37/22. Demonios familiares

Por Diego Hurtado Gallardo. Agosto 2022

Ya hay un español que quiere

vivir  y a vivir empieza,

entre una España que muere

y otra España que bosteza.

Españolito que vienes

al mundo te guarde Dios.

Una de las dos Españas

ha de helarte el corazón.

Antonio Machado. 1912.

¡ Qué gran verdad y que capacidad de síntesis atesoran los buenos poetas!.

En un poema tan breve, están condensados siglos de nuestra historia cainita.

Antonio Machado, nació en 1875 y murió en 1939.

Durante los 64 años de vida del poeta, España sufrió muchos acontecimientos traumáticos que polarizaron a la sociedad española en bloques antagónicos e irreconciliables.

De entre los más destacados podemos recordar: Guerra contra EEUU y pérdida de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas. Semana Trágica de Barcelona. Huelga general ferroviaria. Asesinato de Canalejas. Primera guerra mundial. Inicios del separatismo catalán. Huelga general revolucionaria. Aparición de los pistoleros en Cataluña. Huelga de la Canadiense. Asesinato de Dato. Desastre de Annual. Dictadura de Primo de Rivera. Clausura de las Universidades. Berenguer sustituye a Primo de Rivera, después de su dimisión. Pacto de San Sebastián. Proclamación de la II República. Elecciones constituyentes. La II República aprueba una nueva Constitución. Disolución de la Compañía de Jesús. Ley de Reforma Agraria. Aprobación del Estatuto Catalán. Triunfo de las derechas, inicio del Bienio Negro. Revolución de Asturias. Proclamación del Estado Catalán. Companys es condenado a treinta años de cárcel. Escándalo del estraperlo. Triunfo del Frente Popular en las elecciones generales. Asesinatos  del teniente Castillo y de Calvo Sotelo. Golpe Militar contra la II  República. Guerra Civil. Cerco de Madrid, Batalla del Jarama, bombardeo de Guernica, batalla de Brunete, batalla del Ebro….1939 fin de la Guerra Civil, inicio de la Dictadura franquista.

Las dos Españas que helaban el corazón del poeta, presentes durante toda su vida.

Hasta en las guerras con países extranjeros, éstas aparecían, una ponía los muertos y la otra defendía sus intereses económicos. Las legítimas y deseables negociaciones entre capital y trabajo se transformaron en violencia obrera y gansterismo patronal; los adversarios políticos, en bastantes ocasiones, eran asesinados;  la cúpula del poder militar irresponsablemente dirigía la política del país según sus intereses; la iglesia olvidó su defensa de los más desfavorecidos, para ponerse al servicio de caciques y oligarcas; el maximalismo, las posturas radicales, el odio y el deseo de acabar con el adversario, era el patrón mayoritario de la época; los moderados, además de minoritarios, eran despreciados; ruptura de la soberanía nacional de forma unilateral;  las libertades y la voluntad popular fueron quebrantadas en más de una ocasión por generales golpistas.

Hasta la Constitución de 1931, para mí, una buena constitución por su avanzado progresismo, he de reconocer que servía para una de las dos Españas, para la otra no servía.

A grandes rasgos, esa era la España en la que vivió Antonio Machado.

Una de las dos, te helaba el corazón.

Por su prematura muerte, el poeta no vivió la larga dictadura franquista; su espíritu liberal, solidario y demócrata habría sufrido mucho durante ella.

Sin ser un especialista de su obra, creo, que su otro yo, Juan de Mairena, se hubiera sentido identificado con lo que vino después. Seguro que no al cien por cien, su capacidad crítica y nada acomodaticia  le habría llevado a cuestionar bastantes de los hechos y caminos realizados, pero al tiempo  creo, que por su hastío de las dos Españas, habría valorado positivamente el esfuerzo que se hizo para el reencuentro entre españoles, el querer implantar la libertad para todos y todas las ideas, al transformar los enemigos políticos y sociales en adversarios.

Seguro que después de la  muerte de Franco y tras un año 1976 caótico, con más de 3.500.000 participantes en huelgas convocadas en gran parte del territorio nacional y por diversos motivos, pero en todas ellas, añadiendo a las demandas laborales propias, la amnistía y la libertad, tanto sindical como política y respaldadas no solo por partidos y sindicatos todavía ilegales, sino también por colegios profesionales, asociaciones culturales y de vecinos, muchos medios de comunicación, etc.  Como decía seguro que hubiera aplaudido, que Juan Carlos I, Adolfo Suarez y Torcuato Fernández Miranda, bien porque   estaban convencidos de ello, o por la presión social,  pusieran en marcha con la complicidad de las fuerzas políticas, sindicales y sociales, un proceso para acabar con las dos Españas y tratar de homologar nuestro país con nuestros vecinos occidentales.

Junto a los líderes ya citados, estos mantuvieron contactos con personajes tan en las antípodas ideológicamente, como Felipe González, Santiago Carrillo, Enrique Tierno Galván, Joaquín Satrústegui, Antón Cañellas, Francisco Fernández Ordóñez, Julio Jáuregui, Jordi Pujol, Manuel Fraga y Simón Sánchez Montero, y todos ellos, a pesar de sus diferencias, entendieron que había que conseguir una España en la que cupieran todos y todas las ideologías respetuosas con la democracia.

Y fruto de ello fueron los pasos que se dieron y que seguro el poeta habría apoyado y aplaudido.

Entre ellos, podemos destacar:  Amnistía  para encarcelados por delitos y faltas de motivación política (esta amnistía fue ampliada en dos ocasiones posteriormente).  Referéndum sobre la Ley para la Reforma Política. Legalización de los partidos políticos y sindicatos. Celebración de las primeras elecciones libres y democráticas desde la II República. Pactos de la Moncloa, de ellos, se recuerdan más las medidas económicas adoptadas para contener las altísimas cifras de paro y de inflación, esta llegó a alcanzar el 30%, que otros acuerdos  de carácter político o jurídico, tales como despenalizar el adulterio, la autorización del uso de anticonceptivos, o  la regularización de los medios de comunicación del Estado, y de los derechos de asociación y reunión entre otros. Aprobación de la Constitución, conocida popularmente como la del “consenso”, en el Congreso, obtuvo 325 votos a favor, 6 en contra y 14 abstenciones, consiguiendo en el Referéndum celebrado en 1978 el 87% de votos afirmativos. Por primera vez en la historia de España, se aprobaba una constitución que permitía que partidos de distinta ideología pudieran gobernar con ella, sin necesidad de cambiarla. Inicio del Estado de las Autonomías. Expansión territorial de la democracia, elección y constitución de los primeros ayuntamientos democráticos. Después de la conquista de Andalucía a tener una autonomía del mismo nivel que las denominadas comunidades históricas, aprobación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico, que permitía un techo competencial e institucional en plano de igualdad, para todas las comunidades autónomas. Aprobación del Estatuto de los Trabajadores.

Estas leyes fueron aprobadas con debates y tensiones lógicas dada la diferencia ideológica entre las fuerzas políticas que las apoyaron, en todas ellas (excepto en la Ley de Reforma Política)  el partido gobernante UCD y el principal partido de la oposición PSOE, dieron su apoyo.

Tras las elecciones generales de 1982, la representación política en el Congreso y Senado sufre una modificación muy significativa. El PSOE arrasa obteniendo 202 diputados, AP coaligado con PDP y otros partidos de carácter regional consigue unos resultados muy buenos, alcanzando los 107 diputados, al tiempo UCD pierde 157 diputados, consiguiendo solo 11 y el PCE obtiene solo 4  diputados tras perder 19. Estos resultados motivan que a partir de esta fecha las acciones políticas, sean más difícil consensuar al perderse parte de la centralidad. Por abreviar y  no ser exhaustivo, diré, que la coalición liderada por el PP, hizo una política muy agresiva contra las leyes de carácter reformista propuestas por los socialistas, abusando del recurso previo de inconstitucionalidad para retrasar el máximo posible la aplicación de estas leyes. Entre ellas, cabe destacar la modificación de la Ley del Tribunal Constitucional, la Ley Orgánica del Derecho a la Educación, Ley General de Sanidad, Medidas para la Reforma de la Función Pública, Ley Orgánica de Libertad Sindical, ley de Despenalización Parcial del Aborto, etc. A pesar de la mayor polarización, si fue posible llegar a acuerdos entre las dos fuerzas mayoritarias en la mayoría de las propuestas relacionadas con las políticas antiterroristas, económicas o autonómicas.

Cuando José María Aznar asume la presidencia del PP, las relaciones y  acuerdos entre los dos partidos mayoritarios son más tensas y complicados cada día que pasa, recuérdese como ejemplo la airada y reiterada frase de Aznar : ¡¡¡Váyase señor González!!!. A pesar de ello entre los dos pactaron  el acuerdo autonómico por el cual, las comunidades que habían accedido a su autonomía por la vía del art. 143, aumentaron considerablemente sus competencias. Durante los mandatos de Aznar como presidente del Gobierno, principalmente en el segundo mandato, la polarización, no solo de los partidos políticos también de la sociedad en su conjunto, se incrementó a niveles desconocidos desde la transición. Aun en esas circunstancias Rodríguez Zapatero siguió apoyando las políticas antiterroristas propuestas por el gobierno de Aznar.

Cuando Zapatero accede a la presidencia del Gobierno, todo se tensiona más. Después de los atentados islamitas del 11-M en Madrid y de la interesada y mentirosa gestión que el gobierno del PP hizo sobre la autoría de ellos, el PSOE gana las elecciones a pesar de lo que pronosticaban las encuestas. A partir de ese momento el PP, le niega el pan y la sal al gobierno socialista, baste con recordar la frase del exministro Cristóbal Montoro “cuanto peor mejor”.  Ni siquiera en las propuestas antiterroristas el PP apoya al gobierno.

Otra vez las dos Españas que denunciaba el poeta.

A  Zapatero le sucede Mariano Rajoy y a este Pedro Sánchez. Obvio narrar lo sucedido en ambos gobiernos, por creer, que por su cercanía están en la memoria de todos.

Solo recordar lo que ha ocurrido en el mundo en los últimos años:

  • Crisis de las hipotecas de 2007- 08. Con sus consecuencias desastrosas para la economía mundial. Rescate de parte del sistema financiero español con dinero del contribuyente.
  • Pandemia mundial provocada por el COVID-19, y aun no resuelta, con efectos como muertes millonarias, secuelas de por vida, parálisis total de la economía, pérdidas millonarias de puestos de trabajo, empobrecimiento de empresas y familias, exclusión social de los sectores más vulnerables.
  • Invasión de Ucrania. Crisis energética y de materias primas con repercusión en gran parte del mundo.
  • Efectos del cambio climático como inundaciones e incendios desaforados .

Y ante ello, como han actuado los políticos españoles.

Por sorprendente que parezca, no ha habido ni una sola medida propuesta por los distintos gobiernos socialistas que haya merecido el apoyo del PP.

Imposible que ante tan gravísimos problemas ni una sola propuesta haya sido considerada como positiva por el PP.

Y lo último, todas las fuerzas políticas que representan a la derecha española, han votado en contra del Plan Energético, igual que hace poco, algunas de ellas intentaron boicotear los esfuerzos del gobierno socialista para conseguir fondos de la UE que paliaran los efectos de las crisis en la economía española.

Otra vez el “cuanto peor mejor”.

Al final, me vuelvo a acordar de Antonio Machado y me pregunto, si viviera hoy día, pensaría que su poema de las dos Españas sigue o no de rabiosa actualidad.

Diego Hurtado Gallardo. Agosto 2022