14/21. Ante el machismo y la misoginia, tolerancia cero.

Autor: Juan Antonio Díaz Sánchez

Algunas veces, en ciertas ocasiones, es bastante complicado escribir sosegadamente y con la debida templanza, que exige el ejercicio del periodismo comprometido y valiente, sobre un asunto que, cuanto menos, es decir, debe ser calificado como deleznable, execrable, bochornoso, vergonzante…, y así podríamos seguir hasta agotar en estas páginas el listado de adjetivos calificativos contenidos en el seno de nuestro diccionario de la RAE. Supongo –y no pienso que sea mucho suponer‒ que la gran mayoría de los amables lectores, que tienen la generosidad de leer estas líneas, intuyen a lo que me estoy refiriendo en las mismas. No obstante, por si hubiera alguien que no lo sepa, lo voy a explicar con brevedad y concisión.

Como cada último miércoles de mes, en este caso nos referimos al miércoles 24 de febrero, el Excmo. Ayuntamiento de Baza celebró su pleno ordinario mensual. Hasta aquí, todo normal y nada destacable que fuera digno de comentar. Como de todos es sabido y consabido, debido a la pandemia que estamos viviendo, huelga dar más explicaciones al respecto, como medida preventiva, los plenos se celebran de forma virtual y son emitidos, en tiempo real, a través de los distintos canales de información que el consistorio municipal bastetano posee en sus distintas cuentas oficiales de redes sociales. De esta forma, el pleno se puede seguir de manera telemática tanto en tiempo real como en diferido puesto que quedan grabadas todas las intervenciones. Así, de esta manera, toda persona que esté interesada puede visualizarlos a la hora que más le convenga cumpliendo así la debida publicidad que dichos eventos, que son propios del ejercicio gubernativo municipal, deben tener –ejemplo de dicha transparencia deberían tomar otros consistorios de municipios adyacentes‒.

Debido a las fechas en las que nos encontramos, la celebración del 8-M, Día Internacional de la Mujer, aunque este año, como todos sabemos, se debe realizar de una forma distinta a los anteriores, es decir, de forma virtual y, en todo caso, evitando cualquier tipo de concentración o aglomeración de gente en la calle, según nos indican las autoridades sanitarias y en palabras de la propia ministra de sanidad: “este año, no ha lugar.” Pues debido a la proximidad temporal a dicha celebración, que en los últimos años se ha convertido en una jornada reivindicativa y, a su vez, festiva en la que se visualiza a la mujer y se aboga por la igualdad de género; todos los consistorios suelen aprobar declaraciones institucionales municipales, en forma de moción, que son debatidas las mismas en el pleno corporativo para su aprobación en el mismo, como apoyo institucional a la esencia reivindicativa y filosofía que entrañan dichas movilizaciones feministas. Precisamente, fue en este debate originado a raíz del contenido de dicha declaración institucional, que previamente había sido consensuado en la comisión municipal competente, por todos los grupos políticos, que cuentan con representación concejil en el consistorio bastetano, (PSOE, Baza Unida –IU e IAZ‒, PP y C’s), salvo uno (Vox), representado éste por su único edil.

Sin embargo, en lugar de reconsiderar su postura en el pleno, de sumarse a la postura consensuada por todos los ediles bastetanos salvo por éste, en un tema tan delicado y sensible, tan actual y necesario, como es la igualdad real entre hombres y mujeres. El único concejal de dicha formación de extrema derecha, Rafael Azor, pronunció unas declaraciones, que en redes sociales califiqué como: machistas, misóginas, vergonzosas, casposas, rancias, extemporáneas, atemporales, intolerables, inconcebibles, deleznables, execrables…, en relación a las mujeres y a sus capacidades físicas e intelectuales.

Este “servidor público” se atrevió a proferir abierta y públicamente, en el contexto de dicho pleno municipal, que hemos explicado anteriormente, afirmaciones como las siguientes: sobre el 8-M, dice el Sr. Azor que en estas manifestaciones “hay mujeres que no son mujeres” y que dicho movimiento social feminista “no representa a la mujer real.” Sobre las capacidades de las mujeres osó afirmar que “evidentemente el hombre tiene mucho más rendimiento que la mujer en el deporte y no tiene el mismo atractivo si lo practica un hombre que una mujer; puede ser el toreo [no sé yo desde cuándo la tauromaquia es considerada un deporte, eso me lo he perdido, y miren ustedes que soy aficionado a la fiesta nacional], puede ser el fútbol y muchos otros.” Y la última de las “perlas” pronunciadas por dicho concejal es que, a su juicio, es decir, bajo el prisma de sus entendederas –a tenor de sus declaraciones, aventuramos que no han de ser muy amplias‒, el Sr. Azor afirma solemnemente que “a todas las mujeres les gusta que las piropeen a no ser que amarguen.”

Estas deleznables declaraciones, totalmente execrables, que producen el mayor de los hastíos y repugnancia, provocaron la inmediata repulsa y condena, repugnancia e indignación, de los portavoces de todos los demás partidos políticos. Destacamos, sobre todo –y agradecemos‒, la contundencia y vehemencia con que respondió el portavoz de Baza Unida, Juanra Gil van Gil –y razones no le faltaban para decirle públicamente al Sr. Azor que era necesario tener muy poca vergüenza para decir lo que acababa de decir públicamente en referencia a las mujeres‒, así como la total repulsa y hastío mostrados por el Sr. Alcalde de la ciudad de Baza, Pedro Fernández Peñalver.

A las pocas horas, dichas burradas pronunciadas por el Sr. Azor, se hicieron virales en redes sociales y la indignación fue creciendo exponencialmente de una forma vertiginosa, produciéndose tal revuelo en éstas que, a primera hora del pasado lunes, primero de marzo, la formación política de Vox (a nivel provincial de Granada) emitió un escueto comunicado “…desautorizando dichas afirmaciones, ya que no están en absoluto en consonancia con el ideario político de nuestra formación y no representan nuestro modo de valorar el deporte femenino.” Como podemos apreciar, este partido político, Vox, por el cual Sr. Azor es concejal en el ayuntamiento bastetano, se desmarca de dichas barbaridades, pero no de todas, puesto que únicamente desautoriza a su concejal por aquellas referidas al deporte femenino exclusivamente. Sin embargo, dicho comunicado no hace referencia alguna a todas aquellas salvajadas pronunciadas por el Sr. Azor que injurian, minusvaloran y denigran públicamente a las mujeres.

No obstante, el asunto no ha quedado ahí, resulta que, a propósito de dichas declaraciones emitidas por el Sr. Azor, se ha liado un revuelo mediático de proporciones y dimensiones “bíblicas.” ¡Y es que no es para menos! Sinceramente, he de confesarles que fue un día muy triste para éste que escribe al ver cómo, durante la jornada del día dos de marzo, Baza, la ciudad de mi madre, la ciudad a la que tanto amor y cariño profeso, fue noticia en todos los medios de comunicación locales, provinciales, autonómicos y en los principales nacionales (públicos y privados) por casusa de semejante esperpento. Con ello no quiero decir que no sea necesario abordar mediáticamente esta dantesca situación para someter dicho disparate a la opinión pública, y cuya condena y rechazo social sean unánimes. Parafraseando un conocido eslogan radiofónico: “contra el machismo y la violencia –física o verbal‒ hacia las mujeres, tolerancia cero.” No se debe pasar por alto ni darle un carácter anecdótico, que evidentemente carece del mismo, a semejante misoginia machista.

Sin lugar a dudas, el Sr. Azor puede sentirse plena y profundamente “orgulloso” de su “inconmensurable” logro: ha conseguido colocar el nombre de Baza en los principales medios de comunicación españoles, y no precisamente por alguna razón positiva, buena y beneficiosa para la ciudad de Baza, sino por proferir unas afirmaciones sobre las mujeres que, además de ser radicalmente falsas, son denigrantes e insultantes para las mismas, y las faltan al respeto como personas, seres humanos y mujeres que son. Amén de esto, que constituye el núcleo principal de estas reflexiones que quiero compartir con todos ustedes, amables lectores; Vox ha desautorizado públicamente al Sr. Azor y estudiará el caso minuciosamente para proceder a lo que deba ser según sus estatutos.

Como hemos dicho anteriormente, Baza ha sido puesta en el disparadero mediático y, precisamente, no por un hecho positivo, gracias a este concejal que, a todas luces, es evidente que con esas afirmaciones se representa así mismo y ni siquiera a la inmensa mayoría de sus votantes. El Sr. Azor ha denigrado la imagen de Baza hasta caer más bajo imposible. Afortunadamente, por suerte para todos los bastetanos y bastetanas, cualquier persona, que escuchara la noticia en la radio, la viera en televisión o la leyera en el periódico o en cualquier portal digital, es lo suficientemente inteligente para saber discernir que dichas afirmaciones pertenecen única y exclusivamente a quien las ha expresado en público; y, en ningún caso, nunca, jamás, bajo ningún concepto, se identifican con el sentir y la manera de pensar de parte alguna de la sociedad bastetana.

Es más, la ciudad de Baza, con todos los sectores sociales, políticos, educativos, tejido asociativo, deportivos, religiosos…, trabaja, diariamente, y de una magnífica forma por la igualdad de género. Sería muy pero que muy difícil de enumerar la enorme cantidad de actividades, que se llevan a cabo en la ciudad de bastetana, coordinadas en su mayoría por el área de bienestar social e igualdad del ayuntamiento de Baza, con los inconmensurables profesionales que están al frente de la misma y trabajan en ella. Por cierto, por si lo ignora el Sr. Azor, en Baza ha habido, hay y habrá grandes mujeres, como en el resto del mundo. Hay científicas, músicas, médicas…, y hasta deportistas, todas ellas, increíblemente buenas en sus respectivas profesiones, por mucho que le pueda llegar a sorprender a este concejal.

En conclusión, a tenor de todo lo expuesto a lo largo de este artículo, me gustaría recordarle al Sr. Azor que dimitir no es un nombre propio griego, sino que es un verbo de la tercera conjugación, cuya definición, según el diccionario de la RAE, es la siguiente: “Renunciar, hacer dejación de algo, como un empleo, una comisión, etc.” Pues bien, en mi opinión, lo más productivo y beneficioso que podría hacer el Sr. Azor por la ciudad de Baza y por la dignidad de sus habitantes, hombres y mujeres, que moran en ella, es que hiciera el favor de conjugar dicho verbo en primera persona de indicativo (yo dimito) y se apartara de la vida pública. Créame cuando se lo digo, Sr. Azor, Baza le estaría muy agradecida por ello y la inmensa mayoría de los bastetanos y bastetanas también.