Reapertura del teatro Dengra , 11 mayo 2019

El Teatro Dengra abre sus puertas tras 15 años cerrado y una rehabilitación de 2,5 millones de euros que en diez meses da a  la ciudad un gran espacio escénico con 557 butacas. El Teatro Dengra de Baza ha reabierto esta noche sus puertas para acoger la ópera Marina con la que ha conseguido un lleno absoluto, más de quince años después de que se cerraran sus puertas. Pasados unos minutos de las ocho y media de la tarde, el telón del Teatro Dengra se ha vuelto a abrir para que casi 560 personas pudieran disfrutar de todo un clásico de la lírica española, Marina de Emilio Arrieta, con una puesta en escena de la Compañía Teatral Clásicos de la Lírica y la dirección artística de Luis Roquero.

Entre la plantilla de artistas ha destacado el tenor bastetano, Pablo Alonso Gallardo, miembro del Coro Nacional de España y que ha interpretado al protagonista masculino (Jorge). Unas horas antes del inicio manifestaba su emoción por volverse a subir a las tablas de un teatro que le ha visto crecer como artista y persona.

Para conseguir que la ciudad de Baza cuente con este nuevo gran espacio escénico con capacidad para 553 personas (557 butacas y 6 espacios para sillas de ruedas) ha sido necesaria una inversión de 2,5 millones de euros con la que se ha realizado una rehabilitación integral del edificio y todo su equipamiento interior. 

En la intervención se ha respetado el carácter de teatro clásico del edificio original, tanto en su estructura y distribución, como en los elementos decorativos. De ahí que destaquen los tonos granates del terciopelo de las butacas, cortinajes y acolchados de los palcos del anfiteatro y de la platea. En patio de butacas está coronado por una gran lámpara de cristales que otorga elegancia a toda la estancia y que combina con los apliques luminosos (inspirados en el art noveau) de las paredes.

Se ha utilizado, para la decoración, reproducciones fotográficas y de carteles de representaciones teatrales de diferentes épocas que componen la exposición “La Vida del Teatro Dengra” que podrá contemplarse de forma gratuita y libre hasta el 22 de mayo en horario de once de la mañana a una del mediodía y de siete de la tarde a nueve de la noche. 

Han sido en total más de 2.100 m2 rehabilitados que han recuperado uno de los edificios históricos de la ciudad (inaugurado en diciembre de 1930) y complementar la red de equipamientos municipales para espectáculos culturales.

El proyecto está incluido en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) Baza Sostenible 2020 que está cofinanciada, con 5 millones de euros por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del Programa Operativo de crecimiento sostenible 2014- 2020 (2014ES16RFOP002).  En el caso concreto del Teatro Dengra los fondos europeos han financiado el 80% de los 2,1 millones de euros destinados a la obra.

Apoteósica reapertura del Teatro Dengra con la ópera “Marina” y el bastetano Pablo Alonso. El Teatro Dengra abría sus puertas al público, tras diez meses intensos de obras, luciendo sus mejores galas para acoger la primera de las representaciones que se ofrecía al público bastetano, tras su restauración.

Para ello, se escogió la ópera “Marina” que estuvo a cargo de la Compañía Teatral “Clásicos de la Lírica”, bajo la dirección artística de Luis Roquero y con el acompañamiento de la Orquesta y Coro titulares de la compañía, dirigidos por Enrique G. Requena. En el elenco artístico, la destacada presencia del tenor bastetano, Pablo Alonso, en el papel de Jorge, junto a Margarita Marban, como Marina; Jorge de la Rosa, como Roque; Francisco Santiago, en el papel de Pascual; Darío Gallego, capitán Alberto y María Teresa Martínez, como Teresa.

Éxito artístico sin paliativos, con una escenografía elaborada y cuidada en los detalles, una iluminación que mostró las numerosas posibilidades del equipo técnico de este espacio escénico, un vestuario de calidad, una orquesta que dio grandes muestras de su calidad y en la que destacaron la trompa y la flauta en sendos pasajes muy aplaudidos y un elenco musical que explicaba el porqué de los éxitos que precedieron a su llegada a nuestra ciudad.

Por lo demás, todo funcionó de maravilla, en lo que tuvieron mucho que ver los hombres de C y D y, cómo no, desde la primera a la última de las personas que trabajaron sin desmayo, a lo largo de los últimos días, para dejar todo en el mejor estado, algo en lo que incluimos a ese equipo de limpieza del Ayuntamiento bastetano que trabajaron de la forma más intensa hasta instantes antes de la apertura de puertas.

Sí que nos atrevemos, desde nuestra reconocida ignorancia, a poner sobre la mesa de las reflexiones el asunto de la ubicación de la orquesta, entendiendo que el lugar en el que se encontraba, interponiéndose entre las voces y el público, nos daba la impresión de que causaba que las voces perdieran parte de su sonoridad y, sobre todo, cuando los cantantes estaban en el fondo de la escena, ello se hacía más evidente. La ausencia de foso no permitía otra cosa pero, insistimos, es algo que entendemos podría merecer una reflexión, de cara a futuros eventos.

El público bastetano disfrutó de la noche en la que se recuperaba un espacio escénico llamado a ser orgullo de la ciudad. Expectación máxima en el público bastetano para la reapertura de puertas del Teatro Dengra y entradas agotadas desde varias jornadas antes a la del primer estreno, con muchas personas que acudieron con tiempo de pasear por el remodelado recinto y recorrer sus dependencias visitables.

Comentarios, cuando menos, de admiración y, sobre todo, de alegría por lo que la puesta en valor de este espectacular espacio escénico supone. Muchos de los espectadores buceando en su memoria de vivencias de otros tiempos y todos aseverando que ha merecido la pena llegar hasta aquí. Y entre ellos, figuras como la de una bastetana centenaria, Luisa Martínez Mañas, quien nos comentaba que ya asistió al estreno cuando se inauguró el Teatro y que ahora volvía a hacerlo con el estreno posterior a su rehabilitación.

Estar junto a la entrada tomando imágenes del público que entraba al recinto era ver caras de alegría y de admiración de quienes no se privaban de alabar los resultados desde los primeros centímetros que pisaban y a pesar de que, según se nos comentó, aún hay algunas cosas que, por aquello de no llegar a tiempo, se irán instalando y mejorando en los próximos días.

Por allí vimos también a nuestro paisano Pablo Alonso, tras finalizar el exhaustivo ensayo que realizó la compañía. Un manojo de nervios, no era nuestro tenor: era una montaña de manojos, cuando nos confesaba estar asaltado por los nervios y la responsabilidad. Quién lo diría cuando pisó el escenario y volvió a dejar excelente muestra de su voz y su buen hacer ante un público que se le entregó desde el primer instante en que apareció en escena, ofreciéndole la mayor y más cálida ovación de toda la noche. Una noche de sueño de la que tardó en despertar hasta bastante más allá de finalizar el espectáculo y en la que no faltaron algunas lágrimas de aquellas que no brotan de los ojos, sino del corazón.

Por allí estaban también el arquitecto y el director de obra, dos de las personas que más se han volcado para que la obra llegara a ser lo que ha sido. Antonio Trujillo y Antonio Fernández nos dejaban ver también esos nervios que no son sino fruto de la responsabilidad, deseosos de que no fallara nada, como así fue, y satisfechos finalmente con todo lo que se pudo ver y escuchar.

Trujillo nos comentó el gran esfuerzo y la intensidad con la que se ha hecho esta obra que ha quedado en un buen punto de equilibrio entre lo que había y la modernidad, lo que sirvió para que la gente reconociera “su” añorado Teatro Dengra, pero dotado ahora de unos acabados y de unas instalaciones acordes con lo que es ya un monumento de la ciudad. Trujillo dijo sentirse orgulloso de lo hecho y reconoció haber aprendido también con la puesta a punto de este teatro, algo que es un hito en su carrera y en la que ha conciliado ha muchas partes, casi como un director de orquesta en el que, además, se ha contado con mucha gente de la propia ciudad. Finalmente quiso reconocer el trabajo de todos cuantos han participado en esta obra.

También andaba por allí el alcalde de la ciudad, Pedro Fernández, quien dijo que con el reestreno de este espacio se cumple un sueño que se hace realidad para toda Baza y que supone recuperar un edificio que hace muy poco era prácticamente una ruina y que hoy lucía con luz propia. Hizo un extensísimo reconocimiento a las muchas personas que han trabajado para llegar hasta aquí, creemos que sin dejarse absolutamente a nadie, con mucha gente de Baza que han entregado su mejor trabajo y dedicación a esta obra, desde su génesis más primitiva, hasta el último instante de dedicación con jornadas de muchas horas para que todo llegara al final deseado. Felicitó a las concejalas de Cultura y Patrimonio y dijo que era un día para la Historia de Baza y un referente para la cultura que hace mirar al futuro con la mayor esperanza. Se ha trabajado mucho y se ha conseguido, reviviendo un equipamiento con alma y con recuerdos y vivencias de tantos bastetanos. Destacó también a Pablo Alonso, miembro de una familia de artistas, protagonista de la mejor inauguración que se podía haber hecho.

A continuación ofrecemos unas Galerías de Fotos sobre lo que aconteció en el Teatro Dengra, a lo largo del pasado sábado, y que esperamos sean del agrado de nuestros lectores, los cuales pueden ampliar las imágenes, clicando sobre ellas, y bajarse sus fotos de recuerdo:

Así estaba el Teatro Dengra en los inicios de las obras de rehabilitación. No se trata de establecer ese tipo de comparaciones que acaban resultando odiosas, sino de tratar de hacer justicia con la importancia de la obra y la actuación realizada.

Ver ahora las imágenes del Teatro Dengra tomadas el pasado 4 de junio de 2018 es tomar conciencia de la importancia y del mérito de la obra realizada. Del esfuerzo de todos los que han participado de ello, del trabajo bien hecho… y del convencimiento que no estamos ante un sueño, sino ante una realidad que ha devuelto a Baza algo que bien hubiera podido perderse para siempre.

Cojan aliento para el acceso a la siguiente galería pero, sobre todo, hagánlo después de haber disfutado de las anteriores galerías. Que no, que no es un sueño. Que la realidad es la vencedora ante lo que era una gran pesadilla.