38/17 – Pareciera que nos hubieran echado mal de ojo

¡Pareciera que nos hubieran echado “mal de ojo”! He querido comenzar este artículo aludiendo a aquellas invocaciones de magia negra, que tan arraigadas estaban en la sociedad de la España Moderna, y que, en la actualidad, siguen teniendo su arraigo popular en las sociedades rurales. Por supuesto, no es el objeto de este artículo escribir un ensayo sobre el sentido antropológico de estas supersticiones. Pero es que resulta muy curioso, observar las similitudes existentes entre el significado de esta antigua práctica de magia negra y lo que nos está ocurriendo en la actualidad.

Me estoy refiriendo a la esperpéntica situación, que en los últimos tiempos está viviendo la provincia de Granada, sobre todo, en lo que a materia de infraestructuras se refiere. La última mala noticia, que hemos recibido, ha sido la negativa del Ministerio de Fomento, por ende del Gobierno de España, a no incluir la Línea de 400 Kv Caparacena-Baza-La Ribina en la planificación de la Red de Transporte Eléctrico 2015-2020, con todos los perjuicios socio-económicos que esa errada decisión lleva consigo. Y es que no sólo se trata de expoliarnos –otra vez más− el derecho a poseer una infraestructura nueva, que sería buena y ventajosa para el desarrollo de nuestra tierra. Se trata, que si no disponemos de la misma, otras que podrían desarrollarse en el norte de la provincia de Granada tampoco podrán llegar a ser una realidad.

Por ejemplo, si no disponemos de una línea eléctrica de alta capacidad como es ésta a la que hemos hecho referencia anteriormente, va a ser muy complicado y difícil –por no decir prácticamente imposible− que el estudio informativo para la reapertura de la antigua línea de ferrocarril Guadix-Baza-Lorca, que se está presupuestando para el año que viene, arroje unos datos favorables para la posterior elaboración de su proyecto y ejecución del mismo, dentro de los plazos que el propio PITVI contempla y refleja en el interior de sus páginas. Ahora mismo, nos encontramos en un momento crucial y, a la vez, sumamente delicado, para que este gran proyecto se convierta en una sólida realidad, que tanto beneficiaría a las comarcas de Guadix, Baza, Huéscar y Almanzora, como las benefició durante los noventa años que estuvo el tren discurriendo por nuestros raíles y traviesas.

Pues bien, dicho esto, justamente en estos momentos tan importantes para nuestro desarrollo en infraestructuras y vías de comunicación, y en donde Granada y su provincia, se están jugando su futuro, nos vienen a denegar la ejecución de la primera infraestructura clave para poder llevar a cabo la proyección y ejecución de las demás. Imagino que no pretenderá el Sr. Ministro de Fomento, que ese futuro tren, al que nos hemos referido anteriormente, funcione “a pilas”, como si fuera un “trenecito de juguete”, el cual nos hizo soñar el día de la Epifanía del Señor cuando éramos niños. Sin embargo, esta vez, no se trata de escribir sobre “el tren de los sueños”, en cuyos vagones viajan las ilusiones. Esta vez, estamos hablando de nuestro tren real, en cuyo interior viaja parte de nuestro futuro, que va aparejado al de nuestra tierra.

No obstante, lo más sorprendente de todo este asunto, es la incapacidad que tuvieron los ediles bastetanos correligionarios al partido político que gobierna la Nación, de votar a favor de una moción presentada en el pleno del ayuntamiento bastetano. Ésta contó con el voto unánime y favorable de todos los partidos políticos que componen el pleno de la corporación municipal de Baza, salvo el PP. Pero ya, lo que no alcanzo a entender, es que este grupo político votara en contra en dicha ocasión, aludiendo unos paupérrimos argumentos, y que el mismo grupo político, en el pleno de la Excma. Diputación Provincial de Granada, votara a favor a favor de una moción que, en esencia, venía a poner de manifiesto más o menos lo mismo que la presentada en Baza y aprobada por la mayoría del pleno bastetano. Actitud ésta, que ha sido públicamente reprobada, por un compañero suyo de partido, que es una voz muy autorizada en el ámbito político granadino, en un conocido medio de comunicación de Granada. Actuación y opinión valiente que aplaudo porque, cuando se trata de temas fundamentales y esenciales que atañen a nuestro futuro, y éste, sin lugar a dudas, lo es, todos debemos “remar en la misma dirección”. No debe de importar el color político, todo por el bien común, al defender la idea del “Amor Público”, que nos legaba Jovellanos.

No obstante, hay muchos más argumentos, que avalan todo lo que estamos diciendo, expresados por los agentes sociales, empresariales y políticos; los Secretarios Generales Provinciales del PSOE de Jaén, Granada y Almería; el Sr. Presidente de la Diputación Provincial de Granada, el alcalde de Huéscar, el alcalde de Baza, todos los ediles bastetanos, salvo los que impidieron el voto favorable y unánime, y la posibilidad de darle carácter institucional a dicha moción, que tan positivo hubiera sido, como muestra inequívoca de unidad y entendimiento político, en esta cuestión.

A esto que hemos dicho, podemos añadirle la visita realizada, no ha mucho tiempo, por el Sr. Ministro de Fomento para anunciar “la buena nueva” de la “conclusión” de las obras fundamentales, que propiciarán la llegada del AVE a Granada. Una tomadura de pelo en toda regla y una falta de respeto a los granadinos. El tren se inaugura cuando llega a su estación de destino −como por ejemplo se inauguró el 16 de diciembre de 1894,  cuando llegó a Baza y fue un día festivo en la ciudad de la Dama−, no cuando ésta lleva treinta y tantos meses cerrada al tráfico ferroviario como lleva la granadina de Andaluces. Y ya, mejor ni hablar de la autovía del mármol. Competencia ésta de la Junta de Andalucía, por favor, que nuestra señora presidenta de Andalucía no la anuncie más, cada vez que visite Baza –aunque no se deje ver con mucha asiduidad por estas viejas tierras bastetanas, que son tan andaluzas como cualquiera otras, dicho sea de paso−, y comiencen ya esas obras que son tan necesarias como todas las anteriores que hemos dicho.

Lo que necesitamos, urgentemente, ya, es altura de miras en nuestra política local, provincial, regional y nacional. Por favor, desde estas líneas, quiero hacer un llamamiento público a nuestros representantes para que hagan del “Amor Público”, la máxima de sus actitudes y actuaciones políticas, y no lleguemos a pensar que nos han echado “mal de ojo”.

Autor: Juan Antonio Díaz Sánchez (Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino)