Lunes, 22 de abril de 2019

La lluvia deslució el Jueves Santo con el retorno del Nazareno tras apenas unos pasos, Esperanza y Amor que quedaron encerrados y los Méndez que se lució en un recorrido corto. No las tenía todas consigo cuando, en la tarde del Jueves Santo, la Cofradía del Nazareno sacaba a la calle su estación de penitencia, ante una tarde amenazando que planteaba la difícil disyuntiva de cómo acertar mejor ante las inciertas previsiones que había para nuestra zona.

Llegó la Cruz de Guía hasta casi la zona de la Alameda y el impresionante paso del Nazareno caminaba hacia la primera curva en la Cava Alta, cuando las primeras gotas se dejaron notar y pronto se vio que no llegaban en broma, tomando unos tintes tormentosas que no tardaron en convertirse en una lluvia tormentosa en toda regla, ante la que se reaccionó bien y con calma, poniéndose a salvo el paso con cuidado y elegancia. Acólitos, nazarenos y cuantos componían el cortejo buscaron también su refugio, mientras afloraban quejas y lágrimas que dejaban ver que la suspensión sería definitiva, como así fue.

Una vez más, las previsiones no se estaban cumpliendo y, tras unas cuantas horas de lluvia, pasadas las dos del mediodía el cielo ofreció una tregua que pareció que tendría continuidad pero, en apenas unos minutos todo se dio la vuelta y el cielo empezó a jarrear haciendo imposible cualquier nuevo intento de salida, algo que se sustituyó por un mucho de resignación y no menos de pena ante esa dolorosa alternativa de quedarse sin salir.

Mientras tanto, en la Casa de Hermandad de la Esperanza el bullicio era de los que se vivían momentos con los nervios a flor de piel, sin dejar de mirar al cielo y tratando de obtener informaciones fiables que ayudaran a tomar una determinación que diese seguridad a las decisiones.

Finalmente, las informaciones que llegaron anunciaban nuevas lluvias y hasta se incluía un posible episodio de granizo con el que las amenazas cogían más fuerza y llevaron a optar por la decisión más sensata: renunciar a una salida esperada con mucha ilusión y esmero, pero que no era sino una muestra de sensatez y prudencia necesarias.

La única señal procesional vino con la interpretación de una marcha por la Agrupación Musical de Esfiliana, una de las dos formaciones preparadas para acompañar el cortejo, junto a la Banda Municipal de Escañuela, a lo que siguió el rezo de una oración y la bendición del párroco, para mantener prendida la cera en los pasos y dejarlos a disposición de cuantas personas quisieron acompañarlas y compartir unos momentos con ellos, con muchas personas incapaces de contener el llanto, desde la impotencia que da el saber que se hace lo mejor, aunque sea lo que menos se quisiera.

En torno a las nueve de la noche, la lluvia se retiraba de manera pausada y ofreciendo a la Junta de Gobierno y cofrades del Cristo de los Méndez las condiciones necesarias para plantearse salir a la calle aunque con la decisión tomada de que se haría un recorrido más corto del habitual, yendo de la calle Alhóndiga hacia Alamillos y retornando por el carril a la Plaza Mayor, con la novedad de la vuelta al acompañamiento musical con banda de tambores y cornetas, la de María Inmaculada de Caniles.

La noche lucía espléndida en esos momentos y consiguió que la aparición del crucificado del madero apareciera imponente en el atrio de la colegiata, con bastante público disfrutando de unos momentos emotivos e impactantes, mientras la noche hacía su propia revirada a una temperatura agradable que permitió el lucimiento de un paso que es santo y seña en nuestra localidad y que cuenta con la admiración y la devoción de muchos bastetanos.

No faltó, por fortuna, ese guiño a la tradición que supone el recuerdo a la Leyenda del Madero, en la confluencia de la calle de los Dolores con el callejón de Méndez, tras la que el paso giraba sobre sí mismo para dirigirse a la Plaza de la Encarnación, camino hacia la tribuna oficial y el encierro en la Iglesia Mayor, finalizando así una procesión que acabó resultando muy bonita y que contó con numerosas personas que la fueron arropando a su paso.

La prudencia recortó los recorridos de las Cofradías de Santiago y el Silencio, en un Viernes Santo que vio la primera salida de la Hermandad del Cristo Yacente. La Cofradía de Santiago, con todo a punto para su tradicional procesión de la mañana del Viernes Santo, barajó las diferentes posibilidades que, finalmente, llevarían a asumir la decisión de echarse a la calle recortando el tradicional recorrido, en el año en que el paso del Cristo del Descendimiento se estrenaba con su misterio al completo y, como siempre, procesionando junto a la Virgen de los Dolores.

Un recorrido que privó a quienes esperaban contemplar el paso de esta procesión por lugares como el Parque de la Alameda, echando en falta esas mañanas de tiempo primaveral vividas en otras ocasiones, pero que no privó a los cofrades santiagueros de, aunque en versión reducida, tener la satisfacción de revivir emociones y sensaciones, en una nueva mañana de Viernes Santo, por las calles de Baza.

A destacar, una vez más, el excelente trabajo de las costaleras que llevaron sobre sí el paso del Descendimiento, junto al de los costaleros que portaron a la Virgen de los Dolores y que ofrecen momentos tan intensos como la entrada y salida de su templo, por las dificultades que conlleva lo ajustado y difícil que resulta y que, año tras año, resuelven estupendamente.

Por la tarde llegaba el turno de la nueva Hermandad Parroquial y Sacramental del Stmo. Cristo Yacente, dando continuidad al trabajo que ya se realizara en años anteriores y que, en pleno proceso de puesta en marcha, supo conformar una procesión seria y muy digna.

Abría la comitiva una representación de todas las hermandades y cofradías, a la que seguían los nazarenos con su hábito negro, con dos de ellos portando la corona de espinas y los clavos del enclavamiento. Después, un grupo de fieles alumbrando con velas y la representación eclesiástica, precediendo al paso con la urna que en su día construyera el bastetano Esteban Jiménez Montoya y seguido de la Corporación Municipal bajo mazas, acompañados de los jefes de Bomberos, Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil.

La procesión realizó su habitual itinerario, en una tarde que tuvo momentos de climatología amenazante, pero en la que había muchas personas a su paso, por las diferentes calles, en lo que era una manifestación más de que en la Semana Santa de este año ha habido mayor presencia de público en, prácticamente, todas las procesiones.

Ya por la noche, se repetía la misma escena, con una Plaza Mayor a la que habían acudido muchos bastetanos para asistir a la puntual salida de la Cofradía del Silencio que, como siempre, se pone en marcha con la primera campanada horaria y que este año optaba también, con buen criterio, por realizar el recorrido corto, por la calle Carril, en lugar de llegar hasta la calle Ancha para retornar a la Iglesia Mayor de la que partía. No mucho más tarde de su encierro, la lluvia volvía a caer sobre Baza.

Silencio en los cofrades y silencio en un público numeroso que se vio a lo largo del itinerario y que, como suele ocurrir cada año, se presta a sumar efectivos a la comitiva, caminando tras la Virgen de los Dolores , acompañándola hasta el final del recorrido, luciendo sobre un trono que ha finalizado el proceso de restauración a que ha sido sometido en los últimos años.

Y, como siempre ocurre en esa noche de Viernes Santo, la del Silencio fue una procesión con un marcado carácter de seriedad, con el ronco acompañamiento de un tambor y una cuadrilla de costaleros que tiene la peculiaridad de ser la única que carga el paso a costal, con el rachear resonando en el silencio de la noche bastetana y con el caminar tan especial que este porte supone.

El calendario cofrade dedicó el Sábado Santo al Pésame a la Virgen de la Soledad al que acudió el nuevo y emocionado obispo de Guadix-Baza. El olor a incienso y la luz de un puñado de cirios cubren la espalda de una Virgen de la Soledad, tan impresionante como bella, vestida de luto y casi a pie de suelo, dispuesta a recibir el pésame de sus fieles y cofrades, en un acto que tiene lugar, desde apenas hace unos años, en el Templo de la Piedad bastetana.

Un escenario emotivo ante el que no hay más protocolo que ese momento íntimo y personal al que acuden los fieles para encontrarse ante esa imagen vestida de luto riguroso, como en esta ocasión hizo el nuevo obispo de nuestra diócesis, Monseñor Orozco Mengíbar, quien acabó reconociendo el impacto que le causó este encuentro, como uno de sus momentos más importantes de esta Semana Santa, ante el que no pudo evitar emocionarse.

Sin duda, un acto que vino a llenar el vacío del Sábado Santo en nuestra ciudad y al que la lluvia no restó protagonismo, en una mañana en la que su presencia fue constante, pero en la que fueron muchas las personas que fueron a visitar a la Virgen de la Soledad y compartir con ella unos intensos momentos. 

El cielo dio una pausa en un Domingo de Resurrección que se anunciaba muy lluviosos para que los niños y niñas bastetanos sacaran a procesionar a Cristo Resucitado. Las previsiones meteorológicas, incluso de la misma mañana dominical, hacían imposible pensar siquiera en ver salir la procesión del Resucitado, pero algo debió cambiar para que ese 100% previsible de lluvias, no se cumpliera y que la decisión de salir a la calle fuese tan acertada como bien recibida, a pesar de que el recorrido fue una ida y vuelta hasta la Plaza de las Eras, en la que se incluyó la entrada hasta la puerta de la casa de hermandad del nazareno.

Decisión valiente, aunque arriesgada, la que tomó la junta de gobierno que preside Antonio Vallejo y que fue recibida con júbilo por los niños que aguardaban en el Templo de la Piedad, cargados de ilusión y deseos de procesionar, a los que se unían más de dos cuadrillas de horquilleros deseosos de llevar a la realidad lo que habían aprendido en sus muchas tardes de ensayos, pero esta vez ya con los vaqueros y la sudadera de verdad y con el trono sobre el que se alzaba la figura del Resucitado.

Decir también que, a medida que la procesión avanzaba y se sabía que estaba en la calle, no faltaron las incorporaciones de quienes se habían quedado en casa pensando en lo imposible y que volvieron a la realidad corriendo para que, aunque fuera tarde, la procesión no finalizase sin su presencia y compañía.

Y, como siempre, el itinerario fue el propio de una mañana de júbilo en la que los más pequeños se sintieron protagonistas de la Semana Santa y sentaron las bases para seguir potenciando la que es la gran cantera de las cofradías de la ciudad y la estación de penitencia en la que se han iniciado muchos de los actuales cofrades. Esta vez, además, con la alegría de verse en la calle, cuando ni los más optimistas se hubieran afirmado a decir que ello hubiera sido posible.

Ayer se iniciaban las Rogativas a la Virgen de la Piedad, con su traslado hasta la Iglesia Mayor. Por las fechas del calendario litúrgico de este año, el sábado penúltimo del mes de abril coincidía con el Sábado Santo, lo que obligó a que el traslado de la Virgen de la Piedad hasta la Iglesia Mayor se haya realizado en la tarde del día siguiente, Domingo de Pascua, según nos informa Carlos Valle.

Cabe recordar que en la mañana del Domingo de Pascua tiene lugar la salida procesional de la imagen del Resucitado, titular de la Cofradía de la Soledad, cuya sede canónica y lugar de salida de la procesión es la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad. Este acto religioso de la procesión del Resucitado impide que esa misma tarde el templo esté disponible para la celebración de la Santa Misa de despedida de la Virgen de la Piedad.

Por todo lo anteriormente expuesto, de manera excepcional, se trasladó la imagen de la Virgen de la Piedad desde su templo, haciendo estación en la Iglesia de San Juan Bautista, en donde, a las 20:00 horas, tuvo lugar Santa Misa de despedida de la Parroquia.

Después la imagen continuó su traslado hasta la Iglesia Mayor, donde se hizo el Oficio del primer día de la Semana de Rogativas ante el Stmo. Cristo de los Méndez, que ha sido colocado a los pies del Altar Mayor. 

Cabe destacar, que este año la Cofradía de los Méndez le ha ofrecido una petalá al paso de la Virgen a los pies de la torre de la Colegiata.

La Patrona de Baza estará todas la semana en la Iglesia Mayor, donde a las 19.30 h. se rezará el Santo Rosario; después se celebrará la Santa Misa, junto con sus correspondientes rogativas y, el domingo 28, se oficiarán las Rogativas Mayores.

La lluvia llega también esta semana hasta la sección “Por la Alameda”. Una llegada que se produce, de nuevo, con el inicio de otra semana más en ese calendario que tiene al lunes como día en que se renueva esta sección de nuestra web, con la llegada de otro artículo más de su única autora, Lola Fernández, que supone una invitación en toda regla para ese ya acostumbrado paseo virtual “Por la Alameda”.

Foto: Lola Fernández

Un artículo que llega con el título  de “Y si llueve”, al que se accede a través del menú que aparece en la parte superior de esta misma pantalla y para el que invitamos a nuestros lectores a clicar para hacer que aparezca en su pantalla y puedan disfrutar de su lectura. Y, ya saben, el próximo lunes… más.

Los embalses de Granada acumulan una media de un 7% más de agua que el año pasado en estas mismas fechas. El agua almacenada en estos momentos está por encima de los 690 hectómetros cúbicos, mientras que el año pasado en esta misma semana había 609 hectómetros cúbicos, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Sur (CHG) y de la web embalses.net del Ministerio de Transición Ecológica.

Este cambio, en contra de lo que podría parecer y dada la pluviosidad de las últimas jornadas, no se debe tanto a los chaparrones de los últimos días como a las lluvias que «se produjeron en los meses de abril y en otoño del año pasado», según ha informado la CHG. Tras la campaña de riego que, fue de mayo a septiembre, las lluvias de octubre y noviembre facilitaron la recuperación de los niveles del agua acumulada.

De los once pantanos granadinos, tres están por encima del 90% de su capacidad y otros tres por encima del 80%. Los tres pantanos que acumulan más agua son Cubillas (al 96,96% con 13,20 hectómetros cúbicos), el embalse El Portillo (al 93,94% de su capacidad con 31 hectómetros cúbicos) y Rules (al 90,99% con 101 hectómetros cúbicos). Desde la CHG aseguran que pese a estos datos, el principal sistema de explotación de la cuenca, el Sistema de Regulación General, «se encuentra en situación de prealerta según el vigente Plan Especial de Sequía, y puede pasar a situación de alerta conforme se avance en la campaña de riego». Mientras, los sistemas de explotación de la provincia de Granada están en situación de normalidad, salvo un caso, el embalse de San Clemente. También ha informado de que las demandas de abastecimiento están garantizadas así como que la campaña de riego se va a desarrollar con normalidad.

En el caso concreto del Embalse del Negratín, se han sumado 2 hm3 más en la última semana, con lo que se llega a 278 hm3 de agua embalsada, lo que supone un 49,03% de su capacidad (567 hm3) y un 0’5% más que el pasado año en estas mismas fechas, cifras que, sin embargo, están muy por debajo de los datos de la media de los diez últimos años que es de 383 hm3, es decir, un 67,60% de sus posibilidades de acumulación.

La marchadora de Orce, María Pérez, satisfecha con su tercer puesto en la Challenge de Méjico. La orcerina María Pérez, campeona de Europa, consiguió este sábado el tercer puesto en los 20 km del GP de México, Copa Panamericana y puntuable para la Challenge mundial de marcha, que registró la victoria de la brasileña Érica De Sena en la ciudad de Lázaro Cárdenas, del estado de Michoacán, que acogió la segunda cita del circuito de la IAAF, en la que la marchadora orcerina  finalizó con buenas sensaciones y un tercer puesto que deja satisfecha a la actual campeona de Europa de 20 kilómetros

De Sena atacó en el último cuarto de la prueba y venció con un tiempo de 1h 29:22, seguida de la peruana Kimberly García (1h 29:33) y de María Pérez (1h 31:11).

La Copa coincide con la parada del challenge mundial, lo cual explica la presencia de atletas europeos. Este sábado, en condiciones de calor y humedad, las dos sudamericanas dejaron atrás a Pérez en el comienzo de la competición y se fueron juntas hasta que alrededor del kilómetro 15, la brasileña se fue delante.

El certamen transcurrió sin la presencia de la subcampeona olímpica mexicana Guadalupe González, quien se defiende de acusaciones de dopaje, y perdió el título continental sin participar.