Por Juanra Gil van Gils.
No me queda otra que escribiros una Mirilla extra… pero es que no me puedo quedar callado ante lo que veo, es mi compromiso para con vosotros y vosotras. Lo del Pleno del pasado jueves fue realmente desconcertante y esperpéntico. Desde el principio de la legislatura quedó claro que lo de moderar el Pleno no era una de las mayores virtudes de nuestro alcalde, lo cual tiene sentido si tiene que ser el portavoz de su grupo y el moderador simultáneamente. Se le ha ido el Pleno de las manos muchas veces, en demasiadas ocasiones por su permisividad para con sus concejales, lo que le hace tener que ser permisivo también con los de la oposición, ya que no se le puede tolerar todo a los de uno y nada a los rivales, y eso lo aprovechan algunos y algunas concejalas de la oposición para tensar… que no insultar, que es lo que el pasado jueves vimos en alguno de los concejales del equipo de gobierno.
Pero antes de entrar en eso, hay faltas de respeto aún mayores a una institución tan seria como es el Pleno de cualquier ayuntamiento, órgano representativo del sentir democrático de la ciudadanía. He leído en Facebook las amargas quejas de la concejala responsable del Área de Urbanismo, que sabe que goza de mi aprecio personal, porque una modificación del PGOU que llevaba por urgencia se quedó sin debatir porque se acabó el Pleno (por la unidad de acto administrativo tiene que concluir antes de las 24.00 horas) según su interpretación por el circo que montó la oposición. Vamos a respirar un momento (yo lo he hecho, y escribo esto en domingo a las 21.00 horas en vez del viernes sobre la marcha). En primer lugar, debemos defender al Circo, que siempre se ha dedicado a entretener a los más pequeños (y a los no tanto) con respeto y educación. Lo que se vio el jueves no tiene ni punto de comparación con un circo… Fue mucho peor…
Lo realmente inconcebible del Pleno, la falta de respeto total a la institución, a los concejales y concejalas, al público asistente o televisivo, a las trabajadores y usuarios del servicio de ayuda a domicilio…. Es proponer al Pleno una renovación de un contrato, defender la misma durante todo el discurso (lógico, porque va a Pleno como propuesta del equipo de gobierno), hacerle una encerrona al comité de Empresa del servicio, y, tras estar 70 minutos enfrascados en todo esto, no votar su propuesta y abstenerse. Es lo nunca visto, no parecen creerse ni ellos mismos lo que proponen, aunque extienden el debate durante hora y 10 minutos defendiéndolo… y después no se votan a si mismos… Y claro, la culpa de que no de tiempo a debatir todos los puntos es de la oposición, no de quién se ríe de esta manera de todo el mundo… Ver para creer.
Echan de menos una encuesta de satisfacción o calidad del servicio entre trabajadoras y usuarios… Podrán echar de menos la encuesta a los usuarios y usuarias, pero entre las trabajadoras no… Porque aunque ellos prefieran sembrar dudas porque hay trabajadoras que hablan bien de la empresa y no comparten las opiniones del Comité, las elecciones sindicales en dicha empresa han sido hace aproximadamente hace un mes… Y aquellas a quienes ellos pretenden creer, no han logrado juntar 13 personas (sobre 243 trabajadoras) para presentarse a dichas elecciones. Y las representantes del comité, han sacado la friolera de 197 votos sobre esas 243, con sólo 6 votos en blanco. Por lo tanto, está claro que el 80% de las trabajadoras de la empresa están de acuerdo con el trabajo del mismo y con su percepción de la empresa… Así que menos encuestas y más escuchar a aquellas personas en las que realmente creen quiénes trabajan en este servicio. Es muy del PP querer poner en duda y deslegitimar cuando los resultados electorales no son los que quieren… pero como decíamos hace un par de semanas, tienen que aprender a ser demócratas, que les cuesta bastante.
Además de esto, vimos a concejales del PP faltando a las opiniones de los grupos (sobre todo de Lidia, que la tienen asada) tachándolas de tonterías, además de algún “hija de puta” que se le escapó desde la bancada del gobierno… Amenazas de expulsión del señor alcalde a concejales, al PSOE marchándose del Pleno porque no se les da tanta cuerda por parte de alcalde como a otros para intervenir… Y a mi compi Pepe Cano bajando el balón al suelo, proponiendo y convenciendo al alcalde de realizar un receso que devolviera a la normalidad democrática al Pleno, con un contundente “esta es la Casa del Pueblo, y si aquí no se puede hablar…”. Receso que hizo posible templar los ánimos y que el PSOE volviera al Pleno, para que siguiera desarrollándose con la presencia de todos.
Por último, que me alargo, varias veces se despachó el señor alcalde con un “a nosotros nos da igual lo que ustedes piensen” dirigido al resto de grupos de la oposición… Si, además de pensarlo, lo dice públicamente… ¿Cómo pretende seguir gobernando si eso es lo que piensa de lo que diga la oposición, cuando necesita al menos un voto en cada votación de la misma? Me resulta imposible comprenderlo.
Por cierto, y ya si me voy… me toca abuelear y decir aquello de “esto en mis tiempos no pasaba…” y señalar que los hechos van dejando claro que la duración extensa de los plenos no tenía que ver con mi presencia… Porque de los más de 150 plenos a los que he asistido, sólo uno se quedó sin terminar… y en tres meses ya van dos. Nos leemos el miércoles, buen inicio de semana.
