2/24. Exaltación del cartel de la Semana Santa de Baza 2024

Autor del cartel: Miguel Ángel Gómez Martínez

Exaltador: Juan Antonio Díaz Sánchez

A Lucía Ruiz Gómez

por cuidar del Arte

con alma cristiana,

corazón cofrade

y haciendo de la vida

el rostro de la alegría

regalando su bonhomía.

  ÍNDICE

 Introducción

  1. Reflexiones sobre la Semana Santa de Baza.
  2.  Excelencias de la Semana Santa de Baza.
  3.  Exaltación al Cartel Oficial de la Semana Santa de Baza.
  4.  Palabras al Pregonero Oficial de la Semana Santa de Baza.
  5.  La mujer cofrade en la Semana Santa de Baza.
  6.  Rogativa ante Nuestra Madre la Santísima Virgen de la Piedad al Santísimo Cristo de los Méndez.

 “Los cofrades estamos en todos los sitios

en los que se nos pide que estemos.”

(Marta Iáñez Bolívar)

0. Introducción

En una fría mañana de domingo

despertaba de su aletargado sueño.

Se dibujaba en su cara

una generosa sonrisa.

Iba saludando al nuevo día

con su bello rostro que regala alegría

esculpido en la hoya a través de la brisa

por el Supremo Hacedor,

creándola así, sin ninguna prisa.

Sonreía tu bella cara

como un lienzo de Ruiz Sánchez Morales

pintado durante el estío bastetano

para ornar las paredes del Casino.

Él pensaba que sostenía tu belleza

en el pincel que así en su mano.

Pero ¡cómo dibujar tanta grandeza!

Divisando desde las Arrodeas tu faz,

mandando al pincel y al óleo

lo mismo que manda el paso su capataz.

Pasados los años, mi amor,

de nuevo nos volvemos a encontrar.

Tú, cada día, más guapa y bella,

con esa cara que sigues teniendo de doncella.

Nuevamente, siendo de Andalucía

su polar estrella.

Eres tú, mi vida,

una preciosa Dama:

milenaria y sabia.

Un paso de palio,

esa máquina de la belleza

que nos narrara el Padre Iniesta

con su amor Escolapio.

Donde sale a navegar

en el galeón de los sueños

una Madre cuya Esperanza

la singladura traza.

Al pie de la Cruz

se halla postrada María y toda Baza.

Soledad franciscana, ¡pronto coronada!

Victoria ante la muerte proclamada.

Dolores pasados desde la Alameda a Santiago

dejando un amargo reguero

de lágrimas derramadas por el suelo.

¡Silencio! por el Amor de Dios, ¡Silencio!

Que el maestro bastetano José de Mora

hace tres siglos que te cogió de la mano

para ir de ella Contigo hasta la Gloria

y quedar siempre en  nuestra retina

perpetua su memoria.

Eres tú, mi amor,

la tierra que me viera nacer.

Mi maternal ciudad:

Íbera, Romana, Bizantina,

Visigoda, Mora y Cristiana.

Eres tú, todo cuanto pudiera soñar

durante una fría mañana invernal.

Eres tú, el recuerdo de una antaña cátedra,

la más hermosa de las andaluzas estrellas,

que se dibuja en tu cara de doncella,

Eres tú, todo cuanto soñara,

el latido de una hoya milenaria.

Eres tú, todo cuanto vivir quisiera

en esta mariana tierra.

Eres tú, el motivo que el pincel traza

en el óleo que se convierten tus calles.

Eres tú, mi amada Baza.

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Sr. Consiliario de la Federación de Cofradías y Hermandades de Baza, Rvdo. Padre don Manuel Millán Arjona, mi “Señor Abad”, mi querido amigo; y demás sacerdotes de la ciudad de Baza: mi apreciado Padre Emilio, siempre serás mi fraile franciscano; mi querido Padre Sergio, la música se hace sacra bajo la batuta cuando la ase tu mano; mi amigo Padre Antonio David, que anuncias la Buena Nueva con tu sangre joven; y al apreciado Padre José Luis en cuyo corazón palpita siempre la Misión.

Ilmo. Sr. Alcalde de la Muy Noble, Leal y Excma. Ciudad de Baza, don Pedro Justo Ramos Martínez.

Ilmo. Sr. Diputado Provincial de Centros Sociales, Mayores y Juventud de la Excma. Diputación Provincial de Granada, don Roberto González Alonso, estimado paisano y querido amigo.

Señores ediles del Excmo. Ayuntamiento de Baza.

Sra. Presidenta de la Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de la Ciudad de Baza mi querida amiga y hermana en la Fe en Cristo Nuestro Señor, doña Carmen García Cabrera, y Miembros de su Junta Permanente.

Sras. Sres. Hermanos Mayores y Juntas de Gobierno de las Hermandades y Cofradías penitenciales y de gloria de la ciudad de Baza.

Señoras y señores, amigos y amigas, cofrades todos. ¡Bastetanos siempre magníficos!

¡¡Paz y bien!!

“Es de bien nacidos el ser agradecidos”, reza un viejo refrán castellano, por eso debo comenzar mostrando mi más profundo y sincero agradecimiento a quien me ha presentado: ¡Gracias Ángel! querido amigo y hermano, sin lugar a dudas, tus amables palabras son fruto de tu generosidad y de la profunda y sincera amistad que nos une desde hace más de veinte años. Gracias Ángel, mi eterno profesor, amigo y hermano, por creer siempre en mí, por estar siempre ahí, por enseñarme a amar al Cristo del Madero, a nuestro Cristo de los Méndez.

Muchas gracias a mis amigos, compañeros y hermanos de la Junta de Gobierno de la Real Cofradía del Stmo. Cristo de los Méndez, muy especialmente, a ti, querido Hermano Mayor, mi apreciado Pepe Álvarez Domene. Que Nuestro Stmo. Cristo del Madero ilumine tus días, hoy y siempre.

Gracias y mil veces gracias a la Federación de Cofradías de Baza, en especial a su Sra. Presidenta, querida Carmen: ¡qué alegría tan grande! que me produce el hecho de poder escribir por vez primera el nombre de Presidenta, sí, en femenino, porque ya era hora que la mujer presidiera esta institución cofrade ocupando así el puesto que le corresponde en nuestra Semana Mayor, es decir, el más importante de todos y, por lo tanto, el de mayor responsabilidad. Mi apreciada Carmen, mi buena amiga, estoy absolutamente convencido que tu mandato dejará huella lo mismo que ya has hecho historia como ya lo hiciste siendo la Hermana Mayor de tu hermandad, la de Nuestro querido Nazareno. Millones de gracias también a todos mis amigos y amigas que conformáis su Junta Permanente compuesta por grandes cofrades, nombres propios que dan apellidos a la Semana Santa Bastetana, y mejores personas aún: Ángel José Martínez Bocanegra, Teresa Esmeralda Castellano Velázquez de Castro, Carmen Fernández Pérez, Paco Manzaneda Soto, Carmen Eva Mateos Martínez y Miguel Rodríguez Leonés, qué gran Junta de Gobierno para la Federación, ¡qué suerte! tiene la Presidenta al poder contar con semejante cuadrilla bajo el paso que procesiona a la Semana Santa de Baza, y a todo su Plenario tornándose éste en su acolitado para que el paso salga a la calle.

Y, por último, gracias a todos y todas mis hermanos y hermanas cofrades de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de los Méndez por confiar en mí, por vuestra generosa y sincera amistad, por conformar esa gran familia de noble apellido, realenga corona, rancio abolengo e incólume estirpe, que es la del Cristo de los Méndez.

  1. Reflexiones sobre la Semana Santa bastetana

Nuestra Semana Mayor posee múltiples características. Se conforma como un crisol de estilos, que se funden en un mismo lugar, arrojando así una rica variedad de matices que dan a nuestra Semana Santa una singularidad antropológica y una seña de identidad.

Es por ello por lo que pido hoy, en esta mañana dominical, desde esta tribuna cofrade, la cual, muy generosamente, mis amigos me han regalado; que la armonía y la paz reinen entre nosotros, tanto en el seno interno de nuestra hermandad como entre todas ellas. No libremos una “guerra” en nuestra Semana Santa ni en nuestra hermandad emprendamos batalla, pues mala campaña sería la que nos alcanza, careciendo de todo sentido cristiano nuestra idiosincrasia.

Por lo tanto, que nadie venga a proyectar frustraciones propias, rencores, odios o rencillas personales sobre el seno de la cofradía. Que nadie siembre la discordia en nuestra Semana Santa alimentando absurdas rivalidades, generando enfrentamientos entre nosotros que nos hagan más difícil el llamarnos: Hermanos.

Recuerdo que en cierta ocasión, durante una tertulia cofrade en televisión que compartíamos mis buenos y queridos amigos José María Manzano, Carlos Valle, Ángel Martínez Bocanegra y un servidor; quien por aquellos entonces presidía la Federación pronunció una sabia reflexión –a mi modo de ver muy acertada y que suscribo palabra por palabra‒ que me llamó poderosamente la atención: “Las hermandades y cofradías son lo más parecido a la política, que conozco” [Ángel dixit]. Y, la verdad sea dicha, es que no le faltaba ni le falta razón, al contrario, cada día que pasa, lamentablemente, esta afirmación cobra más sentido aún, siguiendo en plena vigencia y de rabiosa actualidad.

Pues bien, teniendo esta premisa en cuenta, exhorto a todos los cofrades, que me puedan estar escuchando dentro y fuera de este auditorio, para que nos distanciemos, cuanto más mejor, de semejante identificación metafórica de la vida cofrade con la vida política.

Alejémonos de esa espuria concepción de lo cofrade para volver a caminar por la senda recta, el camino que Dios nos indica a través de nuestra Santa Madre Iglesia, puesto que a fin de cuentas, es el único y verdadero que el fiel cristiano puede tomar para ser un buen cofrade. De esta forma, estoy absolutamente convencido que todos saldremos ganando.

Quería compartir con todos ustedes esta reflexión porque, en mi opinión, nunca está de más recordar lo obvio que por supuesto no deja de ser lo esencial, aquello que verdaderamente da sentido a lo que hacemos y, lo más importante de todo, el motivo principal por lo que lo hacemos:

“Manifestar públicamente nuestra fe cristiano-católica mediante nuestras Sagradas Imágenes Titulares, ejerciendo nuestros derechos y libertades constitucionales. Como así lo hemos hecho desde tiempos inmemoriales, basándonos en nuestras ancestrales tradiciones cofrades que, lógicamente, como todo en la vida, han ido evolucionando con el paso de los siglos y adecuándose al signo de los tiempos.”

Sin embargo, no quiero que piensen, en esta mañana dominical, que yo he venido aquí a regañar, a reñir o a poner enmienda, es más sencillo de todo eso, ante lo anteriormente pronunciado, como mi querida amiga Teresa diría: “¡El que quiera entender, que entienda!”

2. Excelencias de la Semana Santa de Baza

Y, una vez dicho todo lo cual,

habiendo tomado la alternativa

en tal plaza monumental

como es el Ideal de Baza.

El “catedrático” pregonero bastetano,

Ramón Rodríguez Carpio,

quiso entregarme “los trastos”

de su sabia cofrade mano.

En esta mañana, hermano,

te doy mi sincero agradecimiento y abrazo.

Y de la misma manera te digo

que eres baluarte de la Semana Santa,

el poeta que se hace cristiano,

de Misericordia llena está tu mano

y tu corazón lleno de amor mariano.

Así que no me pidan que me lo guarde para mí, ¡hombre!, porque merece la pena y esta mañana lo quiero gritar a los cuatro vientos para que a barlovento y a sotavento se escuche en todo el firmamento.

Al Maestro que se nos Presenta para enseñar.

Al que, a lomos de una Borriquilla, regala Paz

como nos lo cuenta la Palabra del Evangelio según San Juan.

Al que siendo preso nos Rescata.

A quien muere con los brazos abiertos,

asiendo a sus horquilleros con Misericordia

que lo procesionan tanto en la Tierra como en la Gloria.

Javi, amigo, pregonero y capataz,

agarra el martillo y disponte a llamar

para que los horquilleros bajo el varal

arrimen el hombro en las calles de Baza

y en el Reino Celestial.

Entre dominico terreno

regado por lágrimas de heno

veo como pasa a mi Nazareno.

El mismo que en la cruz expira por Amor.

Quien muere en el Madero legendario,

Yace en preciosa urna que es su relicario.

Triunfante de la muerte,

al tercer día se erigirá,

a hombros de jóvenes bastetanos

Cristo Resucitado va.

3. Exaltación al cartel oficial de la Semana Santa de Baza

La noche ha caído en la ciudad de la Dama. La Plaza Mayor está cubierta por un negro manto iluminado de estrellas. El astrolabio del tiempo ha sido congelado en el campanario. A las once de la noche, se abren las puertas del templo, recogimiento, sobriedad, austeridad, oración, oscuridad, horquillero y madero. El Soberano de Baza, el Cristo de los Méndez, imagen legendaria de antaño hace su aparición en el atrio de la Colegiata. Una leyenda te acompaña, Señor de los Méndez, cuando apareciste en esa casa bastetana.

Ésta fue la instantánea que tomó el objetivo de la cámara que asían las manos de Miguel Ángel Gómez Martínez. ¡Qué lujo de fotografía! hermano. Tú tuviste esa bella estampa en la mano y con tu cámara la supiste tomar, a través de su objetivo plasmar, para mayor Gloria de Dios y de Nuestra Madre Celestial. En las proximidades de la noche, cuando enmudecen las campanas en el pináculo, el tiempo se para y la luz se apaga porque sale el Cristo de los Méndez, talla de Martínez Olalla, a procesionar por las calles de Baza, bajo la Real Corona de España.

Es la hora de Dios, sobre la frente

del mundo se levanta silenciosa

 la estrella del Destino derramando

 lumbre de vida.

Callan las cosas y en silencio anegan

las voces de los hombres que persiguen

sus afanes huyendo del misterio

de Dios que calla.

Ya estás sola con Dios, alma afligida,

su silencio amoroso, que te escucha,

te dice: corazón, viértete todo,

¡vuelve a tu fuente!

(…)

Soy culpable, Señor, no sé mi culpa;

soy miserable esclavo de mis obras;

no sé qué hacer de esta mi pobre vida;

¡tu voz espero!

Habla, Señor, rompa tu boca eterna

el sello del misterio con que callas

dame señal, Señor, dame la mano,

¡dime el camino!

(…)

            ¡Es tu hora, Señor, sobre la frente

            del mundo se levanta silenciosa

            la estrella del Destino derramando

                        lumbre de vida!

(Miguel de Unamuno, La Hora de Dios, 1906)

Mi Señor de los Méndez, que por las calles de la ciudad avanza, siendo el viejo palacio su testigo y la alameda su camino, con una treintena de horquilleros, jóvenes y veteranos, atentos a las instrucciones de Manolo, su jefe y capataz. Como si fueran la centuria romana, el relevo custodia el paso que procesiona al Cristo del Madero, al de la leyenda y milagros, al soberano de Baza, al Cristo de los Méndez.

En cielo abierto,

tiene la noche estrellada

una luz de la luna llena,

que nos alumbra en la tiniebla

para poder seguir a esas dos lucernas,

que acompañan a la estrella polar,

la rosa de los vientos que es vigía

de esta Real Cofradía: ¡su bendita Cruz de Guía!.

Acompañando al cortejo, de negro luto y sobrio duelo, van las mujeres con mantilla, que, como si de las tres Marías se trataran, lloran a Cristo muerto en la Cruz, iluminando su senda y destino con esas luciérnagas de luz en que se convierten las llamas de sus velas. Elena, María José, Ana Castro, Ana Medina (digan lo que digan los papeles, en nuestros corazones, para nosotros siempre serás nuestra amiga y compañera gubernativa), Teresa, Gemma…, mis queridas amigas; a pesar de la fría noche bastetana, al calor de vuestros corazones y el rezo de una oración callada:

Puesto en alto, Jesús crucificado

es fuego de cinco resplandores:

el primero es perdón a malhechores,

el segundo, oración al Padre amado,

el tercero es limpieza de pecados,

el cuarto es la paciencia en sus dolores,

el quinto, la expresión de sus amores,

que brotan como ríos del costado.

Enciéndeme, Jesús, en este fuego,

adéntrame, Señor, en esta llama,

quema mis impurezas, mis apegos,

y prepara una pira con mis ramas.

A Ti, fuego divino, yo me entrego,

y sea en adelante brasa que ama.

(Rafael Prieto)

El reloj vuelve a poner en hora el corazón cofrade: con tu leyenda nace la ‘madrugá’ bastetana. Tus horquilleros te acercan hasta el callejón, antiguo zaguán: Baza, te espera. La madera hizo el resto, en su delicada fragilidad se encarnó la grandeza de un Dios. Calle Zapatería, zaguán de la casa de los Méndez-Pardo, noche bastetana.

¡Allí fue el milagro!

Por el madero venimos.

El madero os dejamos.

Gubias en manos de ángeles,

rostro de un Dios cercano.

No quiso dejaros solos,

siempre os ofrece su mano.

Por el madero venimos.

El madero os dejamos.

La luz de Dios se hizo signo,

yo era esclavo y me hizo hermano.

La voz de Dios se hizo trueno

y cambió nuestro ser pagano.

Por el madero venimos.

El madero os dejamos.

Con la Madre le seguimos,

meta del amor mariano.

Con cada hermano queremos

ser de su viña hortelano.

¡Por este madero venimos!

¡Y este madero os dejamos!

(Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz)

El tiempo ha pasado: ¡consummatum est! Mi Dios Crucificado, mi Cristo de los Méndez, el que por sus dominios avanza como soberano que es de Baza, se dirige hacia la Colegiata.

Haciendo estación de penitencia se encuentra su cofradía, con el rezo de la oración que Él mismo nos enseñó en el contexto de la Montaña, poco a poco, paulatinamente, va desapareciendo de nuestra vista la cofradía una vez que va traspasando los umbrales de la puerta de la que fue sede primada de la antigua abadía.

Y así, el cielo de la noche bastetana se cierra, las estrellas, poco a poco, se van apagando y la luna desaparece porque el cielo se ha nublado al saber que su soberano, mi Cristo del Madero, ya se halla en la Colegiata y su gran pórtico cerrado.

4. Palabras al pregonero oficial de la Semana Santa de Baza

No es tarea sencilla para éste que hoy está aquí exaltando tan magnífico cartel, escribir estas líneas: ¡qué puedo decirte, pregonero!

Qué te puedo decir, amigo,

que no te haya dicho ya

en noches de capa, jubón y beca,

cuando hemos ido a rondar

con nuestra tuna canilera.

Qué te puedo decir, hermano,

que no te dijera en espinelas,

mi admirado juglar accitano,

si en las noches de luna y tuna

“Euterpe” pende de tu mano,

tornándote así en trovador bastetano.

Qué te puedo decir, Alejandro Baena,

que no te haya dicho antaño.

Siendo tú para Miriam su ideal compañero

en el misterioso viaje de la vida.

Y para Alejandro Pradeep y Ana Rocío

el padre maravilloso

que Dios les ha Regalado.

Qué te puedo decir, pregonero,

si dentro de un par de meses

cantarás en clave de sol:

notas, prosa y versos

sobre el pentagrama

en que se convierte el lienzo,

por donde la pluma traza

las más bellas palabras

para así pregonar

a la Semana Santa de Baza.

5. La mujer cofrade en la emana Santa de Baza

Hace un lustro, desde este mismo atril cofrade, pronunciaba las siguientes palabras. Lamentablemente, en el día de hoy, he de volver a pronunciarlas, no pienso cambiar ni una coma de lo que en su día escribí y pregoné porque, desgraciadamente, hemos avanzado muy pero que muy poquito para solucionar esta terrible lacra social. Por favor, que todos los que se encuentran dentro y fuera de este auditorio, me escuchen muy atentamente porque, para vergüenza ajena y sonrojo colectivo, lo voy a repetir nuevamente.

La mujer, esa que Dios creó a partir de la costilla de Adán, esa que da razón de ser al hombre, ella que es luz y vigía, bendita estrella que llevamos por bandera y cruz de guía, esa mujer tiene su lugar en la Semana Santa de Baza. Esa guapa mantilla, esa valiente costalera, esa camarera primorosa, esa acólita ceroferaria o turiferaria, esa nazarena… Esa mujer que nos guía, con sus primorosas manos, con su razón firme, con su titánica lógica, con sus delicadas formas y con su belleza inconfundible.

Por eso yo pido a Nuestro Padre Jesús de la Paz, aquel que habita en San Juan, Paz para la Tierra, Paz para Ucrania, Paz para Gaza, Paz para el Cielo, Paz para la Mujeres. Maltratadores, no se daña a quien se ama, lacras de la sociedad, escoria de la humanidad, cobardes sin dignidad, de una vez por todas: ¡Dejadlas en paz! y que en el mundo entero impere la Igualdad.

‒¡Miren! Leyendo a uno de mis escritores favoritos, Miguel de Unamuno, tan complejo como, a la vez, necesario, pude leer una reflexión, que hacía sobre la figura de la mujer y ese don tan enorme, que la naturaleza realiza a través de ella, llamado maternidad y que me dejó impresionado, en su novela La tía Tula: “Cuando la vio gozar, sufriendo al darle su primer hijo, es cuando comprendió cómo es el amor más fuerte que la vida y que la muerte y domina la discordia de éstas; cómo el amor hace morirse a la vida y vivir a la muerte.”

6. ROGATIVA ANTE NUESTRA MADRE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA PIEDAD AL SANTÍSIMO CRISTO DE LOS MÉNDEZ

Ante Nuestra Patrona,

la Virgen de la Piedad,

aquella que hallara Juan Pedernal

en los cimientos de una ermita,

oculta estaba Ella, Reina de los Cielos bendita.

Clamó aquella:

¡Piedad, ten Piedad de mí!

a los cuatros vientos,

para que de ella

se apiadara el accitano albañil.

Y, de ahí, una historia de devoción,

amor y tradición en Baza naciera:

¡Piedad, ten Piedad de mí!

Ante la Virgen de la Piedad,

que se halla en la plaza

sobre los corazones de Baza,

con una tierna mirada hacia

su Hijo, el Cristo de los Méndez Santísimo.

Yo imploro una eterna rogativa

a plena luz del día:

Mi Santísimo Cristo,

te lo pido,

desde lo más profundo de mi corazón,

dale a tus hijos e hijas de Baza

tu eterna bendición.

He dicho.

 “Ego ad Baza”

Me facit Juan ANtonio Díaz Sánchez

Este texto terminó de escribirse, en la villa de Caniles, a día 31 de diciembre, Festividad de San Silvestre, del Año de Gracia de Nuestro Señor Jesucristo de 2023.

Laus Deo