice, nunca he sabido decir que no a un reto y mucho menos cuando se trata de esta, para mí, muy querida Cofradía a la que como hermana Mayor del Silencio le debemos tanto. La Cofradía de la Esperanza nos ha acogido en su casa, poniendo a nuestra disposición cuanto hemos necesitado, sois una gran Cofradía a la que la Semana Santa bastetana debe lo que es hoy en día, nos enseñasteis a todos a crecer. Por otra parte, os solicito la venia para dedicar este pregón, a tres personas que a mí me faltan, aparte de a mi marido Ángel, mis hijos Julia, Ángel y Juan de Dios, y mi madre, los cuales han tenido mucha paciencia conmigo estos días: - A mi abuelo Julio, que fue hermano desde los inicios de esta Cofradía, que participó en todos sus actos, que acompañó durante años a la Virgen de la Esperanza y a San Juanillo, como él lo llamaba, que vestía un traje de penitente de pantalón, botones verdes y zapatos compañeros, a mi Bubbo, que es el que me enseñó a querer a Jesús, el que me enseñó a un Dios humano lleno de Amor y Misericordia, el que me enseño a vivir como cristiana, con sus palabras, con su vida y con sus actos, porque él era un hombre bueno, un hombre limpio de corazón, al que sin duda tiene la Virgen bajo su manto. - A mi abuela, a mi Yiyes, que nos dejó hace dos años, que se quedaba noches enteras cosiendo los trajes de penitente que portaban vuestros hermanos, mi abuela, que si bien entendía la religión de otra manera, Dios siempre estuvo cerca de ella, dándole continuas pruebas de su existencia, y no siendo nada fácil, ella supo ver su mano en ellas, que gran parte de mi ser se fue con ella… -Y por supuesto a mi padre, al que todos los días tengo a mi lado, no dejo de notar su presencia, desde que yo me sentara a escribir este pregón él me ha dado la fuerza, cuando me he sentido incapaz de seguir me ha dado ideas nuevas, cuando he querido tirar la toalla, me ha levantado con fuerza, el me ha dicho “tienes que estar ahí” y ¡aquí estoy yo como pregonera! Siguiendo, como no podía ser de otro modo, a San Juan Evangelista, dice el Señor: “Al día siguiente, la numerosa muchedumbre que había venido a la fiesta, habiendo oído que Jesús llegaba a Jerusalén, tomaron ramos de palmera y salieron a su encuentro gritando: ¡Hosanna! Bendito el que viene en nombre del Señor y el rey de Israel. Habiendo Jesús encontrado un pollino, montó sobre él, según está escrito – no temas hija se Sión; he aquí que viene tu rey, montado sobre un pollino de asna.” Así llega el domingo de Ramos, rememorando año tras año, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, desde hace bien poco tiempo, recreada en las calles bastetanas gracias al trabajo realizado por esta gran Cofradía a la que pregono, nos reunimos gran cantidad de personas cofrades en la puerta de la casa de hermandad, con un nudo en el estómago pues cuando se entregue la llave, se abre la Semana Santa en esta hermosa ciudad de Baza. Suenan tambores y cornetas anunciando que Jesús de la Paz, va a comenzar su estación de penitencia por el Barrio de San Juan. |
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“Que en Jerusalén va entrar, (Antonio Murciano) |
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Tras la cruz de guía y los capirotes verdes, envuelta en sonoras marchas que calientan el ambiente, entre una nube de incienso nuestro Señor aparece, sentado sobre la burra bendiciendo a la gente, van dirigiendo el paso grandes capataces, cofrades de nacimiento, José Ramón, Joaquín y Alejandro, y a la primera levantá, conteniendo el llanto, en el corazón de todos, tu hermano, Raúl Soriano. Domingo de Ramos, domingo de niños vestidos de hebreos, ¿os habéis fijado como miran los niños el paso? Decía mi hijo el año pasado, mamá, ¡la burra me está mirando! Y cruzaba de una fila a otra y gritaba: ¡me sigue mirando!, día de niños sin duda, y así lo dice Jesús: “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo prohibáis, que de ellos es el reino de Dios. En verdad os digo, quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Quien quiera entender que entienda Niños, palmas y ramos, gran día de fiesta que culmina, pero Jesús nos recuerda: “Es llegada la hora en que el Hijo del Hombre será glorificado…ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será arrojado fuera, y Yo, si fuere levantado de esta tierra, atraeré todos a mí. Esto lo decía indicando de que muerte había de morir.” |
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Y los ramos se hacen palmas |
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Cuantos salieron con palmas y ramos, cuantos gritaron gloria al Señor, hoy piden tu muerte, piden tu crucifixión: “Hay entre vosotros costumbre de que os suelte a uno en la Pascua. ¿queréis, pues, que os suelte al rey de los judíos? Entonces de nuevo gritaron, diciendo: ¡no a este, sino a Barrabás! Era Barrabás un bandolero…. Dijo Pilato a los judíos: Ahí tenéis a vuestro rey. Pero ellos gritaron: ¡quita, quita! ¡crucifícale!.... Entonces se lo entregó para que le crucificasen.” Jueves Santo, va Jesús, Jesús Nazareno camino al calvario, a cuestas la cruz de nuestros pecados, te va precediendo este Jueves Santo Bastetano, tiñendo las calles de color morado, de olor a incienso, de angustia y de llanto, pues en la cruz que lleva, serás Tú clavado, siguiendo un tortuoso camino hasta un monte santo: |
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“Si dejé la alfombrada primavera Si subí desde el llano a la ladera; Si ascendí más arriba, hasta un madero, Si he sufrido la cruz, donde te espero, (FRANCISCO CONTRERAS) |
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Se abre la puerta, tus hijos esperan callados a quien por amor a nosotros muriera, y allí está Fran, plantado ante un Hombre a un paso de la muerte, mirando con ojo de gran capataz cómo sacar ante el pueblo, un Jesús en el madero a punto de agonizar, y al grito de César, empieza el Cristo a caminar para hacernos recordar, a nosotros sus hijos, por qué esto tenía que pasar. Lleva la mirada al frente, absorto en sus pensamientos, con los ojos entornados, entre aromas de claveles y aires de primavera, ¡qué amor despiertan tus llagas de cuantos ojos te vieran! Recordad sus enseñanzas, sino ¿para qué muriera?, Él fue ejemplo de vida y nosotros, los cofrades, obligación santa tenemos, de demostrar ante el mundo el porqué de este destino, si Él fue ejemplo, nosotros tenemos que ser ejemplo, y así lo dice el Señor: “El que recibe mis preceptos y los guarda, ese es el que me ama: el que me ama a mi, será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él.” El que quiera entender que entienda. Tú viniste a servir al mundo, y nosotros debemos servirlo, Tú nos dijiste que amáramos al prójimo como a nosotros mismos, y debemos amar a nuestro hermano, y al que no conocemos, y al enemigo, procurad la paz, haced bien al vecino, y con el corazón en la mano, decidme, ¿lo hicimos? ¿Lo hicimos? “Este es mi precepto: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor mayor que este de dar uno la vida por sus amigos” Así lo dice el Señor, y el que quiera entender que entienda. ¿No lo véis en su cara? La sangre le cae por las espinas, tiene las manos y los pies clavados, llagas, los huesos y músculos se estiran, ¿no lo veis? ¡Si lo está gritando! ¡Amaros, amaros! |
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“No dejarás de oír lo que te quiero, He colgado en la cruz este letrero: Quiero anegarte con mi amor, quererte, ¿Muerte? ¿Pecado? Estoy crucificado. (FRANCISCO CONTRERAS) |
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Y siguen sonando los tambores por el barrio de San Juan, y sigues proclamando al pueblo tu sabiduría y tu bondad, y cuantos te observamos por las calles de tu barrio, contigo vamos orando, contigo vamos rezando, te llevan los costaleros con mimo desmesurado, ayudando con su esfuerzo a paliar el sufrimiento que tu rostro va mostrando. Ahí Cristo del Amor, ¡te amamos tanto! Yo quiero pedirte, Dios mío, que llegado sea el Jueves Santo, yo pueda ponerme delante de tu paso, y mirarte sin vergüenza, y rezarte sin quebranto, sin pesos en mi conciencia que me ensucien este llanto, y si algo me quedara, pues pecadora soy, con tu infinito amor me perdones, y a los que estamos aquí, como cuando agonizabas, que a la vez perdonabas a los que te pusieron allí. |
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“Crucificado de suerte que, Favorece el alma mía Al verte crucificado |
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Y siguiendo este pregón con las palabras de San Juan: “Jesús, viendo a su Madre y al discípulo a quién amaba, que estaba allí, dijo a la Madre, he ahí a tu hijo. Luego dijo al discípulo: he ahí a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.” Madre, Madre de Dios, Madre de Juan y Madre Nuestra, Sra. de la Esperanza, que carita de pena llevas por estas calles de Baza, yo con mis manos quisiera enjuagarte esas lágrimas y cogerte esas lindas manos, y abrazarte hasta mañana, ¡y quitarte de un plumazo ese puñal que te daña! De la casa de hermandad, cual una reina se trata, sales resplandeciente sobre peana de plata, y la cera alumbra tu rostro, y ese palio que te tapa, y contenemos el llanto, madre, y gritamos desde el alma, ¡guapa, guapa, guapa y guapa! Cuadrilla de costaleras, portadoras de esperanza, al cielo te llevan, madre, con una gran elegancia, el peso desgarrador, el esfuerzo sobre humano, pero las fuerzas les salen, será el Espíritu santo, o las ganas que ellas tienen de ayudarte en tu calvario, y los hermanos Jiménez que van marcando tu paso, con buen hacer y prestancia, y miradas de enamorado, este año vienen otros, fijaros en los de antaño, tenedlos siempre de ejemplo, seguro que enseñan algo. Yo se que algunos critican que te adornen con riquezas, más deberíamos prestar atención a la palabra de Dios, escrita por tu hijo San Juan, después de que María, la hermana de Lázaro, ungiera los pies de Jesús con una libra de ungüento de nardo legítimo de gran valor: “¿Por qué este ungüento no se vendió en trescientos denarios y se dio a los pobres? Porque pobres siempre los tenéis con vosotros, pero a mí no me tenéis siempre” Y ¿sabéis quién hizo esta pregunta al Señor? Pues no fue otro que el traidor, Judas Iscariote. Quien quiera entender que entienda. |
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“Yo sé que no te hacen falta Yo sé que no necesitas Yo sé que Tú no me pides Pero aunque no me lo pidas, |
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Que dolor desgarrador ver a tu Hijo clavado, desde los pies de la cruz, situación plasmada a la perfección, la noche del jueves Santo, a las once en la Mayor, toda la gente callada, el corazón en un puño, la noche queda estrellada, sin más luz que de los cirios, sale el Cristo de los Méndez, elevándose ante el mundo, y abajo le miras, Madre, traspasada de cariño, vuélvete, Madre, no mires…¡están matando a Tú Hijo! Consumatum est. “Todo está acabado, e inclinando la cabeza, entregó el Espíritu.” Vuelves ya cabizbaja a tu Barrio de San Juan, en tu cara hay una pena que no se puede borrar, ¡costaleras! ¡capataz! Que toquen pronto una marcha y nos ponemos a andar, que somos todos sus hijos, la hemos de consolar, y te acompañamos, Madre, a la casa de hermandad. Ya termina, todo acaba, las puertas se están abriendo, ya está llegando a su casa, nuestra Madre, Nuestra Señora de la Esperanza, cuantos rostros te miramos, cuantos lloramos por dentro, de cuantos nos acordamos en estos mismos momentos, Paquito, Raúl y cuantos hermanos faltan y que tanto te quisieron, pero que están mirando, ahora mismo, desde un palco en el cielo. |
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“La vida, la dulzura y la Esperanza No hay dolor que tu rostro no refleje, San Juan se abre en primavera Si anclas mi corazón en firme puerto, |
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Al tercer día debía de resucitar de entre los muertos: “Alarga acá tu dedo y mira mis manos y tiende tu mano y métela en mi costado, no seas incrédulo, sino fiel… Dichosos los que sin ver creyeron.” El que quiera entender que entienda. Qué gran Cofradía y que grandes valores representa, en estos tiempos de tinieblas, que nublan la visión al mundo, que fácil sería todo, si procuráramos en todo momento la Paz, viviéramos constantemente en el Amor y mantuviéramos siempre, siempre, la Esperanza. HE DICHO. |
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