44/18. Manuel Ricardo Ibarra logra el segundo puesto en el Ironman ICAN Gandía 2018

Autor: Manuel Ricardo Ibarra Mañas

ICAN GANDÍA 2018…

Todo comienza cuando en una competición de la franquicia ICAN, mas concretamente en el “HALF ICAN MÁLAGA” del año 2014 y a un mes del que iba a ser mi segundo distancia Ironman, el “IRONMAN DE LANZAROTE 2014”, un fallo de una señora, que cruzaba El Paso de peatones del paseo marítimo de Málaga, según ella, para ir a misa, como cada Domingo… me deja con una fractura de clavícula derecha y sin posibilidad de presentarme en Lanzarote y es cuando esta franquicia, ICAN, tienen la deferencia de invitarme a disputar una de sus pruebas de forma gratuita.

Pues es al año siguiente, en 2015 cuando decido poner la guinda a la temporada haciendo el  ICAN GANDÍA 2015, aviso a la organización y se me guarda una plaza, hago las gestiones necesarias para tener alojamientos y lo dejo todo listo en julio, a tres meses de la cita. Pero quiso el destino que ese año, en un Ironman previo, el que por ahora ha marcado mi vida, el IRONMAN DE KALMAR, me clasificara para disputar el Campeonato del Mundo Ironman en Hawaii, por lo que decliné la invitación, excusándome por haberme clasificado para Hawaii y todo quedó ahi, en suspense.

Y es este año, cuando con mi entrenador, Clemente Alonso, cuando decidimos hacer dos distancias Ironman en la temporada, uno al principio y otro al final de temporada, para marcar las líneas de trabajo y el plan a seguir para intentar volver a estar entre los mejores y poder obtener un slot para Hawaii el año que viene. Me pongo manos a la obra y consigo plaza en As Pontes, el Northwest Triman, que disputé en junio y pesando algo para octubre, me viene a la cabeza esa invitación pospuesta que no sabía si seguiría en pie, y con un par de emails, constaté que sí, la organización volvía a tener la deferencia conmigo y me invitaba por ese incidente a la fiesta de final de temporada… El ICAN GANDÍA 2018… tres años mas tarde, pero en el momento justo.

SEMANA PREVIA

Comienza la semana pre ironman con los últimos entrenos de cara a terminar esta temporada, que con los resultados obtenidos, para mí y sabiendo yo cual ha sido mi trabajo y sacrificio, eran suficientes y mas que suficientes para sentirme satisfecho conmigo mismo.

Una semana llena de nervios, por motivos externos, que no podía controlar, día tras día oyendo en los telediarios que el fin de semana iba a ser de aupa, que la “gota Fría” no iba a dejar títere con cabeza y que podría ser hasta peligroso, y la zona que mas se iba a ver afectada, precisamente el sábado 20 sería la de Alicante, Valencia y toda la Comunidad Valenciana…

Qué días de incertidumbre mas malos, todos pendientes de lo que la organización colgaba en las redes sociales, comunicados de que efectivamente la prueba estaba amenazada pero que se estaban llevando a cabo reuniones de los responsables para trazar planes en caso de que el “plan A” no fuera viable.

Cuántos emails no habrán recibido de todos los triatletas que íbamos a competir, ahora me pongo en el pellejo de esos organizadores y les pido disculpas por la presión, pero es que lo que queríamos era que se solucionara todo de un día para otro y tener tranquilidad de lo que hacer…

Aún con la incertidumbre propia de los días previos, mi compañero y amigo Jaime me llama el Jueves y me pregunta si finalmente nos vamos a meter en carretera para no se sabe qué ni cómo… y yo, le contesto que es la ultima bala en la recámara y que hay que gastarla, que algo haríamos y con esa frase bastó para que el Viernes pusiéramos rumbo a lo que iba a ser una experiencia única…

EL DÍA PREVIO

Una vez en Gandía nos tranquilizamos y comprobamos como las previsiones malísimas que se daban no eran realmente para tanto allí en la zona. Eso nos anima bastante y sobre todo, nos tranquiliza. A partir de la charla técnica, en la que estuvimos todos los atletas para conocer de primera mano las posibles opciones y planes que podían ir sucediéndose, si durante la celebración de la prueba se daban las condiciones adversas que se anunciaban.

Claro está que es una responsabilidad, y mas con una prueba full distance en la que se pueden llegar a tardar 17h en completar el recorrido propuesto. Allí vimos que no solo había plan A, sino que había un B y un C y la verdad, una organización a la altura de las circunstancias, eso te da una confianza tremenda y hace que te vayas a dormir mas tranquilo y centrado en lo deportivo solamente.

Ya en el apartamento,  sucede lo de siempre… noche previa es sinónimo de no dormir bien, de sueños extraños, de pesadillas… en fin, una noche para no contar.

Llega la mañana del “día D” los nervios hacen que me levante antes de que suene el despertador, programado para las 5h 45´, así que a las y veinte estoy ya dando vueltas por la cocina y cuando se levanta Jaime, me mira con cara de… “no me lo puedo creer” ya estaba con el mono medio puesto, hasta con la cinta del pulsómetro jaja, y me dice: – “Richy, quillo, tranquilisate hombre que no abren la zona de transición hasta las 6,45”… y es que era verdad que estaba mas que nervioso, cosa normal cuando sabes que se acaba la temporada y que tienes mucho para dar ahí fuera.

A las 6,45 bajamos y a 100m de casa tenemos todo el tinglado montado, hacemos cola para meter las bicis y dejarlo todo preparado y ya, mas tranquilos, nos despedimos antes de ir cada uno a su salida.

A partir de aquí, comienza la función.

UN IRONMAN COMO GUINDA

Un Ironman consta de 3800m de natación, 180km de bici, sin posibilidad de asociarte con otros competidores para economizar fuerzas y por último un maratón completo.

SWIM

Comienza la prueba y no de la mejor manera para mí, me encuentro embotellado en la salida y sin posibilidad de aumentar ritmo para colocarme en la cabecera de carrera, la que veo alejarse por encima de las cabezas que tenía delante mía.

Continuo, aún sabiendo que ya estaba perdiendo tiempo con el grupo principal, detrás de unos pies que van a un ritmo en el que voy menos cómodo que si fuera en un grupo, pero que puede ser me vayan acercando a la cabeza más fácilmente que remando solo.

Pero no es así, en la vuelta de la primera parte del recorrido, a los 1900m, me topo con un grupo de nadadores con gorros del mimo color que el que llevábamos los de la distancia ironman y paro porque creía que se habían detenido por algo, pero no, eran rezagados de otra distancia que estábamos adelantando y cuando quiero darme cuenta, mi referencia se había marchado de nuevo, me toca remar en “solitario”, bueno, digo en solitario porque ahora me han cogido a mi los pies y nadie entra en la delantera para marcar ritmo, con el consiguiente desgaste que provoca esto.

Pero estoy fuerte y he preparado bien la natación como para andar escatimando. Sigo al frente del grupo perseguidor, pero ya no diviso a los de adelante, así que dejo que un chico que me estaba tocando los pies pase a la delantera y me dedico a llegar a los 3800m a pies de él y a desgastarme lo menos posible para salir del agua en el puesto 14 y 1h04” y arrancar en la bici con garantías de poder hacer un buen tiempo.

BIKE

Tardo 3´aproximadamente en entrar en la carpa, quitarme el neopreno, ponerme calcetines y coger lo preparado para afrontar los 180km de ciclismo que me esperaban.

Salgo en bici en la misma posición y con ganas de remontar, no he tragado agua salada, por lo que no tengo el cuerpo angustioso y desde el principio como y bebo perfectamente para ir adaptando al cuerpo a las 5 horas de bici que había por delante.

Serían seis vueltas a un circuito llano las que había que hacer para completar este segmento y en la primera de ellas, echo mano al portabidón trasero y noto que me falta un bidón de alimento… se había tenido que caer en la parte de adoquines del paseo marítimo o en un montículo de esos típicos para bajar la velocidad en las ciudades… ya estaba sin la mitad de la nutrición que había planeado para la bici y eso me preocupaba muchísimo… Rápidamente pienso en el plan B y con calma empiezo a calcular cuanto tendría que acumular en cada avituallamiento para igualar lo que tenía en ese bidón, con el peligro de que no me siente todo lo bien que lo que ya llevo probado en entrenos y sé que funciona, pero no queda otra.

Pero al principio de la segunda vuelta, empiezo a observar el suelo cuando paso por la zona en la que estimaba que podría estar el bidón caído y bendita suerte la mía que allí estaba, los voluntarios habían cogido los bidones caídos de los participantes y los habían colocado en la acera, de pie para que no se esturrearan y no pude ser mas feliz en ese momento cuando vi el 226ers en grande en el bidón, la estrategia de carrera había vuelto a ser la correcta.

SEGUIMOS CON EL PLAN

Me dedico a hacer unas tres primeras vueltas entrando poco a poco en los ritmos que esperaba llevar en bici, dándole tiempo al cuerpo a adaptarse a la posición, al pedaleo, al circuito y voy notando, conforme pasan los km que es el día de hacer una bici enorme y que el cuerpo va a la perfección, tenía la sensación de ir enchufado y de no perder fuerza con cada vuelta, si no más bien, ganándola. Miro y remiro mis datos de potencia y de pulso, veo que voy desarrollando una velocidad y potencia de estar en tu día y darse todo y que el pulso está muy muy controlado y en zona que me permite estar así muchos kilómetros, estoy feliz, me está saliendo todo y no noto desgaste.

Comienzo a coger referencias, desde la segunda vuelta de Luis M. Del Rosal, quien para mi, es la referencia a seguir en esta competición al haberse ganado a pulso la vitola de favorito con la temporada tan buena que lleva en sus espaldas, veo que me lleva unos 4 minutos por vuelta e intento elegir la zona del circuito donde las condiciones y mi fuerza me vayan acercando a Luismi, que por ese entonces iba cuarto en carrera.

Qué importante es tener un objetivo y referencia a seguir, porque es lo que te hace trabajar para conseguirlo.

Así fue, fui recortando distancia vuelta tras vuelta y me coloco detrás de él, siempre manteniendo la distancia legal, justo en la cuarta vuelta, y justo también cuando empieza a llover de forma violenta. Pero es mi día y no lo voy a dejar escapar, el recorrido no presenta partes especialmente peligrosas porque es un ida y vuelta, con un bucle en el paseo marítimo, así que aprieto y aprieto y consigo despegarme de Luismi e ir a la caza de los dos que iban por delante mía, ya que el primero era de otra galaxia y ya nos sacaba casi veinte minutos.

No consigo cazar a Fernando Santander y un inglés que va con él, pero sí reducir distancias para bajarme en la T2 y echar a correr con 6 minutos de retraso con respecto al tercero.

RUN

Seguía notando que era mi día porque normalmente siempre que te bajas de la bici a correr, las sensaciones son malísimas y yo notaba fuerza y entereza en las piernas y eso me daba confianza para seguir dando leña y sobre todo, buscando no perder puestos, si después se ganaba alguno, pues mejor, pero por lo menos la cuarta plaza tenía que ser mía.

Recuerdo la cara de Jaime cuando me pregunta en la T2 que cómo había llegado de la bici y le digo: – Estoy perfecto!! Y es que estaba perfecto…

Salgo a correr después de entretenerme 3 minutos en la transición, cambiándome, de nuevo los calcetines, estaban los anteriores empapados y cualquiera corre un maratón con los pies blandos y los calcetines mojados a mas no poder…, me coloco el dorsal, la visera, que algo me quitaría de agua en la cara y mi cinturón de hidratación con el alimento que llevaría durante el maratón.

Los primeros kilómetros voy a un ritmo muy vivo, de más, y echo el pie al freno, hay muchos kilómetros por delante y no puedo reventar. Sólo estamos cuatro en el circuito a pie, está todo encharcado y lloviendo, pero qué sensación mas buena el saber que solo queda un maratón…

En el recorrido de la primera vuelta al paseo marítimo tomo referencias con los que iban delante mía, al alemán ni lo huelo, ya va muy por delante, pero Fernando y el chico inglés están a tiro. La verdad que lo que más me preocupaba era que Luismi, que de sobra corre mejor que yo, me pudiera alcanzar, ya que no tenía ninguna referencia de a cuanto podría estar detrás mío. Qué estrés!! jaja, pero qué placer!! a la misma vez, voy cuarto en un ironman en el último de sus segmentos, esto era lo que hace unos años, si me lo cuentan, no me lo creo.

TERCER PUESTO CONSEGUIDO…

Consigo dar la primera vuelta y voy con un ritmo vivo, sobre 4´20”, ni conservador, ni loco, pero sabiendo que así no podría durar los 42km, eso sí, rezando para que no subiera mucho ese ritmo cuando vinieran los tiempos de vacas flacas… Sigo comiendo e hidratándome según el plan y va entrando bien, cosa importante, porque solo faltaba coger gases o simplemente una de “irse de vareta”… no podía ser hoy…

Llego a la altura de Jaime y me deja caer las referencias con los de adelante y sobre todo con Luismi que viene ya detrás. Qué sensación mas mala la de sentirse perseguido!! jaja.

Enseguida cojo al inglés que se ha quedado descolgado y lo veo mal, lo paso con una palmadita en el culo y con una mirada de vamossss!!! Tengo a Fernando Santander a tiro, aunque no me preocupa, la verdad, tengo una obsesión plena en que no me recorte ni un minuto de diferencia Luismi, es que me tiemblan los huesos nada mas que de pensar que va detrás mía, cuando lo que estoy acostumbrado es a tenerlo delante y bien adelante.

Por lo tanto, la gestión mental se vuelve fundamental y sobre todo el no saltarse el plan ni un momento. Llego a la tercera vuelta ya en el tercer puesto, y me canta Jaime que Fernando ha entrado al baño y que lo tengo a un minuto, mientras entro en el punto de giro de la zona de boxes, Fernando sale y sigue segundo a pocos metros delante mía. Pero es en un kilómetro mas allá, en el avituallamiento, cuando se para para coger lo que tuviera que coger de la bolsa de avituallamiento personal y ahí le doy caza, primero creyendo que iríamos juntos o por lo menos muy pegados, para el resto de carrera, pero no, se queda y pierde tiempo con respecto a mi.

SEGUNDO EN UN IRONMAN

Segundo!, no me lo puedo creer, se me saltan las lagrimas mientras subo un poco el ritmo por la emoción, cosa que rápidamente el cuerpo y las piernas se encargan de ajustar para ponerme en mi sitio jaja, que inteligente es el cuerpo de uno!

Ahora, si ya estaba nervioso antes al llevar lo que llevaba detrás persiguiéndome, también se añadía que iba en segunda posición en una prueba ironman, era lo que siempre había soñado, pero ahora había que marcar el “match ball”.

Cuando me cruzo, nuevamente, con Luismi, hace una cosa que lo define como crack, como buena persona, en cada vuelta, siempre nos habíamos chocado las manos como prueba de ánimo, pero ahora me decía :-“vamos capo, ahora cabeza”… puffff mas emociones a flor de piel, eso es lo que hace que este deporte merezca la pena, el que valoren que es tu día, que todo está saliendo… sin palabras!!!

Tengo que decir que hasta la media maratón, que marqué en 1h32´todo iba dentro de lo esperado , dolor y más dolor de piernas, pero fuerza y coraje. Pero lo que normalmente se llama “el muro” que suele estar entre los km 32 y 40 de un maratón, donde el cuerpo, literalmente, empieza a hundirse, para después reflotar, o no, a mi me llega en el 22… con lo que quedaba por delante!

Comienzo a ver los kilómetros a 4´40…50…a 5´… y me revelo, pero el cuerpo está caído. En ese momento me vienen miles de momentos, palabras e imágenes a la mente de mis referentes deportivos, Rafa Lao, Carlos Aznar, Julen y Jon, palabras que Clemente me ha grabado a fuego: “- el estar en forma no quiere decir que no vayas a sufrir, sino que sufrirás mas porque eres capaz de aguantar mas tiempo el dolor”… Las palabras de mi gente, la de siempre, mi círculo mas íntimo, que se han tragado mis caídas y mis subidas y mis entrenos, mis mejores y peores caras… y solo echando mano de todo eso, se consigue atravesar el muro, y encarar las últimas dos vueltas con otro cuerpo que haga que llegue a la meta donde estoy, sin ceder nada.

Y así es, me cuesta la vida ir corriendo ya, pero parar no es una opción, paro solamente a coger mi “special need” y no es ni una parada, voy como pollo sin cabeza pero seguro de mí, sé que una parada ahora haría que el cuerpo no quisiera arrancar de nuevo y consigo seguir manteniendo mas o menos el ritmo y sobre todo la cabeza muy fría.

Cálculo que las peores van a ser la cuarta, y quinta vuelta y que si llego bien a la sexta, podré hasta disfrutarla y allí estaba, ya tomando el giro para la última y con ganas de disfrutarla, pero qué duro es esto! mi cuerpo me pide ya una tregua y lo refleja en los amagos de calambres que me estaban dando en los isquios… gracias a mi Jaime, y al juez que va acompañando con la bici a los dos primeros, que el pobre me hizo de psicólogo jaja, manteniendo la distancia conmigo y asintiendo cada vez que lo miraba, ahí fue cuando me di cuenta de lo poquito que quedaba y de lo cerca que estaba, llego a la recta de meta, el cuerpo ya no duele, lo encaro con ganas y con felicidad, una enorme felicidad del momento, con mi gente en mi cabeza, con mi mano en la orejita y entrando en meta… Allí, mi Jaime, al que me abrazo y veo emocionado, diciéndome que ha disfrutado como un enano, a falta de mi gente un abrazo es necesario en ese momento y mis lagrimas lo dejan ver…

AGRADECIMIENTOS

Gracias a todos las personas, que por medio de sus empresas, negocios, etc. han apostado por mi, por mi ilusión, porque no estaban obligados a nada, espero haberos reportado algo esa confianza… os estoy eternamente agradecidos.

Gracias a los que son mi circulo, mi gente, porque con una mirada saben lo que pasa y lo que no.

Gracias, he vuelto!!!