7. A veces hay justicia

Por Juanra Gil van Gils.

En materia de contratación de personal del ayuntamiento, pocos casos han causado tanto revuelo en nuestra ciudad como el que se dio con las limpiadoras en agosto del año 2022, generándose una crisis que implicó no pocas reuniones, no pocas explicaciones, y muchas críticas, y de las que se sacaron numerosas conclusiones, no todas, pero si bastantes.

Como el tema es bastante conocido, no vamos a entrar en aquel caso en profundidad, se dio a conocer, se criticó, se cambiaron cosas y maneras de hacer e incluso le costó dos concejales, la mayoría absoluta y por extensión la alcaldía, al PSOE. Hoy vamos a centrarnos en un proceso posterior, pero que también tiene como protagonistas a la selección de limpiadoras, y que se dio entre febrero y agosto del 2023.

Tan solo dos aclaración previas, para entender bien de qué hablamos. La primera es señalar que la gran polvareda de agosto de 2022 no era por ese proceso en si, que tan solo daba acceso a unas interinidades por unos meses. La gran polvareda era que esos meses, como se demostró a posteriori, eran importantes porque después venía el proceso de estabilización para nombrar a 5+1 funcionarios de carrera en dicho trabajo, y esos meses de experiencia iban a ser determinantes. Determinantes porque algunas mentes pensantes ya habían pensado que en el proceso posterior solo iba a valer el tiempo trabajado como funcionario interino, y no el tiempo trabajado como laboral temporal, y por lo tanto, como todas las limpiadoras que habían trabajado previamente en el ayuntamiento habían sido laborales, las nombradas en ese proceso iban a tener una ventaja decisiva de cara a la consecución de la plaza de funcionario de carrera.

La segunda, que quién no deba darse por aludido no se dé… ya dijimos en ese verano nefasto que todas las personas, tanto aspirantes, como funcionarias, como políticos, no son iguales, y no es justo que caigan todas en el mismo saco… pero siempre hay quien quiere sacar ventaja, y suele rodearse de “inocentes” para disimular sus intenciones reales.

Como decíamos, vamos a hablar del segundo proceso. En el mismo, se coló de manera “accidental” una frasecita en las bases de selección que parecía avalar el procedimiento que describíamos en la primera aclaración, por el que solo se iban a contar los méritos prestados como personal funcionario. En base a eso, el tribunal del proceso defendía esta tesis, a lo que el gobierno de entonces, aún del PSOE, y servidor (entonces concejal de IU) nos oponíamos ya que suponía legitimar el pucherazo veraniego del primer proceso. De ahí que se paralizará en mayo de 2023 el procedimiento, y se comenzaran a buscar las salidas legales al atolladero, que existían, claro está.

A esto que llegaron las elecciones, y el nuevo alcalde se encontró con la patata caliente sobre la mesa. De nuevo verano, alcalde nuevo, son equipo de gobierno nombrado y una vez que lo nombró un mes después, más preocupado de asegurar los sueldos de todos sus concejales que de estos atolladeros con solución, pero compleja. Tanto yo, como el equipo saliente del PSOE le trasladamos la situación, y las posibles soluciones y salidas para garantizar que el proceso fuera justo… Pero tras darle unas vueltas al tema, el flamante señor alcalde empezó a demostrar que el cambio era cambiar caras para que todo siguiera igual y decidió quedarse con la interpretación del tribunal del proceso, y por lo tanto legitimar todo lo que no era legitimable.

Afortunadamente dos de las afectadas por esta decisión decidieron pelear por lo suyo y recurrir esta decisión, que os explico en pocas palabras para que entendáis el fondo del asunto. Básicamente, lo que hizo el ayuntamiento es puntuar la experiencia a quienes trabajaran formalmente (contractualmente) exactamente como las plazas que se sacaban (en este caso funcionario grupo C2) y dejar sin puntuar a todas las limpiadoras (algunas con más de 20 años trabajando temporalmente en el ayuntamiento) porque eran laborales grupo “AP”. Más claro aún, lo que hizo el ayuntamiento con el visto bueno de nuestro señor alcalde actual fue decir que para ocupar un puesto de limpiadora, a unas limpiadoras no les cuenta la experiencia, y a otras, sí. Pero la plaza era exactamente esa, limpiadora. Es de sentido común, y así se muestra en las tablas de equivalencia entre grupos de funcionarios y grupos de laborales. Lo lógico es valorar el puesto, no el tipo de contrato, pero es lo que no se hizo.

Ahora, dos años y unos meses después, la justicia ha dictado sentencia y ha estipulado que debían haberse baremado esos puntos. Uno de esos extraños casos en los que la verdad jurídica y la lógica y el sentido común coinciden. La sentencia ya es firme, ya que el ayuntamiento ha decidido, menos mal, no recurrir la sentencia, que es bastante clara en todos sus términos. Por lo tanto, estas dos trabajadoras deben ser nombradas funcionarias de carrera (si no lo eran ya virtud a otros procesos). Me alegro muchísimo por ellas, como le he transmitido a una de ellas con la que llevo desde aquellos principios oscuros hablando.

Recuerdo perfectamente que en el Pleno del mes en el que tomaron posesión las ocupantes de las plazas, tuve un rifirrafe con nuestro alcalde, ya que le dije que ya podía estar contento, se acababa de tomar y publicitar la foto de la vergüenza de la legislatura, lo que hizo que se ofuscara y llegara a afirmar que todas merecían sus plazas. El tiempo, y la justicia, ha demostrado que había dos personas que merecían más esa plaza que dos de las seleccionadas. La vergüenza confirmada y la injusticia, porque nadie nada más que ellas, sus familias y su gente saben cuánto les ha hecho sufrir esta decisión equivocada del señor alcalde, que en ningún momento las trató con la empatía debida. Tampoco ahora, porque no solo no se disculpa públicamente, tampoco explica lo sucedido (le hemos dado 3 semanitas de margen) ni toma las medidas necesarias para la asunción de responsabilidades. Es más, tampoco contacta con las personas afectadas y hace lo propio.

Para el ayuntamiento, esa decisión del señor alcalde nos supone que en lugar de 5+1 limpiadoras, vamos a tener 7+1.. Es decir… nos cuesta pagar dos sueldos más, porque nada sale gratis… Pero lo dicho, la sentencia se notificó hace unas 3 semanas, y aún no ha dicho ni mu… Tendrá que explicar las cosas en algún momento, y asumir las consecuencias de una mala decisión por no querer escuchar a quienes teníamos soluciones.

Pero, y así quiero terminar, lo importante es que se ha hecho justicia. Que luchar por lo que es de uno en buena lid en muchas ocasiones sirve. Y que la Justicia ha reparado lo que los políticos de turno no quisieron hacer bien. Bien está lo que bien acaba, aunque nada ni nadie borre el sufrimiento pasado durante el proceso, pero no deberían salir gratis estos errores políticos, precedidos de errores técnicos.

¡Buena semana! Y perdonad la extensión, pero estos asuntos hay que explicarlos bien.