505. Jaén

“Andaluces de Jaén, aceituneros altivos…”

Miguel Hernández

El Parque natural de Despeñaperros es un precioso desfiladero por el que se accede a Andalucía por tierras jiennenses, como una reivindicación de la esencia andaluza de Jaén, una provincia tan olvidada que, en ocasiones, se dice de ella que no parece de Andalucía; ay, qué cosas. Imposible ser más andaluza, siendo la tierra en que nace el Guadalquivir; el río que primero se llamó Betis, y que, desde su nacimiento en la Sierras de Cazorla, Segura y las Villas hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, conoce y habla de la historia de Andalucía. Si añadimos Sierra Magina y la de Andújar, sabremos por qué la biodiversidad jiennense es una de la más importantes de España y Europa, siendo la provincia con mayor extensión de espacios protegidos de España. Y junto a estos parques naturales, las campiñas y vegas colmadas de olivos, constituyendo una riqueza natural y paisajística sin igual en estas tierras de la Andalucía oriental. Es Jaén la primera productora mundial de aceite de oliva, con nada menos que 66 millones de olivos, pero, aun así, el llamado oro verde no logra sacarla de la pobreza. No ha impedido que, por ejemplo, ciudades como Linares, con un pasado económico que la situaban a la cabeza en riqueza y desarrollo a nivel nacional, ostente hoy el triste honor de ser la ciudad con más paro de España. Jaén ha sido víctima de no haberse encarado una reforma agrícola absolutamente necesaria, además de ver cómo se acababa con la industria que le daba fuerza económica, sin olvidar que ha sido siempre la gran olvidada, válgame la redundancia.

Pero Jaén no sólo posee patrimonio natural, y, así, es la provincia con más obras renacentistas de España. Esto se debe principalmente a Andrés de Vandelvira, el arquitecto que planificó y construyó muchos edificios que, al incorporar elementos del arte de los musulmanes, son únicos; logrando que Úbeda y Baeza sean, además de dos joyas del mejor Renacimiento, Patrimonio de la Humanidad desde el 2003. Jaén posee también el mayor patrimonio íbero, pues Cástulo, muy cerca de la citada Linares, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de España. Y en la capital, esa maravillosa catedral renacentista, y el castillo de Santa Catalina, con unas impresionantes vistas de la ciudad; que no en vano, Jaén es el lugar en donde hay más castillos y fortalezas de Europa, y el segundo en el mundo. Además de Los Baños Árabes, de su época musulmana, en los sótanos del Palacio de Villardompardo, los más grande de España y mejor conservados de Europa. Y no quiero dejar de hablar del cielo jiennense: porque si en Almería está el Observatorio de Calar Alto, en la Sierra de los Filabres, y en Granada el de Sierra Nevada, amén del de la Sagra, los cielos de Jaén son de lo mejorcito para mirar las estrellas. Y así lo atestigua la declaración de la UNESCO como Reserva y Destino Turístico Starlight, más concretamente del cielo de Sierra Morena y Sierra Sur. Podría añadir tantas cosas…, pero sólo diré que hay mucho y bueno en esta provincia andaluza, y que si no la conocen, ya están tardando.